¡Hola!…¡Buenas Tardes!…¿Qué tal?. En el blog anterior, hablamos sobre, la comunicación y el intercambio, personales, emocionales y afectivos, desde el lenguaje del corazón, entre un adulto responsable a cargo, como puede ser, padre o madre, abuelo o abuela, o, tío o tía, y, un niño o una niña, como puede ser, hijo o hija, nieto o nieta, o, sobrino o sobrina, al interior de su entorno familiar, resumido en una primera expresión, como es …por favor, «escucha» a tu maestr@… En ese sentido, hablamos de la comunicación y el intercambio, personales, emocionales y afectivos, con expresiones claras, concretas y compatibles, de modo que, niñas y niños, puedan construir y crear conexiones, directas y únicas, con los seres con quienes comparten y aman, de sus entornos, personal, familiar y social, en beneficio suyo y de otr@s, por medio de la puesta en práctica y el ejercicio de, el lenguaje del corazón, que como medio y recurso de comunicación, se concreta y se hace realidad, en un intercambio de a dos, con gestos, movimientos y/o posiciones de partes del cuerpo, que observados en conjunto, pueden comunicar qué es lo necesario y qué es lo importante lograr con sus acciones, primarias y básicas. En el blog actual, entonces, vamos a hablar sobre, la comunicación y el intercambio, personales, emocionales y afectivos, desde el lenguaje del corazón, entre un adulto responsable a cargo, como puede ser, padre o madre, abuelo o abuela, o, tío o tía, y, un niño o una niña, como puede ser, hijo o hija, nieto o nieta, o, sobrino o sobrina, al interior de su entorno familiar, resumido en una segunda expresión, como es …por favor, «comparte» con tus compañer@s…
Efectivamente, cuando hablamos sobre, la comunicación y el intercambio, personales, emocionales y afectivos, desde el lenguaje del corazón, entre un adulto responsable a cargo, como puede ser, padre o madre, abuelo o abuela, o, tío o tía, y, un niño o una niña, como puede ser, hijo o hija, nieto o nieta, o, sobrino o sobrina, al interior de su entorno familiar, resumido en la expresión …por favor, «comparte» con tus compañer@s… estamos partiendo de la frase: «Amar es compartir», en referencia a la expresión, idealmente, usada por nosotros los seres humanos, en los diferentes tiempos y espacios de nuestra vida, personal, familiar y social, que hace referencia a un mágico concepto, como es, la idea y el mensaje de hacer parte, a los seres, a quienes amamos, de nuestr@s emociones, sueños, triunfos y derrotas, entre otros, como vivencias y experiencias de la vida misma.
De esta manera, cuando hablamos sobre, la comunicación y el intercambio, personales, emocionales y afectivos, entre un adulto responsable a cargo, y, un niño o una niña, al interior de su entorno familiar, resumidos en expresiones, contenidas de gestos, movimientos y/o posiciones de partes del cuerpo, propios y particulares de, el lenguaje del corazón, que comunican ideas y mensajes a los niños y las niñas, es necesario e importante que hablemos sobre, el significado y el sentido, primario y básico, de las ideas y los mensajes de las expresiones, que como adultos responsables a cargo, comunicamos e intercambiamos, con los niños y las niñas, al interior de su entorno familiar, como es, el compartir o el hacer parte, a los seres, a quienes amamos, de nuestr@s emociones, sueños, triunfos y derrotas, entre otros, como vivencias y experiencias de la vida misma, en esencia es, ser un@ mism@, desde la vivencia y la experiencia, con otros seres.
