¡Hola!…¡Buenas Tardes!…¿Qué tal?. En el artículo anterior, hablé sobre, ¿por qué es esencial que abracemos todas nuestras emociones?, partiendo de dos conceptos clave, como son, el Corazón, como órgano especialmente activo y participativo en “las personas corazón”, comprendido y definido, como el maestro de las acciones, los controles, las soluciones y las respuestas, personales y naturales, vinculados y relacionados, con uno mismo y con otra persona, y la Voluntad, comprendida y definida, como la virtud, personal y natural, que capacita para el compromiso, la verdad y la confianza, sentidos y evidenciados, en la toma de conciencia y el actuar conforme a un propósito personal, emocional y afectivo, un hecho real, objetivo y claro, y una seguridad reveladora, valiosa y beneficiosa. En este sentido, cuando hablo sobre, ¿por qué es esencial que abracemos todas nuestras emociones?, estoy experimentando y aprendiendo que, en “las personas corazón”, como consecuencia natural de su voluntad de compromiso con otra persona, habla con la verdad, y confianza en uno mismo, el corazón, como órgano especialmente activo y participativo, habilita, facilita y favorece, la formación, el ejercicio y el desarrollo de tres experiencias y actitudes personales y naturales, como son, abrazar todas las emociones, salir de la zona segura y cómoda, y empoderamiento. Y, asimismo, cuando hablo sobre, ¿por qué es esencial que abracemos todas nuestras emociones?, comprendo y explico que, el corazón, como órgano especialmente activo y participativo en “las personas corazón”, guía en lo espiritual y lo emocional, originando, dirigiendo y orientando, la conexión emocional y la consecuente conexión sentimental, como correspondencia natural, espiritual y usual, que inspira e impulsa compromiso con otra persona, habla con la verdad, y confianza en uno mismo, con lo cual, habilita, facilita y favorece, se forme, se ejercite y se desarrolle, una primera experiencia y actitud personal y natural, como es abrazar a todas las emociones, sentida y evidenciada, en el intercambio interpersonal de a dos, vivenciado y experimentado, en los contactos y las interacciones al interior de los entornos personal, familiar y social, según el dictado de la propia voz interior y desde el diálogo espontáneo.
En el artículo actual, entonces, voy a hablar sobre, ¿qué evidencian nuestros sentimientos?, partiendo de dos conceptos clave, como son, el Corazón, como órgano especialmente activo y participativo en “las personas corazón”, comprendido y definido, como el maestro de las acciones, los controles, las soluciones y las respuestas, personales y naturales, vinculados y relacionados, con uno mismo y con otra persona, y la Voluntad, comprendida y definida, como la virtud, personal y natural, que capacita para el compromiso, la verdad y la confianza, sentidos y evidenciados, en la toma de conciencia y el actuar conforme a un propósito personal, emocional y afectivo, un hecho real, objetivo y claro, y una seguridad reveladora, valiosa y beneficiosa, pues si bien es cierto que, por experiencia y aprendizaje socio – culturales, se tiende y se suele, reconocer e identificar, emociones y sentimientos, como dos energías iguales, estoy experimentando y aprendiendo que, emociones y sentimientos, son dos energías diferentes, porque las emociones son reacciones o respuestas, prontas y breves, que nuestro organismo manifiesta y expresa, a niveles mental, espiritual y conductual, ante hechos internos o hechos externos, y los sentimientos son percepciones o ideas, positivas o negativas, que resultan de la interpretación y la comunicación de las sensaciones, vinculadas y relacionadas, con nuestras emociones.
De esta manera, cuando hablo sobre, ¿qué evidencian nuestros sentimientos?, partiendo de dos conceptos clave, como son, el Corazón, como órgano especialmente activo y participativo en “las personas corazón”, comprendido y definido, como el maestro de las acciones, los controles, las soluciones y las respuestas, personales y naturales, vinculados y relacionados, con uno mismo y con otra persona, y la Voluntad, comprendida y definida, como la virtud, personal y natural, que capacita para el compromiso, la verdad y la confianza, sentidos y evidenciados, en la toma de conciencia y el actuar conforme a un propósito personal, emocional y afectivo, un hecho real, objetivo y claro, y una seguridad reveladora, valiosa y beneficiosa, comprendo y explico que, cuando abrazamos todas nuestras emociones, salimos de nuestra zona segura y cómoda, y nos empoderamos, los sentimientos, como percepciones o ideas, positivas o negativas, que resultan de la interpretación y la comunicación de las sensaciones, vinculadas y relacionadas, con nuestras emociones, en un primer nivel, representan el modo interno, propio y esencial, según el cual, con la participación y la intervención de nuestros cerebro y corazón, comprendemos y regulamos nuestras emociones, y en un segundo nivel, explican el modo personal, familiar y social, según el cual, con la participación y la intervención de nuestros cerebro y voluntad, tomamos conciencia y actuamos, conforme a nuestras emociones.
En tal sentido, experimento y aprendo que, cuando hablo sobre, ¿qué evidencian nuestros sentimientos?, comprendiendo y explicando que, cuando abrazamos todas nuestras emociones, salimos de nuestra zona segura y cómoda, y nos empoderamos, los sentimientos, como percepciones o ideas, positivas o negativas, que resultan de la interpretación y la comunicación de las sensaciones, vinculadas y relacionadas, con nuestras emociones, en un primer nivel, representan el modo interno, propio y esencial, según el cual, con la participación y la intervención de nuestros cerebro y corazón, comprendemos y regulamos nuestras emociones, y en un segundo nivel, explican el modo personal, familiar y social, según el cual, con la participación y la intervención de nuestros cerebro y voluntad, tomamos conciencia y actuamos, conforme a nuestras emociones, ocurre que, cuando abrazamos todas nuestras emociones, salimos de nuestra zona segura y cómoda, y nos empoderamos, nuestros sentimientos, evidencian, naturalmente, los eventuales bienestar o malestar, que nos producen las experiencias, vinculadas y relacionadas, con nuestras emociones, presentes en el proceso personal, emocional y afectivo de comprender y regular nuestras emociones, como energías neutras, que se activan y se actualizan en los intercambios interpersonales de a dos, vivenciados y experimentados, en los contactos y las interacciones al interior de los entornos personal, familiar y social.
