¡Hola!…¡Buenos Días!…¿Qué tal?. Hoy día viernes 02 de Febrero, quiero reflexionar con un ustedes acerca del valor de las casas como espacios propios de los niños, dentro de los cuales, con las elecciones y decisiones de colores, formas y tamaños y ‘la construcción de la casa’, se desea y espera que los niños estén calmados y serenos, se sientan tranquilos y seguros, y se expresen y comuniquen espontáneamente en una conversación cotidiana con sus familiares, amigos y mascotas.
Como explicaba, para lograr que los niños estén calmados y serenos, y se expresen y comuniquen acerca de sus emociones en una conversación cotidiana con sus familiares, amigos y mascotas, corresponde que, como adultos a cargo de favorecer la estabilidad emocional, atendamos a sus particulares gustos y a sus lugares de juego, como suelen ser ‘las casas’ o elementos que inspiran y motivan conexiones personales y naturales con los materiales de construcción, sus características y sus usos.
Las casas imaginadas y creadas por los niños, incluidas sus elecciones y decisiones de colores, formas y tamaños y su construcción como espacios propios de los niños, hacen oportunos y posibles momentos de calma y serenidad, en los cuales, los niños sienten tranquilidad y seguridad, y experimentan la necesidad y el interés de expresarse y comunicarse espontáneamente usando el lenguaje y el habla, por lo mismo que, ‘la construcción de la casa estimula una conversación cotidiana’.
Las casas sensibilizan, de modo tal que, logran que los niños se sientan tranquilos y seguros, se expresen y comuniquen espontáneamente en una conversación cotidiana, y reconozcan, expresen y comuniquen sus emociones y sentimientos personales y naturales usando el lenguaje y el habla con sus familiares, amigos y mascotas, principalmente, en dos oportunidades, como suelen ser, el tiempo de construir las casas y el tiempo de habitar su espacio propio como su lugar de juego.
Ahora, a propósito de la reflexión “las casas y las emociones en la niñez” comprendo que ‘las casas’ logran que se sientan tranquilos y seguros, y se expresen y comuniquen acerca de sus emociones, pues ‘construir la casa’ que naturalmente responde a sus particulares necesidades e intereses, favorece que de modo personal cada niño se identifique con los materiales de construcción, sus características y sus usos, y por lo mismo, hable de sus lugares de juego con sus familiares, amigos y mascotas.
Saludos,
Lili Marlene