Así, cuando hablamos sobre, la expresión …por favor, «comparte» con tus compañer@s… construida y creada, teniendo como, significado y sentido, ser un@ mism@, desde la vivencia y la experiencia, con otros seres, haciendo parte, a los seres, a quienes amamos, de nuestr@s emociones, sueños, triunfos y derrotas, entre otros, como vivencias y experiencias de la vida misma, estamos hablando de, una expresión que, idealmente, facilita, favorece y promueve, la comunicación y el intercambio, personales, emocionales y afectivos, por lo mismo que, motiva e impulsa, la puesta en práctica y el ejercicio de el juego, como el principio y el fin, de la conducta, los comportamientos y las actitudes, de un niño o una niña, en sus contactos y sus interacciones, fuera del hogar, con niños y niñas, como sus semejantes, naturales, espontáneos e innatos, en necesidades, intereses, fortalezas y debilidades, por ejemplo.
Y, cuando hablamos sobre, la expresión …por favor, «comparte» con tus compañer@s… construida y creada, teniendo como, significado y sentido, ser un@ mism@, desde la vivencia y la experiencia, con otros seres, haciendo parte, a los seres, a quienes amamos, de nuestr@s emociones, sueños, triunfos y derrotas, entre otros, como vivencias y experiencias de la vida misma, estamos hablando que, el juego, en el contacto y la interacción, con niños y niñas, por ejemplo, como el principio y el fin, de la conducta, los comportamientos y las actitudes, de un niño o una niña, fuera del hogar, es una vivencia y una experiencia, personal, emocional y afectiva, clara y concreta, e, idealmente, compatible, con la vivencia y la experiencia de el amor en un niño y una niña, puesto que, en el juego, los niños y las niñas, manifiestan y expresan, en forma natural, espontánea e innata, sus necesidades, sus intereses, sus fortalezas y sus debilidades, por ejemplo.
Es así como, cuando hablamos de la comprensión y la regulación de las emociones, en las niñas y los niños, desde una toma de conciencia, sobre su realidad, personal, familiar y social, incluidos, los retos, los cambios y los logros, con el propósito de corregir, resolver, e, incluso, mejorar, un comportamiento y, una eventual actitud, como consecuencia de una adaptación a su realidad, personal, familiar y social, vivenciada y experimentada, con agrado, gusto y placer, en la cual, niños y niñas, vivencian y experimentan, una activación y una actualización, de sus sentimientos de valentía y felicidad, y amor por un@ mism@ y, por l@s demás, estamos hablando de formar, educar y acompañar a las niñas y los niños, en la comunicación y el intercambio, personales, emocionales y afectivos, con ideas y mensajes, significativos y sentidos, de modo que, niñas y niños, puedan construir y crear conexiones, directas y únicas, con los seres con quienes comparten y aman, de sus entornos, personal, familiar y social, en beneficio suyo y de otr@s, por medio de la puesta en práctica y el ejercicio de, el lenguaje del corazón, que como medio y recurso de comunicación, se concreta y se hace realidad, en un intercambio de a dos, con gestos, movimientos y/o posiciones de partes del cuerpo, que observados en conjunto, pueden comunicar qué es lo necesario y qué es lo importante lograr con sus habilidades, primarias y básicas.
Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos, la necesidad y la importancia que tiene, el lenguaje del corazón, en el proceso de modelar, formar y educar, el mundo interior de los niños y las niñas, que, natural y habitualmente, manifiestan y expresan, diferentes y diversos, tiempos y momentos, de sensaciones, emociones y sentimientos, conectados entre sí y, conectados con otros, en sus roles, como pueden ser, hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, o, alumnos o alumnas. Y, en ese mismo sentido, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, trabajemos en la experiencia y el aprendizaje, personal, emocional y afectivo, de los niños y las niñas, orientado a desarrollar y progresar, en las ideas y los mensajes, significativos y sentidos, en las niñas y los niños, sobre todo en los momentos y los lugares de juego, en los cuales, se originan oportunidades y posibilidades, para el contacto y la interacción, natural, espontánea e innata, con el ambiente, l@s compañer@s y, los materiales de juego, pues vivenciar y experimentar, el lenguaje del corazón, puede ser muy positivo y favorable, para su crecimiento, su evolución y, sus logros, personales, emocionales y, afectivos, en los grupos de juego.