En tal sentido, también, experimento y aprendo que, cuando hablo sobre, ¿qué evidencian nuestros sentimientos?, comprendiendo y explicando que, cuando abrazamos todas nuestras emociones, salimos de nuestra zona segura y cómoda, y nos empoderamos, los sentimientos, como percepciones o ideas, positivas o negativas, que resultan de la interpretación y la comunicación de las sensaciones, vinculadas y relacionadas, con nuestras emociones, en un primer nivel, representan el modo interno, propio y esencial, según el cual, con la participación y la intervención de nuestros cerebro y corazón, comprendemos y regulamos nuestras emociones, y en un segundo nivel, explican el modo personal, familiar y social, según el cual, con la participación y la intervención de nuestros cerebro y voluntad, tomamos conciencia y actuamos, conforme a nuestras emociones, ocurre que, cuando abrazamos todas nuestras emociones, salimos de nuestra zona segura y cómoda, y nos empoderamos, nuestros sentimientos, evidencian, naturalmente, los eventuales bienestar o malestar, que nos producen las experiencias, vinculadas y relacionadas, con nuestras emociones, presentes en el proceso personal, emocional y afectivo de tomar conciencia y actuar conforme a nuestras emociones, como energías neutras, que se activan y se actualizan en los intercambios interpersonales de a dos, vivenciados y experimentados, en los contactos y las interacciones al interior de los entornos personal, familiar y social.
Es así como, cuando hablamos de la comprensión y la regulación de las emociones, en las niñas y los niños, desde una toma de conciencia, sobre su realidad, personal, familiar y social, incluidos, los retos, los cambios y los logros, con el propósito de corregir, resolver, e, incluso, mejorar, un comportamiento y, una eventual actitud, como consecuencia de una adaptación a su realidad, personal, familiar y social, vivenciada y experimentada, con agrado, gusto y placer, en la cual, niños y niñas, vivencian y experimentan, una activación y una actualización, de sus sentimientos de valentía y felicidad, y amor por un@ mism@ y, por l@s demás, estamos hablando de formar, educar y acompañar a las niñas y los niños, en el aprendizaje y la comprensión sobre, el Corazón, como órgano especialmente activo y participativo en “las personas corazón”, comprendido y definido, como el maestro de las acciones, los controles, las soluciones y las respuestas, personales y naturales, vinculados y relacionados, con uno mismo y con otra persona, y la Voluntad, comprendida y definida, como la virtud, personal y natural, que capacita para el compromiso, la verdad y la confianza, sentidos y evidenciados, en la toma de conciencia y el actuar conforme a un propósito personal, emocional y afectivo, un hecho real, objetivo y claro, y una seguridad reveladora, valiosa y beneficiosa, con la finalidad que, los niños y las niñas, con el acompañamiento adulto, comprendan y expliquen que, en su presente y a lo largo de su vida, personal, familiar y social, emociones y sentimientos, son dos energías diferentes, porque las emociones son reacciones o respuestas, prontas y breves, que su organismo manifiesta y expresa, a niveles mental, espiritual y conductual, ante hechos internos o hechos externos, y los sentimientos son percepciones o ideas, positivas o negativas, que resultan de la interpretación y la comunicación de las sensaciones, vinculadas y relacionadas, con sus emociones, y aprendan que, cuando abrazan todas sus emociones, salen de su zona segura y cómoda, y se empoderan, los sentimientos, como percepciones o ideas, positivas o negativas, que resultan de la interpretación y la comunicación de las sensaciones, vinculadas y relacionadas, con sus emociones, en un primer nivel, representan el modo interno, propio y esencial, según el cual, con la participación y la intervención de sus cerebro y corazón, comprenden y regulan sus emociones, y en un segundo nivel, explican el modo personal, familiar y social, según el cual, con la participación y la intervención de sus cerebro y voluntad, toman conciencia y actuan, conforme a sus emociones.
Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos, el significado y el sentido que tienen, los sentimientos, en el proceso de modelar, formar y educar, el mundo interior de los niños y las niñas, que, natural y habitualmente, manifiestan y expresan, diferentes y diversos, tiempos y momentos, de sensaciones, emociones y sentimientos, conectados entre sí y, conectados con otros, en sus roles, como pueden ser, hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, o, alumnos o alumnas. Y, en ese mismo sentido, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, trabajemos en la experiencia y el aprendizaje, personal, emocional y afectivo, de los niños y las niñas, orientado a desarrollar y progresar, en interpretar y comunicar las sensaciones, vinculadas y relacionadas, con sus emociones, en las niñas y los niños, sobre todo en los momentos y los lugares de juego, en los cuales, se originan oportunidades y posibilidades, para el contacto y la interacción, natural, espontánea e innata, con el ambiente, l@scompañer@s y, los materiales de juego, pues lograr manifestar y expresar sus sentimientos, como percepciones o ideas, positivas o negativas, naturalmente, vinculadas y relacionadas, con sus experiencias personales, familiares y sociales, puede ser muy positivo y favorable, para su crecimiento, su evolución y, sus logros, personales, emocionales y, afectivos, en los grupos de juego.