¡Hola!…¡Buenas Tardes!…¿Qué tal?. En el blog anterior, hablé sobre, mi mamá, su aroma y su amor, comprendiendo y explicando que, si bien es cierto que, en la actualidad de mis día a día, mi relación personal, emocional y afectiva, con su aroma y su amor, corresponden, esencialmente, a lo espiritual y lo emocional, sucede que, mi vínculo espiritual y emocional con mi mamá, y, mi experiencia y mi aprendizaje de su presencia, personal, emocional y afectiva, simbolizada y representada, por su aroma, se activan y se actualizan, por siempre y para siempre, toda vez y cada vez que, en mis día a día, percibo y siento, el olor de su perfume. En ese sentido, comprendo y explico que, por obra de el amor y su poder, la energía buena y positiva de mi mamá, interviene, trasciende y participa, en mis día a día, se activa y se actualiza, a manera de su aroma, y, por medio de mi sentido del olfato, ingresa en mí y en mi corazón, donde habita, crece y se multiplica, cada día. Asimismo, en ese sentido, soy consciente sobre el hecho que, la oportunidad y la posibilidad de desarrollar mi inteligencia emocional, como mi capacidad de reconocer sentimientos en mi misma y otros, de motivarme y de manejar positivamente mis relaciones interpersonales, durante la niñez, y a lo largo de toda mi vida, se relaciona, en forma personal y natural, con el hecho de sentir y saber que, mi mamá y su energía buena y positiva, habitan en mí y mi corazón, por siempre y para siempre, acompañándome y preparándome emocionalmente, para ser y actuar, con mayor valentía, cada vez. Y, soy consciente sobre el hecho que, como hija de mi mamá, en y desde mis diferentes roles cotidianos, tengo la misión de transmitir, y compartir, con mi familia y mis amigos, la energía buena y positiva de mi mamá, que habita en mí y mi corazón, por siempre y para siempre, acompañándome y preparándome emocionalmente, para ser y actuar, con mayor valentía, cada vez, de modo que, junto con mi familia y mis amigos, todos nos sintamos acompañados y preparados emocionalmente, para ser y actuar, con mayor valentía, cada vez.
En el blog actual, entonces, voy a hablar sobre, mi máma, su amor y sus manos, explicando la relación entre, el vínculo espiritual y emocional con mi máma, quien es mi mamá de «el Corazón», por crianza desde mi primer día de vida, sentido, reconocido e identificado, por mí, como su inteligencia emocional, que experimento y aprendo, todos los días y cada día, su amor, hecho vida, en su observarme con atención y compatibilidad, su escucharme con confianza y complicidad, su conocerme con compromiso y estabilidad, y su seguirme con convicción y credibilidad, y, la experiencia y el aprendizaje de su presencia, personal, emocional y afectiva, valorada y lograda, por sus manos, pues si bien es cierto que, el vínculo espiritual y emocional que, mi máma y yo, tenemos y sostenemos, en el tiempo y el espacio de vida, nace, se desarrolla y se cultiva, en nuestros corazones, sucede que, nuestra relación, personal, emocional y afectiva, como mamá e hija de «el Corazón», y, mi experiencia y mi aprendizaje de su presencia, personal, emocional y afectiva, valorada y lograda, por sus manos, se activan y se actualizan, por siempre y para siempre, toda vez y cada vez que, en mis día a día, disfruto, sus creaciones.
De esta manera, cuando hablo sobre, mi máma, su amor y sus manos, explicando la relación entre, el vínculo espiritual y emocional con mi máma, quien es mi mamá de «el Corazón», por crianza desde mi primer día de vida, sentido, reconocido e identificado, por mí, como su inteligencia emocional, que experimento y aprendo, todos los días y cada día, su amor, hecho vida, en su observarme con atención y compatibilidad, su escucharme con confianza y complicidad, su conocerme con compromiso y estabilidad, y su seguirme con convicción y credibilidad, y, la experiencia y el aprendizaje de su presencia, personal, emocional y afectiva, valorada y lograda, por sus manos, comprendo y explico que, por obra de el amor y su poder, la energía buena y positiva de mi máma, que experimento y aprendo, todos los días y cada día, se activa y se actualiza, en sus creaciones, que como, comidas y tejidos, creados con amor, disfruto, por medio de mis sentidos.
