Educación Emocional, … “Yo soy tía, maestra y escritora”…

¡Hola!…¡Buenas Tardes!…¿Qué tal?. En el blog anterior hablé sobre, “deLili, un logro de cabeza, corazón y manos”, explicando la relación entre, “el amor”, como la energía buena y positiva, que habita en nuestro espacio espiritual y emocional interno, activando y actualizando, nuestros ser y poder, internos e individuales, manifiestos y expresos, en emociones, sentimientos, reflexiones, pensamientos, opiniones, ideas, planes y objetivos, personales, familiares y sociales, la imaginación y la creatividad, como capacidades de representar y elaborar mentalmente, las acciones y las soluciones beneficiosas, “en lo interno, lo propio y lo esencial”, que cuando trabajamos, desde “el amor” y el creer sin ver, como poderes, internos e individuales, entrelazados por una misma fuerza, interna e individual, para alcanzar nuestro sano y saludable renacimiento interior, hacen que visualicemos, el cómo podemos controlarnos y responder, ante las vivencias y las experiencias, que producen malestar, personal, emocional y afectivo, y el bienestar integral, como el estado de curación, sanación y restablecimiento de nuestra salud física, mental y espiritual, producto de el manejo de las emociones, manifiesto y expreso, en la capacidad y la habilidad de controlar y responder a emociones, personales y naturales, como el miedo, la valentía, la tristeza, la felicidad, la molestia y el agrado, con conductas y actitudes, personales, emocionales y afectivas, naturalmente, buenas y positivas, “en lo interno, lo propio y lo esencial”. En ese sentido, cuando hablo sobre, “deLili, un logro de cabeza, corazón y manos”, estoy experimentando y aprendiendo que, en circunstancias y situaciones de inestabilidad a niveles físico, mental y espiritual, y eventual enfermedad, regularmente causada por episodios de miedo, tristeza y molestia, menos o más prolongados, en el tiempo y el espacio, nuestros sentimientos como el miedo, la tristeza y la molestia, que resultan de una buena y positiva evaluación de nuestras emociones de miedo, tristeza y molestia, naturalmente hecha por nuestro pensamiento, son los responsables de actualizar y activar la participación y la intervención de la cabeza, el corazón y las manos, en el logro de nuestro bienestar integral, sentido y evidenciado, como nuestra estabilidad física, mental y espiritual. Y, asimismo, cuando hablo sobre, “deLili, un logro de cabeza, corazón y manos”, comprendo y explico que, nuestra estabilidad física, mental y espiritual, consecuente con la participación y la intervención de la cabeza, el corazón y las manos, en el diseño, la creación y el desarrollo de nuestros proyectos personales, familiares y sociales, es naturalmente oportuna y posible, por la vivencia y la experiencia de episodios de miedo, tristeza y molestia, menos o más prolongados, en el tiempo y el espacio, que nos conducen hacia la valentía, la felicidad y el agrado, por el uso de la imaginación y la creatividad, como recursos “en lo interno, lo propio y lo esencial” que facilitan, favorecen y promueven el descubrimiento y el reconocimiento de nuestros “yo soy” y “yo puedo”, curadores, sanadores y restablecedores de nuestra salud físicamental y espiritual, en nuestros contactos e interacciones personales, emocionales y afectivos, al interior de nuestros entornos personales, familiares y sociales.

En el blog actual, entonces, voy a hablar sobre, “Yo soy tía, maestra y escritora”, explicando la relación entre, el bienestar integral, como el estado de curación, sanación y restablecimiento de nuestra salud física, mental y espiritual, producto de el manejo de las emociones, manifiesto y expreso, en la capacidad y la habilidad de controlar y responder a emociones, personales y naturales, como el miedo, la valentía, la tristeza, la felicidad, la molestia y el agrado, con conductas y actitudes, personales, emocionales y afectivas, naturalmente, buenas y positivas, “en lo interno, lo propio y lo esencial”, y la realización personal o la autorrealización, manifiesta y expresa, como la vivencia y la experiencia, personal, emocional y afectiva de poder alcanzar y lograr las motivaciones, las creencias y los deseos, personales, familiares y sociales, a través de el crecimiento y la maduración integral, que se concreta, se hace realidad, se siente y se evidencia, a niveles físico, mental y espiritual, como la construcción y la creación de una vida esencialmente feliz, pues si bien es cierto que, por experiencia y aprendizaje socio – culturales, se tiende y se suele, reconocer, identificar, clasificar e, incluso, etiquetar, emociones como el miedo, la tristeza y la molestia, como emociones malas y negativas, y emociones como la valentía, la felicidad y el agrado, como emociones buenas y positivas, estoy experimentando y aprendiendo que, en circunstancias y situaciones de inestabilidad a niveles físico, mental y espiritual, y eventual enfermedad, regularmente causada por episodios de miedo, tristeza y molestia, menos o más prolongados, en el tiempo y el espacio, nuestros consecuentes sentimientos de miedo, tristeza y molestia, que resultan de una buena y positiva evaluación de nuestras emociones de miedo, tristeza y molestia, hecha por nuestro pensamiento, en alianza con nuestros cabeza, corazón y manos, van a ser los responsables de guiar y comprometer, nuestros ser y poderes, internos e individuales, hacia el alcance y logro de nuestros objetivos, personales, familiares y sociales, siempre accionando y solucionando, con autoconocimiento, fe, confianza, disciplina y orden, y, tiempo y paciencia.

