¡Hola!…¡Buenas Tardes!…¿Qué tal?. En el blog anterior, hablé sobre, el miedo, nos debilita y nos enferma, explicando la relación entre el miedo, como sensación, emoción y sentimiento, personal y natural, que suele originar y causar, sensaciones, emociones y sentimientos, personales y naturales, vinculados y conectados con el miedo, como pueden ser la tristeza y la molestia, la debilidad, comprendida como debilidad espiritual, que se manifiesta y se expresa, de manera personal, emocional y afectiva, en la baja o en la falta de energía, fuerza y poder, personales, emocionales y afectivos, y, la enfermedad, comprendida como enfermedad emocional y enfermedad física. En ese sentido, cuando hablo sobre, el miedo, nos debilita y nos enferma, experimento y aprendo que, el origen de la enfermedad emocional y la enfermedad física, como tales, directamente, se vincula y relaciona con la activación y la actualización de sensaciones, emociones y sentimientos, personales y naturales, como el miedo, la tristeza y la molestia, y, con la debilidad, comprendida como debilidad espiritual, que se manifiesta y se expresa, de manera personal, emocional y afectiva, en la baja o en la falta de energía, fuerza y poder, personales, emocionales y afectivos. Y, asimismo, cuando hablo sobre, el miedo, nos debilita y nos enferma, experimento y aprendo que, las causas orgánicas, propias de la estructura del cuerpo, y, las causas fisiológicas, propias del funcionamiento del cuerpo, que en si mismas producen la enfermedad, como tal, son la personal y la natural manifestación y expresión corporal de las consecuencias de la activación y la actualización de sensaciones, emociones y sentimientos, personales y naturales, vinculados y conectados con el miedo, la tristeza y la molestia, y, son la personal y la natural manifestación y expresión corporal de los efectos de la debilidad, comprendida como debilidad espiritual, que se manifiesta y se expresa, de manera personal, emocional y afectiva, en la baja o en la falta de energía, fuerza y poder, personales, emocionales y afectivos.
En el blog actual, entonces, voy a hablar sobre, la comunicación, nos fortalece y nos sana, explicando la relación entre la comunicación, como correspondencia, contacto y mensaje, personal y natural, que suele originar y causar, sensaciones, emociones y sentimientos, personales y naturales, vinculados y conectados, con la valentía, como pueden ser la felicidad y el agrado, la fortaleza, comprendida como fortaleza espiritual, que se manifiesta y se expresa, de manera personal, emocional y afectiva, en el crecimiento o en la reserva de energía, fuerza y poder, personales, emocionales y afectivos, y, la salud, comprendida como salud emocional y salud física, pues si bien es cierto que, por experiencia y aprendizaje socio – culturales, el logro de la salud, como tal, se suele vincular y relacionar con curación orgánica, propia de la estructura del cuerpo, y, con curación fisiológica, propia del funcionamiento del cuerpo, experimento y aprendo que, el logro de la salud emocional y la salud física, como tales, directamente, se vincula y relaciona con la práctica de la comunicación, que activa y actualiza, sensaciones, emociones y sentimientos, personales y naturales, vinculados y conectados, con la valentía, la felicidad y el agrado, y, con la fortaleza, comprendida como fortaleza espiritual, que se manifiesta y se expresa, de manera personal, emocional y afectiva, en el crecimiento o en la reserva de energía, fuerza y poder, personales, emocionales y afectivos.
De esta manera, cuando hablo sobre, la comunicación, nos fortalece y nos sana, explicando la relación entre la comunicación, como correspondencia, contacto y mensaje, personal y natural, que suele originar y causar, sensaciones, emociones y sentimientos, personales y naturales, vinculados y conectados, con la valentía, como pueden ser la felicidad y el agrado, la fortaleza, comprendida como fortaleza espiritual, que se manifiesta y se expresa, de manera personal, emocional y afectiva, en el crecimiento o en la reserva de energía, fuerza y poder, personales, emocionales y afectivos, y, la salud, comprendida como salud emocional y salud física, experimento y aprendo que, la curación orgánica, propia de la estructura del cuerpo, y, la curación fisiológica, propia del funcionamiento del cuerpo, que en si mismas producen la salud, como tal, son la personal y la natural manifestación y expresión corporal de las consecuencias de la práctica de la comunicación, que activa y actualiza, sensaciones, emociones y sentimientos, personales y naturales, vinculados y conectados con la valentía, la felicidad y el agrado, y, son la personal y la natural manifestación y expresión corporal de los efectos de la fortaleza, comprendida como fortaleza espiritual, que se manifiesta y se expresa, de manera personal, emocional y afectiva, en el crecimiento o en la reserva de energía, fuerza y poder, personales, emocionales y afectivos.
