Educación Emocional, …la construcción del pensamiento mágico…

¡Hola!…¿Cómo están?…¿Qué tal?…En esta oportunidad, quiero comenzar el blog, recordando que, como presentamos y explicamos en los blogs anteriores, sobre los temas de la expresión de las emociones y la exploración de los sentimientos, María José, recuerda y narra, su experiencia de miedo y, sus experiencias de seguridad y protección, y, María José, conoce y descubre que, el temblor es la causa del movimiento de su cama y, conoce y descubre que, para poder pararse para ir al cuarto de su mamá y su papá, necesita aprender a controlarse y, necesita aprender a esperar a que pase el temblor y su cama deje de moverse, con lo cual, podemos señalar que, María José, manifiesta y expresa, un significativo y sentido conflicto a nivel afectivo y social, como demuestra y muestra el hecho de querer quedarse en su casa jugando, con sus juegos y sus juguetes y, su mamá y su papá, porque como, María José, reconoce, expresa y comunica, se sintió y se siente, segura y protegida, cuando está en medio de su mamá y su papá.

En la conversación y los diálogos con Rodo y Lali, María José, reconoce, expresa y comunica que, sintió mucho miedo cuando su cama se movió y, cuando quiso pararse y no pudo pararse, para ir al cuarto de su mamá y su papá y, reconoce, expresa y comunica que, se sintió y se siente, segura y protegida, cuando está en medio de su mamá y su papá, con lo cual, podemos percibir que, María José, vivencia y experimenta, la seguridad y la protección, como una proyección y una transferencia de la seguridad y la protección, esencialmente, personificadas, representadas y simbolizadas, por su mamá y su papá. Y, podemos interpretar que, en un intento de liberarse de la sensación de angustia ante el peligro, representado y simbolizado, por el movimiento de su cama y el temblor, María José, manifiesta y expresa, reiteradamente, a Rodo y Lali, el deseo de querer quedarse en su casa jugando, con sus juegos y sus juguetes, e, incluso, el deseo de querer esperar a que su mamá y su papá regresen de trabajar, para jugar juntos los tres, basada en la seguridad y la protección que experimenta, por el contacto y la interacción, con su mamá y su papá.

En ese sentido, hablando de la solución de María José, que se resume en querer quedarse en su casa jugando, con sus juegos y sus juguetes y, en querer esperar a que su mamá y su papá regresen de trabajar, para jugar juntos los tres, podemos observar que, María José, demuestra y muestra que, está percibiendo, evaluando y expresando sus emociones, está dirigiendo sus emociones y está formando su pensamiento, en base a una realidad muy personal y muy particular, está comprendiendo las causas y las consecuencias de sus emociones, está adaptando sus emociones y, las emociones de su mamá y su papá, a sus necesidades y sus intereses, está reconociendo los sentimientos “positivos o buenos” y, los sentimientos “negativos o malos”, en sí misma y, en su mamá y su papá, y, como producto de un proceso mental y emocional, personal y particular, participa a Rodo y Lali, el pensamiento realista que ordena su conducta, manifiesto y expreso, en la frase de María José: «Sí, Rodo. Pero puedo quedarme en casa jugando con mis juegos y juguetes. Y, cuando Mamá y Papá regresan de trabajar, puedo jugar con Mamá y Papá».

Es así como, frente a un pensamiento realista, concreto y objetivo, muy personal y muy particular y, esencialmente, funcional y utilitario, demostrado y mostrado, en la frase de María José, Rodo y Lali, como guías espirituales y emocionales de María José, representan y simbolizan y, sobre todo, activan y actualizan, la magia interior de María José, con el propósito formativo – educativo de transformar el pensamiento realista de María José, en un pensamiento mágico, formado y conformado, por emociones y sentimientos, esencialmente, «positivos o buenos», que están dirigidos a encontrar soluciones, simples e inmediatas, a los conflictos afectivos y sociales cotidianos de María José, y, están orientados a ayudar, apoyar y aconsejar a María José, para que logre liberarse de su sensación de angustia ante el peligro y, para que logre ordenar su conducta y su comportamiento, en base a los criterios y las razones sobrenaturales, divinos y milagrosos, que despiertan su curiosidad, su imaginación, su fantasía y, su creatividad, manifiestos y expresos, en la frase de Lali: «María José, te explico…»El Secreto es llevar a Mamá y Papá en tu corazón». Cuando llevas a Mamá y Papá en tu corazón, siempre te sientes segura y protegida.»

