¡Hola!…¿Qué tal?…¿Cómo están?. En esta oportunidad, luego de haber compartido con ustedes sobre las experiencias de expresión, las experiencias de exploración y las experiencias de construcción y, su importancia en la educación emocional, la literatura infantil, la lectura y, progresivamente, la escritura, siento y pienso que es adecuado y apropiado seguir leyendo e investigando sobre las emociones, la educación emocional y la inteligencia emocional, para interpretar y explicar sobre las emociones manifiestas y expresas por María José. María José, a sus 4 años de edad, es una niña muy tímida y muy nerviosa, que con la ayuda y el apoyo espiritual y emocional de Rodo y Lali, representados o simbolizados en un caballo y una yegua, comparte sus historias personales sobre cómo aprender a expresar las emociones. María José y sus amigos, son niños y niñas, entre los 3 y los 5 años de edad, que en diferentes circunstancias personales, familiares y sociales vivencian y experimentan situaciones diarias y cotidianas en el hogar, la escuela y la comunidad en general, que los confrontan con sus emociones y con la interpretación de sus emociones, como miedo, valentía, tristeza, alegría, molestia y agrado. Y, las emociones de miedo, valentía, tristeza, alegría, molestia y agrado, reconocidas e identificadas, por María José y sus amigos, según mi lectura y mi investigación pueden ser correlacionadas con los colores rojo, azul, amarillo, verde, naranja y morado, representados y simbolizados, por nuestra propuesta de medios, materiales y recursos formativo – educativos, como son los cojines de expresión.
Es así como, hablando de las emociones de María José, puedo explicar que, en mi búsqueda de información complementaria para compartir con ustedes sobre las emociones, la educación emocional y la inteligencia emocional, aprendo y descubro que, la emoción es un conjunto de reacciones del organismo, vivenciadas y experimentadas, en respuesta a determinados estímulos del medio exterior, que facilitan, favorecen y promueven la adaptación a situaciones del entorno, relacionadas con los espacios, las personas o los objetos, principalmente. Y, puedo explicar que, aprendo y descubro que, las emociones causan en el organismo tres clases de reacciones: reacciones fisiológicas, referidas a las respuestas físicas del organismo, manifiestas y expresadas ante los estímulos del medio exterior, que incluyen la evidencia y el registro de alteraciones respiratorias, sanguíneas, musculares, hormonales, entre otras, reacciones psicológicas, referidas a las respuestas mentales del organismo, manifiestas y expresadas ante los estímulos del medio exterior, que incluyen la evidencia y el registro de necesidades, intereses, deseos, objetivos, fortalezas, debilidades, entre otros, y, reacciones conductuales, referidas a las respuestas afectivas y sociales del organismo, manifiestas y expresadas ante los estímulos del medio exterior, que incluyen la evidencia y el registro de disposiciones sentimentales, como son gestos, actitudes, posturas, procederes, entre otros.
Asimismo, hablando de las historias personales de María José sobre cómo aprender a expresar las emociones, puedo explicar que, en mi búsqueda de información complementaria para compartir con ustedes sobre las emociones, la educación emocional y la inteligencia emocional, aprendo y descubro que, la educación emocional es un proceso formativo – educativo, continuo y permanente, que favorece el desarrollo de las competencias emocionales, que como elementos esenciales en el desarrollo y progreso a niveles físico, mental, afectivo y social, capacitan a los niños y las niñas para la vida, facilitando, favoreciendo y promoviendo el rendimiento y el bienestar personal y social de los niños y las niñas, al interior del hogar, la escuela y la comunidad en general. Y, puedo explicar que, aprendo y descubro que, la educación emocional es un proceso que forma y educa a los niños y las niñas en cuatro competencias emocionales, como son: el autoconocimiento o la capacidad de los niños y las niñas de reconocer los sentimientos evidenciados y registrados en sí mismos y, descubrir los estímulos que provocan los sentimientos, la autorregulación o la capacidad de los niños y las niñas de controlar y gestionar las sensaciones, las emociones, los sentimientos, los pensamientos y las ideas evidenciados y registrados en sí mismos, la motivación o la capacidad de los niños y las niñas de orientar la voluntad hacia el logro de objetivos validando las fortalezas y resolviendo las debilidades evidenciadas y registradas en sí mismos, y, la empatía o la capacidad de los niños y las niñas de conocer los sentimientos evidenciados y registrados en otras personas, como pueden ser niños o niñas, y adultos y, comprender sus puntos de vista y sus preocupaciones.
Y, hablando de la educación emocional de María José, representada o simbolizada por la ayuda y el apoyo espiritual y emocional de Rodo y Lali, representados o simbolizados en un caballo y una yegua, puedo explicar que, en mi búsqueda de información complementaria para compartir con ustedes sobre las emociones, la educación emocional y la inteligencia emocional, aprendo y descubro que, la inteligencia emocional es un conjunto de habilidades emocionales que facilitan la autorregulación, definida como el control y la gestión de las sensaciones, las emociones, los sentimientos, los pensamientos y las ideas evidenciados y registrados en uno mismo. Y, puedo explicar que, aprendo y descubro que, es oportuno y es posible trabajar en la formación y la educación de las habilidades de la inteligencia emocional desde los 2 años de edad en adelante y a lo largo de la vida de los niños y las niñas, con el propósito de lograr que los niños y las niñas aprendan a conocer y aceptar las necesidades, los intereses, los deseos, los objetivos, las fortalezas y las debilidades, evidenciados y registrados en sí mismos, aprendan a controlar y gestionar los estados de ánimo, definidos como disposiciones sentimentales que incluyen gestos, actitudes, posturas y procederes buenos y malos, o, positivos y negativos manifiestos y expresos en sí mismos, por períodos cortos, como pueden ser horas, o, por períodos largos, como pueden ser días, y, aprendan a aceptar y comprender las necesidades, los intereses, los deseos, los objetivos, las fortalezas y las debilidades evidenciados y registrados en otras personas, como pueden ser niños o niñas y, adultos.