En tal sentido, cuando hablo sobre, la comunicación, nos fortalece y nos sana, experimentando y aprendiendo que, la curación orgánica, propia de la estructura del cuerpo, y, la curación fisiológica, propia del funcionamiento del cuerpo, que en si mismas producen la salud, como tal, son la personal y la natural manifestación y expresión corporal de las consecuencias de la práctica de la comunicación, que activa y actualiza, sensaciones, emociones y sentimientos, personales y naturales, vinculados y conectados con la valentía, la felicidad y el agrado, y, son la personal y la natural manifestación y expresión corporal de los efectos de la fortaleza, comprendida como fortaleza espiritual, que se manifiesta y se expresa, de manera personal, emocional y afectiva, en el crecimiento o en la reserva de energía, fuerza y poder, personales, emocionales y afectivos, descubro y explico que, las correspondencias, los contactos y los mensajes, como expresiones verbales directas, con las cuales, se concreta una comunicación o un intercambio interpersonal de a dos, facilitan la comprensión y la regulación de sensaciones, emociones y sentimientos, como el miedo, la tristeza y la molestia, que circunstancialmente, nos enferman, y, favorecen el recorrido, personal y natural, hacia la experiencia y la vivencia de sensaciones, emociones y sentimientos, como la valentía, la felicidad y el agrado, que circunstancialmente, nos sanan.
En tal sentido, también, cuando hablo sobre, la comunicación, nos fortalece y nos sana, experimentando y aprendiendo que, la curación orgánica, propia de la estructura del cuerpo, y, la curación fisiológica, propia del funcionamiento del cuerpo, que en si mismas producen la salud, como tal, son la personal y la natural manifestación y expresión corporal de las consecuencias de la práctica de la comunicación, que activa y actualiza, sensaciones, emociones y sentimientos, personales y naturales, vinculados y conectados con la valentía, la felicidad y el agrado, y, son la personal y la natural manifestación y expresión corporal de los efectos de la fortaleza, comprendida como fortaleza espiritual, que se manifiesta y se expresa, de manera personal, emocional y afectiva, en el crecimiento o en la reserva de energía, fuerza y poder, personales, emocionales y afectivos, descubro y explico que, las correspondencias, los contactos y los mensajes, como expresiones no verbales directas, con las cuales, se concreta una comunicación o un intercambio interpersonal de a dos, facilitan la comprensión y la regulación de sensaciones, emociones y sentimientos, como el miedo, la tristeza y la molestia, que circunstancialmente, nos enferman, y, favorecen el recorrido, personal y natural, hacia la experiencia y la vivencia de sensaciones, emociones y sentimientos, como la valentía, la felicidad y el agrado, que circunstancialmente, nos sanan.
Es así como, cuando hablamos de la comprensión y la regulación de las emociones, en las niñas y los niños, desde una toma de conciencia, sobre su realidad, personal, familiar y social, incluidos, los retos, los cambios y los logros, con el propósito de corregir, resolver, e, incluso, mejorar, un comportamiento y, una eventual actitud, como consecuencia de una adaptación a su realidad, personal, familiar y social, vivenciada y experimentada, con agrado, gusto y placer, en la cual, niños y niñas, vivencian y experimentan, una activación y una actualización, de sus sentimientos de valentía y felicidad, y amor por un@ mism@ y, por l@s demás, estamos hablando de formar, educar y acompañar a las niñas y los niños, en el descubrimiento y la comprensión, sobre el hecho que, ellos y ellas, con la ayuda, el apoyo y el consejo de los adultos responsables, a cargo de los niños y las niñas, en los entornos personal, familiar y social, tienen la oportunidad y la posibilidad de practicar la comunicación o intercambio interpersonal de a dos, con expresiones verbales y no verbales, de modo que, comprendan y regulen sus sensaciones, sus emociones y sus sentimientos de miedo, tristeza y molestia, experimenten y vivencien sus sensaciones, sus emociones y sus sentimientos de valentía, felicidad y agrado, y, a manera personal y natural, equilibren y mantengan, su energía, su fuerza y su poder, para lograr estar sanos y saludables.
Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos, el significado y el sentido que tienen, las expresiones verbales y no verbales, en el proceso de modelar, formar y educar, el mundo interior de los niños y las niñas, que, natural y habitualmente, manifiestan y expresan, diferentes y diversos, tiempos y momentos, de sensaciones, emociones y sentimientos, conectados entre sí y, conectados con otros, en sus roles, como pueden ser, hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, o, alumnos o alumnas. Y, en ese mismo sentido, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, trabajemos en la experiencia y el aprendizaje, personal, emocional y afectivo, de los niños y las niñas, orientado a desarrollar y progresar, en la comunicación verbal y no verbal, en las niñas y los niños, sobre todo en los momentos y los lugares de juego, en los cuales, se originan oportunidades y posibilidades, para el contacto y la interacción, natural, espontánea e innata, con el ambiente, l@s compañer@s y, los materiales de juego, pues el intercambio interpersonal de a dos, puede ser muy positivo y favorable, para su crecimiento, su evolución y, sus logros, personales, emocionales y, afectivos, en los grupos de juego.