De esta manera, cuando hablo sobre, “Yo soy tía, maestra y escritora”, explicando la relación entre, el bienestar integral, como el estado de curación, sanación y restablecimiento de nuestra salud física, mental y espiritual, producto de el manejo de las emociones, manifiesto y expreso, en la capacidad y la habilidad de controlar y responder a emociones, personales y naturales, como el miedo, la valentía, la tristeza, la felicidad, la molestia y el agrado, con conductas y actitudes, personales, emocionales y afectivas, naturalmente, buenas y positivas, “en lo interno, lo propio y lo esencial”, y la realización personal o la autorrealización, manifiesta y expresa, como la vivencia y la experiencia, personal, emocional y afectiva de poder alcanzar y lograr las motivaciones, las creencias y los deseos, personales, familiares y sociales, a través de el crecimiento y la maduración integral, que se concreta, se hace realidad, se siente y se evidencia, a niveles físico, mental y espiritual, como la construcción y la creación de una vida esencialmente feliz, comprendo y explico que, una vez alcanzado el estado de curación, sanación y restablecimiento de nuestra salud física, mental y espiritual, producto de el manejo de nuestras emociones, nuestros mensajes, personales, emocionales y afectivas, como por ejemplo, “Yo soy tía, maestra y escritora”, con valor y consecuencias, personales, familiares y sociales, son nuestra manifestación y expresión, personal y natural, de el bienestar integral y de la realización personal o la autorrealización, que estamos alcanzando y logrando.

En tal sentido, experimento y aprendo que, cuando hablo sobre, “Yo soy tía, maestra y escritora”, comprendiendo y explicando que, una vez alcanzado el estado de curación, sanación y restablecimiento de nuestra salud física, mental y espiritual, producto de el manejo de las emociones, nuestros mensajes, personales, emocionales y afectivas, como por ejemplo, “Yo soy tía, maestra y escritora”, con valor y consecuencias, personales, familiares y sociales, son nuestra manifestación y expresión, personal y natural, de el bienestar integral y de la realización personal o la autorrealización, que estamos alcanzando y logrando, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos que, nuestra estabilidad física, mental y espiritual, consecuente con la participación y la intervención de la cabeza, el corazón y las manos, en el diseño, la creación y el desarrollo de nuestros proyectos personales, familiares y sociales, es naturalmente oportuna y posible, porque validamos el miedo, la tristeza y la molestia, como fuerzas, internas e individuales, buenas y positivas, por lo mismo que, por las energías y los poderes neutros de el miedo, la tristeza y la molestia, tenemos la oportunidad de implementar, acciones y controles, personales, emocionales y afectivos, que como eventuales conductas y actitudes, personales, familiares y sociales, buenas y positivas, nos permiten transitar, de el miedo y el debilitamiento, la tristeza y el decaimiento, y la molestia y el desgano, a la valentía y la fortaleza, la felicidad y la motivación, y el agrado y el entusiasmo, siempre activando y actualizando, el cerebro, el corazón y las manos, como los promotores de nuestro bienestar integral, al interior de nuestros entornos de contacto e interacción personal, familiar y social.

En tal sentido, también, experimento y aprendo que, cuando hablo sobre, “Yo soy tía, maestra y escritora”, comprendiendo y explicando que, una vez alcanzado el estado de curación, sanación y restablecimiento de nuestra salud física, mental y espiritual, producto de el manejo de las emociones, nuestros mensajes, personales, emocionales y afectivas, como por ejemplo, “Yo soy tía, maestra y escritora”, con valor y consecuencias, personales, familiares y sociales, son nuestra manifestación y expresión, personal y natural, de el bienestar integral y la realización personal o la autorrealización, que estamos alcanzando y logrando, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos que, nuestra estabilidad física, mental y espiritual, consecuente con la participación y la intervención de la cabeza, el corazón y las manos, en el diseño, la creación y el desarrollo de nuestros proyectos personales, familiares y sociales, es naturalmente oportuna y posible, porque validamos el miedo, la tristeza y la molestia, como fuerzas, internas e individuales, buenas y positivas, por lo mismo que, por las energías y los poderes neutros de el miedo, la tristeza y la molestia, tenemos la posibilidad de implementar, soluciones y respuestas, personales, emocionales y afectivas, que como eventuales conductas y actitudes, personales, familiares y sociales, buenas y positivas, nos permiten transitar, de el miedo y el debilitamiento, la tristeza y el decaimiento, y la molestia y el desgano, a la valentía y la fortaleza, la felicidad y la motivación, y el agrado y el entusiasmo, siempre activando y actualizando, el cerebro, el corazón y las manos, como los gestores de nuestra realización personal o nuestra autorrealización, al interior de nuestros entornos de contacto e interacción personal, familiar y social.