El pensamiento mágico, manifiesto y expreso, en los niños y las niñas, entre los 2 años y los 7 años de edad, se caracteriza por ser un pensamiento, esencialmente, simbólico, concreto y egocéntrico y, se reconoce por ser un pensamiento que, representa una percepción y una concepción sobrenatural, divina y milagrosa, del mundo y de la vida cotidianos. La construcción del pensamiento mágico, se evidencia, en los niños y las niñas, en la creación de una realidad paralela, divina y milagrosa, concebida como una realidad segura, en la cual, todo es posible y todo es controlable y, concebida como una realidad protegida, en la cual, tienen solución todos los conflictos afectivos y sociales, significativos y sentidos y, relacionados con las emociones y los sentimientos de los niños y las niñas. Y, en la historia personal de María José, sobre como aprender a expresar el miedo, es mediante la participación y la intervención de Rodo y Lali, como guías espirituales y emocionales, que María José logra transformar su  pensamiento realista en un pensamiento mágico y, logra construir su pensamiento mágico, manifiesto y expreso, en la frase de María José: «Entiendo Rodo…Yo logro «creer sin ver» que llevo a Mamá y Papá en mi corazón…»Cuando Yo siento El Amor de Mamá y Papá dentro de Mí»…¿Verdad?…

De esta manera, como logro de la conversación y los diálogos entre María José, Rodo y Lali, podemos observar que, en base a conocimientos y conceptos reales, relacionados con el cuerpo y el corazón y, a partir de conocimientos y conceptos mágicos, relacionados con el corazón y el amor, Rodo y Lali, logran motivar e inspirar, la curiosidad, la atención, el interés y, el conocimiento de María José, y, María José, logra discriminar y nombrar los diferentes sentimientos «positivos o buenos», relacionados con la seguridad y la protección, en su mamá y su papá y, en sí misma, para utilizar la información de sus emociones y sus sentimientos, con el propósito de orientar su pensamiento y su conducta, en forma “positiva o buena” y, para administrar sus emociones y sus sentimientos, de un modo muy propio y muy particular, logrando comprender, aceptar y respetar el hecho que, al igual que todos los niños y las niñas, Ella, necesita salir de su casa, para jugar con sus amigos, y Ella, necesita salir de su casa, sintiendo igual seguridad y protección, como cuando, Ella, está jugando en su casa, en medio de su mamá y su papá y, con sus juegos y sus juguetes.

Es entonces que, desde mi conocimiento y mi experiencia como tía y maestra, en contacto e interacción con niños y niñas, menores de 6 años de edad, hoy quiero compartir con ustedes la frase de Rodo: «Sí , María José. Así, es. Y, cuando… Tú logras «creer sin ver» que llevas a Mamá y a Papá en tu corazón, Tú logras sentir las voces de Mamá y Papá… .», para transmitir la importancia que, nuestra participación e intervención, como guías espirituales y emocionales, tienen en la formación y la educación de las emociones, los sentimientos, los pensamientos y las conductas de los niños y las niñas, así como, transmitir la significación que, nuestros pensamientos y mensajes, espirituales y emocionales, tienen en la resolución de los conflictos afectivos y sociales de los niños y las niñas. Y, hoy quiero compartir con ustedes la frase de María José: «¡Muchas Gracias por compartirme El Secreto, Rodo y Lali! Ahora, estoy tranquila. Y, como todos mis amigos, ahora, juego segura y protegida.», para ejemplificar a ustedes con una oración, todos los logros que, los niños y las niñas, pueden alcanzar y conquistar, como pueden ser: el ser agradecido, el saber compartir, el manifestar afinidad y, el expresar tranquilidad, seguridad y protección, como producto de un proceso mental y emocional, con contenidos sobrenaturales, divinos y milagrosos, que pueden activar y actualizar la magia interior y, que pueden facilitar, favorecer y promover, la construcción del pensamiento mágico, en el que todo es posible y nada es imposible, por obra de la magia y el amor, que habitan en el corazón.