¡Hola!…¡Buenos Días!…¿Qué tal?. En el blog anterior, hablé sobre, ¡Soy una mamá de «el Corazón»!!!, explicando la relación entre el vínculo espiritual y emocional con mi mamá, y, el vínculo espiritual y emocional con mi máma, mi experiencia y aprendizaje como hija de mi mamá, y, mi experiencia y aprendizaje como hija de «el Corazón» de mi máma, por crianza desde mi primer día de vida, y, el vínculo espiritual y emocional con mis sobrinos y mis sobrinas, y con mis alumnos y mis alumnas, nacido, desarrollado y cultivado, en la personal y la natural, relación interpersonal, como tía y maestra. En ese sentido, cuando hablo sobre, ¡Soy una mamá de «el Corazón»!!!, por mi personal y mi natural, relación interpersonal, como hija de «el Corazón» de mi máma, quien es mi mamá de «el Corazón», por crianza desde mi primer día de vida, y por mi personal y mi natural, relación interpersonal, como tía de mis sobrinos y mis sobrinas, y como maestra de mis alumnos y mis alumnas, descubro y comprendo que, por «el amor» y la magia de «el Corazón», que hacen posible, la creación y la construcción de vínculos espirituales y emocionales, con mis sobrinos y mis sobrinas, y con mis alumnos y mis alumnas, siguiendo con convicción, el personal y el natural, ejemplo de vida de mi mamá y mi máma, hoy, siento y sé que, soy una mamá de «el Corazón», de mis sobrinos y mis sobrinas, así como, de mis alumnos y mis alumnas. Y, asimismo, cuando hablo sobre, ¡Soy una mamá de «el Corazón»!!!, comprendo y explico que, entre mi personal y mi natural, relación interpersonal, como hija de «el Corazón» de mi máma, quien es mi mamá de «el Corazón», y mi personal y mi natural, relación interpersonal, como tía de mis sobrinos y mis sobrinas, y como maestra de mis alumnos y mis alumnas, el juego, es la práctica personal y natural cotidiana, en común, en, y desde, la cual, mi máma y yo, como mamá e hija de «el Corazón», al igual que, mis sobrinos y mis sobrinas, y yo, y, mis alumnos y mis alumnas, y yo, como mamá e hijos, o, como mamá e hijas, de «el Corazón», creamos y construimos, los vínculos espirituales y emocionales, por siempre y para siempre.
En el blog actual, entonces, voy a hablar sobre, «el amor», mi aroma y yo, explicando la relación entre el vínculo espiritual y emocional con mi papá y con mi mamá, y, el vínculo espiritual y emocional con mi máma, mi experiencia y aprendizaje como hija de mi papá e hija de mi mamá, y, mi experiencia y aprendizaje como hija de «el Corazón» de mi máma, y, el vínculo espiritual y emocional con mis sobrinos y mis sobrinas, y con mis alumnos y mis alumnas, nacido, desarrollado y cultivado, en la personal y la natural, relación interpersonal, como tía y maestra, pues si bien cierto que, por experiencia y aprendizaje sociales, en mi familia, la creación y la construcción de los vínculos espirituales y emocionales, con «el amor» de mi papá, y, con «el amor» de mi mamá, se relacionan de forma personal y natural, con el olor de la loción de mi papá, y con el olor del perfume de mi mamá, descubro y comprendo que, ahora que, mi papá, su amor y el recuerdo de su aroma, al igual que, mi mamá, su amor y el recuerdo de su aroma, habitan dentro de mí y se encuentran registrados en mi memoria olfativa, por siempre y para siempre, activando y actualizando, sensaciones, emociones y sentimientos, enlazados con su fortaleza espiritual, y con su inteligencia emocional, es tiempo de crear y construir los vínculos espirituales y emocionales con «el amor» de mi misma, relacionados de forma personal y natural, con mi elección de aroma.
De esta manera, cuando hablo sobre, «el amor», mi aroma y yo, explicando la relación entre el vínculo espiritual y emocional con mi papá y con mi mamá, y, el vínculo espiritual y emocional con mi máma, mi experiencia y aprendizaje como hija de mi papá e hija de mi mamá, y, mi experiencia y aprendizaje como hija de «el Corazón» de mi máma, y, el vínculo espiritual y emocional con mis sobrinos y mis sobrinas, y con mis alumnos y mis alumnas, nacido, desarrollado y cultivado, en la personal y la natural, relación interpersonal, como tía y maestra, comprendo y explico que, la actualización y la activación de las sensaciones, las emociones y los sentimientos vivenciados y experimentados, enlazados con la fortaleza espiritual de mi papá, y con la inteligencia emocional de mi mamá, vinculados en lo espiritual y lo emocional, con su amor, y con el recuerdo de su aroma, que habitan dentro de mí, y se encuentran registrados en mi memoria olfativa, por siempre y para siempre, motivan e inspiran, mi personal y mi natural, elección de aroma, esencialmente, relacionado con, «el amor» de mi misma, desarrollado y cultivado, por mi papá, por mi mamá, y por mi máma, por siempre y para siempre.