Es así como, cuando hablamos de la comprensión y la regulación de las emociones, en las niñas y los niños, desde una toma de conciencia, sobre su realidad, personal, familiar y social, incluidos, los retos, los cambios y los logros, con el propósito de corregir, resolver, e, incluso, mejorar, un comportamiento y, una eventual actitud, como consecuencia de una adaptación a su realidad, personal, familiar y social, vivenciada y experimentada, con agrado, gusto y placer, en la cual, niños y niñas, vivencian y experimentan, una activación y una actualización, de sus sentimientos de valentía y felicidad, y amor por un@ mism@ y, por l@s demás, estamos hablando de formar, educar y acompañar a las niñas y los niños, en el aprendizaje y la comprensión sobre, el bienestar integral, como el estado de curación, sanación y restablecimiento de su salud física, mental y espiritual, producto de el manejo de las emociones, manifiesto y expreso, en la capacidad y la habilidad de controlar y responder a emociones, personales y naturales, como el miedo, la valentía, la tristeza, la felicidad, la molestia y el agrado, con conductas y actitudes, personales, emocionales y afectivas, naturalmente, buenas y positivas, “en lo interno, lo propio y lo esencial”, y la realización personal o la autorrealización, manifiesta y expresa, como la vivencia y la experiencia, personal, emocional y afectiva de poder alcanzar y lograr las motivaciones, las creencias y los deseos, personales, familiares y sociales, a través de el crecimiento y la maduración integral, que se concreta, se hace realidad, se siente y se evidencia, conductas a niveles físico, mental y espiritual, como la construcción y la creación de una vida esencialmente feliz, con la finalidad que, los niños y las niñas, con el acompañamiento adulto, logren comprender y explicar que, en su presente y a lo largo de su vida, personal, familiar y social, en circunstancias y situaciones de inestabilidad a niveles físico, mental y espiritual, y eventual enfermedad, regularmente causada por episodios de miedo, tristeza y molestia, menos o más prolongados, en el tiempo y el espacio, sus consecuentes sentimientos de miedo, tristeza y molestia, que resultan de una buena y positiva evaluación de sus emociones de miedo, tristeza y molestia, hecha por su pensamiento, en alianza con sus cabeza, corazón y manos, van a ser los responsables de guiar y comprometer, sus ser y poderes, internos e individuales, hacia el logro de sus objetivos, personales, familiares y sociales, siempre accionando y solucionando, con autoconocimiento, fe, confianza, disciplina y orden, y, tiempo y paciencia, y, comprendan y expliquen que, una vez alcanzado el estado de curación, sanación y restablecimiento de su salud física, mental y espiritual, producto de el manejo de sus emociones, sus mensajes, personales, emocionales y afectivas, como por ejemplo, “Yo soy tía, maestra y escritora”, con valor y consecuencias, personales, familiares y sociales, son su manifestación y expresión, personal y natural, de el bienestar integral y de la realización personal o la autorrealización, que están alcanzando y logrando.

Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos, el significado y el sentido que tiene, el “yo soy”, en el proceso de modelar, formar y educar, el mundo interior de los niños y las niñas, que, natural y habitualmente, manifiestan y expresan, diferentes y diversos, tiempos y momentos, de sensaciones, emociones y sentimientos, conectados entre sí y, conectados con otros, en sus roles, como pueden ser, hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, o, alumnos o alumnas. Y, en ese mismo sentido, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, trabajemos en la experiencia y el aprendizaje, personal, emocional y afectivo, de los niños y las niñas, orientado a desarrollar y progresar, en validar sus miedos, sus tristezas y sus molestias, en las niñas y los niños, sobre todo en los momentos y los lugares de juego, en los cuales, se originan oportunidades y posibilidades, para el contacto y la interacción, natural, espontánea e innata, con el ambiente, l@s compañer@s y, los materiales de juego, pues trabajar en su realización personal o su autorrealización, puede ser muy positivo y favorable, para su crecimiento, su evolución y, sus logros, personales, emocionales y, afectivos, en los grupos de juego.