En tal sentido, cuando hablo sobre, mi máma, su amor y sus manos, comprendiendo y explicando que, por obra de el amor y su poder, la energía buena y positiva de mi máma, que experimento y aprendo, todos los días y cada día, se activa y se actualiza, en sus creaciones, que como, comidas y tejidos, creados con amor, disfruto, por medio de mis sentidos, soy consciente sobre el hecho que, la oportunidad y la posibilidad de desarrollar mi inteligencia emocional, como mi capacidad de reconocer sentimientos en mi misma y otros, de motivarme y de manejar positivamente mis relaciones interpersonales, durante la niñez, y a lo largo de toda mi vida, se relaciona, en forma personal y natural, con el hecho de sentir y saber que, mi máma, y su energía buena y positiva, se desarrolla y se cultiva, por siempre y para siempre, en cada comida y cada tejido, creado con amor, alimentándome y vistiéndome emocionalmente, para ser y actuar, con mayor valentía, cada vez.
En tal sentido, también, cuando hablo sobre, mi máma, su amor y sus manos, comprendiendo y explicando que, por obra de el amor y su poder, la energía buena y positiva de mi máma, que experimento y aprendo, todos los días y cada día, se activa y se actualiza, en sus creaciones, que como, comidas y tejidos, creados con amor, disfruto, por medio de mis sentidos, soy consciente sobre el hecho que, como hija de «el Corazón» de mi máma, en y desde mis diferentes roles cotidianos, tengo la misión de transmitir, y compartir, con mi familia y mis amigos, la energía buena y positiva de mi máma, que se desarrolla y se cultiva, por siempre y para siempre, en cada comida y cada tejido, creado con amor, alimentándome y vistiéndome emocionalmente, para ser y actuar, con mayor valentía, cada vez, de modo que, junto con mi familia y mis amigos, cada uno, en nuestros propios y particulares quehaceres de nuestros día a día, todos, alimentándonos y vistiéndonos emocionalmente, para ser y actuar, con mayor valentía, cada vez, experimentemos y aprendamos, a crear con amor, para ser y actuar, con mayor valentía, cada vez.
Es así como, cuando hablamos de la comprensión y la regulación de las emociones, en las niñas y los niños, desde una toma de conciencia, sobre su realidad, personal, familiar y social, incluidos, los retos, los cambios y los logros, con el propósito de corregir, resolver, e, incluso, mejorar, un comportamiento y, una eventual actitud, como consecuencia de una adaptación a su realidad, personal, familiar y social, vivenciada y experimentada, con agrado, gusto y placer, en la cual, niños y niñas, vivencian y experimentan, una activación y una actualización, de sus sentimientos de valentía y felicidad, y amor por un@ mism@ y, por l@s demás, estamos hablando de formar, educar y acompañar a las niñas y los niños, en la toma de conciencia sobre el hecho que, la oportunidad y la posibilidad de desarrollar su inteligencia emocional, como su capacidad de reconocer sentimientos en si mismos y otros, de motivarse y de manejar positivamente sus relaciones interpersonales, durante la niñez, y a lo largo de toda su vida, se relaciona, en forma personal y natural, con el hecho de sentir y saber que, sus mamás y sus energías buenas y positivas, se desarrollan y se cultivan, por siempre y para siempre, en cada una de sus creaciones, hechas con amor, alimentándoles y vistiéndoles emocionalmente, para ser y actuar, con mayor valentía, cada vez, y, sobre el hecho que, como hijos de sus mamás, en y desde sus diferentes roles cotidianos, tienen la misión de transmitir, y compartir, con su familia y sus amigos, la energía buena y positiva de sus mamás, que se desarrolla y se cultiva, por siempre y para siempre, en cada una de sus creaciones, hechas con amor, alimentándolos y vistiéndolos emocionalmente, para ser y actuar, con mayor valentía, cada vez, de modo que, junto con su familia y sus amigos, cada uno, en sus propios y particulares quehaceres de sus día a día, todos, alimentándose y vistiéndose emocionalmente, para ser y actuar, con mayor valentía, cada vez, experimenten y aprendan, a crear con amor, para ser y actuar, con mayor valentía, cada vez.
Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos, el significado y el sentido que tienen, los vínculos, en el proceso de modelar, formar y educar, el mundo interior de los niños y las niñas, que, natural y habitualmente, manifiestan y expresan, diferentes y diversos, tiempos y momentos, de sensaciones, emociones y sentimientos, conectados entre sí y, conectados con otros, en sus roles, como pueden ser, hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, o, alumnos o alumnas. Y, en ese mismo sentido, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, trabajemos en la experiencia y el aprendizaje, personal, emocional y afectivo, de los niños y las niñas, orientado a desarrollar y progresar, en los vínculos al interior del hogar, en las niñas y los niños, sobre todo en los momentos y los lugares de juego, en los cuales, se originan oportunidades y posibilidades, para el contacto y la interacción, natural, espontánea e innata, con el ambiente, l@s compañer@s y, los materiales de juego, pues experimentar y aprender la conexión entre «el amor» y las creaciones, puede ser muy positivo y favorable, para su crecimiento, su evolución y, sus logros, personales, emocionales y, afectivos, en los grupos de juego.