En tal sentido, cuando hablo sobre, «el amor», mi aroma y yo, comprendiendo y explicando que, la actualización y la activación de las sensaciones, las emociones y los sentimientos vivenciados y experimentados, enlazados con la fortaleza espiritual de mi papá, y con la inteligencia emocional de mi mamá, vinculados en lo espiritual y lo emocional, con su amor, y con el recuerdo de sus aromas, que habitan dentro de mí, y se encuentran registrados en mi memoria olfativa, por siempre y para siempre, motivan e inspiran, mi personal y mi natural, elección de aroma, esencialmente, relacionado con, «el amor» de mi misma, desarrollado y cultivado, por mi papá, por mi mamá, y por mi máma, por siempre y para siempre, descubro y comprendo que, el aroma elegido, por mí, para mí, representa y simboliza, de forma personal y natural, mi fortaleza espiritual, contenida de la fortaleza espiritual de mi papá, que habita en mi interior, por siempre y para siempre, y que por obra de el amor de mi papá, trasciende y participa, en mí, en la expresión y la manifestación de mi fortaleza espiritual, y, en el desarrollo y el cultivo, personal y natural, de mi fortaleza espiritual.
En tal sentido, también, cuando hablo sobre, «el amor», mi aroma y yo, comprendiendo y explicando que, la actualización y la activación de las sensaciones, las emociones y los sentimientos vivenciados y experimentados, enlazados con la fortaleza espiritual de mi papá, y con la inteligencia emocional de mi mamá, vinculados en lo espiritual y lo emocional, con su amor, y con el recuerdo de sus aromas, que habitan dentro de mí, y se encuentran registrados en mi memoria olfativa, por siempre y para siempre, motivan e inspiran, mi personal y mi natural, elección de aroma, esencialmente, relacionado con, «el amor» de mi misma, desarrollado y cultivado, por mi papá, por mi mamá, y por mi máma, por siempre y para siempre, descubro y comprendo que, el aroma elegido, por mí, para mí, representa y simboliza, de forma personal y natural, mi inteligencia emocional, contenida de la inteligencia emocional de mi mamá, que habita en mi interior, por siempre y para siempre, y que por obra de el amor de mi mamá, trasciende y participa, en mí, en la expresión y la manifestación de mi inteligencia emocional, y, en el desarrollo y el cultivo, personal y natural, de mi inteligencia emocional.
Es así como, cuando hablamos de la comprensión y la regulación de las emociones, en las niñas y los niños, desde una toma de conciencia, sobre su realidad, personal, familiar y social, incluidos, los retos, los cambios y los logros, con el propósito de corregir, resolver, e, incluso, mejorar, un comportamiento y, una eventual actitud, como consecuencia de una adaptación a su realidad, personal, familiar y social, vivenciada y experimentada, con agrado, gusto y placer, en la cual, niños y niñas, vivencian y experimentan, una activación y una actualización, de sus sentimientos de valentía y felicidad, y amor por un@ mism@ y, por l@s demás, estamos hablando de formar, educar y acompañar a las niñas y los niños, en el descubrimiento y la comprensión, sobre el hecho que, sus elecciones personales y naturales, como por ejemplo, la elección de sus aromas, representan y simbolizan, sensaciones, emociones y sentimientos vivenciados y experimentados, enlazados con la fortaleza espiritual y la inteligencia emocional de sus papás y sus mamás, vinculados en lo espiritual y lo emocional, con su amor, y con el recuerdo de sus aromas, que habitan dentro de ellos y ellas, y se encuentran registrados en sus memorias olfativas, por siempre y para siempre, trascendiendo y participando, en ellos y ellas, y, en la expresión, la manifestación, el desarrollo y el cultivo, personales y naturales, de su fortaleza espiritual y su inteligencia emocional.
Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos, el significado y el sentido que tienen, los aromas y las sensaciones personales y naturales, en el proceso de modelar, formar y educar, el mundo interior de los niños y las niñas, que, natural y habitualmente, manifiestan y expresan, diferentes y diversos, tiempos y momentos, de sensaciones, emociones y sentimientos, conectados entre sí y, conectados con otros, en sus roles, como pueden ser, hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, o, alumnos o alumnas. Y, en ese mismo sentido, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, trabajemos en la experiencia y el aprendizaje, personal, emocional y afectivo, de los niños y las niñas, orientado a desarrollar y progresar, en la experiencia y el aprendizaje de sentir, en las niñas y los niños, sobre todo en los momentos y los lugares de juego, en los cuales, se originan oportunidades y posibilidades, para el contacto y la interacción, natural, espontánea e innata, con el ambiente, l@s compañer@s y, los materiales de juego, pues ejercitar la capacidad de elección, puede ser muy positivo y favorable, para su crecimiento, su evolución y, sus logros, personales, emocionales y, afectivos, en los grupos de juego.