Es así como, haciendo una lectura de la primera historia personal de María José sobre cómo aprender a expresar el miedo, en el caso de María José, el miedo causado por el movimiento de su cama, por el cual quiso pararse pero no pudo pararse, interpretamos y explicamos que, en el cuento infantil: «María José dice: ¡Mi cama se movió!, se evidencian y se registran tres momentos emocionales, en los cuales, María José cuenta sus experiencias a Rodo y Lali y, María José reconoce, expresa y comunica sus sensaciones, sus emociones, sus sentimientos, sus pensamientos y sus ideas ante Rodo y Lali; como por ejemplo, en un primer momento, cuando María José, Rodo y Lali conversan y, María José cuenta que despertó porque su cama se movió, reconociendo, expresando y comunicando que sintió mucho miedo porque quiso pararse pero no pudo pararse, en un segundo momento, cuando María José, Rodo y Lali conversan y, María José cuenta que durmieron los tres juntos (María José, Mamá y Papá) en cama de mamá y papá, reconociendo, expresando y comunicando que se sintió segura y protegida porque estuvo en medio de mamá y papá como cuando era una bebé, y, en un tercer momento, cuando María José, Rodo y Lali conversan y, María José cuenta que quiso quedarse en casa jugando con sus juegos y juguetes, reconociendo, expresando y comunicando que sentada entre el heno se siente segura y protegida como en cama de mamá y papá.
Asimismo, haciendo una lectura de los comportamientos y las conductas de María José, manifiestas y expresas durante la conversación con Rodo y Lali en «El Establo Mágico», interpretamos y explicamos que, en la conversación de María José, Rodo y Lali, se evidencian y se registran las competencias emocionales de la educación emocional, en las cuales, María José, muestra y demuestra el cómo se está capacitando para la vida y, Rodo y Lali, muestran y demuestran el cómo están facilitando, favoreciendo y promoviendo el rendimiento y el bienestar personal y social de María José, al interior del hogar, la escuela y la comunidad en general¨; por ejemplo, se evidencia y se registra el autoconocimiento, cuando María José manifiesta y expresa: «Sí, Lali. Cuando paró el movimiento, abrí mis ojos. Y me sentí segura y protegida, escuchando la voz de Mamá en mi cuarto.», se evidencia y se registra la autorregulación, cuando María José manifiesta y expresa: «Sí, Rodo. Después que Mamá me dio su calientito «abrazo de oso», me cargó, diciendo que «siempre está conmigo». Y, cargada, me sentí segura y protegida.», se evidencia y se registra la motivación, cuando María José manifiesta y expresa: «¿El Secreto?…Lali y Rodo, cuéntenme, por favor…¿qué secreto tienen para compartirme?. ¡A Mí me gustan mucho Los Secretos!. ¡Muchas Gracias, Lali y Rodo!.», y, se evidencia y se registra la empatía, cuando María José manifiesta y expresa: «Yo, como todos mis amigos, juego tranquila con mis compañeros, yeguas y caballos. Pero, cuando siento mucho miedo como hoy quiero quedarme en casa.»
Es entonces que, desde mi experiencia como tía y maestra de niños y niñas menores de 6 años de edad, que encuentro en la literatura infantil y los cuentos infantiles, medios, materiales o recursos productivos, creativos y comunicativos, que activan y actualizan sensaciones, emociones, sentimientos, pensamientos e ideas personales y sociales y, que facilitan, favorecen y promueven la toma de decisiones personales y sociales y la resolución de conflictos afectivos y sociales, hoy quiero transmitir que, los adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres o madres, abuelos o abuelas, tíos o tías y maestros o maestras, tenemos en la literatura infantil y los cuentos infantiles, oportunidades y posibilidades de trabajo formativo – educativo de las emociones, la educación emocional y la inteligencia emocional en los niños y las niñas. Y, hoy quiero compartir con ustedes el aprendizaje y el descubrimiento logrados en mi lectura y mi investigación sobre las emociones, la educación emocional y la inteligencia emocional y, personalmente desarrollados desde la escritura de cuentos infantiles sobre cómo aprender a expresar emociones, en relación a que, las cuatro competencias emocionales formadas y educadas en el proceso formativo – educativo de la educación emocional, como son el autoconocimiento, la autorregulación, la motivación y la empatía, representadas y simbolizadas en las historias de los cuentos infantiles, por los personajes y sus historias personales, pueden motivar e inspirar el reconocimiento, la expresión y la comunicación de sensaciones, emociones, sentimientos, pensamientos e ideas en los niños y las niñas, que ejercitan y practican la literatura infantil, desde la lectura, la narración, la dramatización y, progresivamente, la escritura de cuentos infantiles.