¡Hola!…¡Buenas Tardes!…¿Qué tal?. En el blog anterior, hablamos sobre que, la respuesta, a la pregunta… ¿cómo puedo corregir, resolver, e, incluso, mejorar para, construir y crear, vínculos personales y sociales, consistentes y resistentes, y, construir y crear, labores personales y sociales, significativas y productivas, al interior de mis entornos personal, familiar y social, en beneficio de mi misma y, de otr@s?… es «el amor»… puesto que, es «el amor», la energía buena y positiva que, independientemente de las situaciones y las circunstancias externas, vinculadas y relacionadas, con la edad, el tiempo y el espacio, nos motiva y nos impulsa, a abrir el corazón y, a conectar la mente, para accionar con, innovadores y renovadores, modos de comunicación e intercambio personales, emocionales y afectivos, hacia la familia y los amigos, a quienes amamos y nos aman, como manifestación y expresión de estar autocontrolando la timidez y, estar manejando el temor a los errores y las pérdidas. En ese sentido, cuando hablamos sobre que, la respuesta, es «el amor», explicamos que, para abrir el corazón y, conectar la mente, con innovadoras e innovadoras, acciones amorosas, hacia quienes amamos y nos aman, es necesario e importante, poner en práctica y ejercitar, el poder de «el amor», la magia de «el amor» y, el lenguaje del corazón, incluidos, gestos, movimientos y/o posiciones de partes del cuerpo, con o sin uso de palabras.
En el blog actual, entonces, vamos a responder, a la eventual pregunta, como puede ser, y, entonces…¿dónde está «el amor»?, consecuente con mi anterior pregunta, ¿cómo puedo corregir, resolver, e, incluso, mejorar para, construir y crear, vínculos personales y sociales, consistentes y resistentes, y, construir y crear, labores personales y sociales, significativas y productivas, al interior de mis entornos personal, familiar y social, en beneficio de mi misma y, de otr@s?, puesto que, si bien, podemos escuchar sobre la necesidad y la importancia de, poner en práctica y ejercitar «el amor» en nuestras vidas, así como, sobre la necesidad y la importancia de, expresar y comunicar «el amor», hacia familia y amigos, a quienes amamos y nos aman, siento y pienso que, independientemente de la edad, el tiempo y el espacio, en los cuales, nos encontremos, por temor a los errores y las pérdidas, los seres humanos, solemos limitarnos en el uso de la palabra amor, para transmitir la energía buena y positiva que sentimos, hacia nosotr@s mism@s y, otr@s, con la cual, somos creados y existimos, en el día a día, al interior de nuestros entornos personal, familiar y social.
De esta manera, cuando hablamos sobre, la eventual pregunta, y, entonces…¿dónde está «el amor»?, estamos en condición y disposición de responder que, sin limitación alguna, «el amor», como la energía buena y positiva que sentimos, hacia nosotr@s mism@s y, otr@s, con la cual, somos creados y existimos, en el día a día, al interior de nuestros entornos personal, familiar y social, está en todo lo creado, comprendiendo por todo lo creado, todo lo existente en El Universo, en general, y todo lo existente en El Planeta Tierra, en particular, habitado por los seres vivos, los seres no vivos, y los objetos, artesanales e industriales, puesto que, en su creación y su existencia, natural, artesanal o industrial, intervienen y participan, el amor, el poder y la magia de sus creadores, divinos y humanos, que como energías buenas y positivas, hacen oportunas y posibles, la actividad de los seres vivos, y la función de los seres no vivos y los objetos, artesanales e industriales
Así, cuando hablamos sobre, la eventual pregunta, y, entonces…¿dónde está «el amor»?, explicando que, «el amor», como la energía buena y positiva que sentimos, hacia nosotr@s mism@s y, otr@s, con la cual, somos creados y existimos, en el día a día, al interior de nuestros entornos personal, familiar y social, está en todo lo creado, comprendiendo por todo lo creado, todo lo existente en El Universo, en general, y todo lo existente en El Planeta Tierra, en particular, habitado por los seres vivos, los seres no vivos, y los objetos, artesanales e industriales, estamos hablando que, el amor, el poder y la magia de sus creadores, divinos y humanos, en forma natural, espontánea e innata, se transmiten y se transfieren, a sus creaciones naturales, artesanales o industriales, como son, los seres vivos, los seres no vivos, y los objetos, artesanales e industriales, haciendo oportunas y posibles, la actividad y la función, al interior de los entornos, personal, familiar y social.
Y, cuando hablamos sobre, la eventual pregunta, y, entonces…¿dónde está «el amor»?, explicando que, «el amor», como la energía buena y positiva que sentimos, hacia nosotr@s mism@s y, otr@s, con la cual, somos creados y existimos, en el día a día, al interior de nuestros entornos personal, familiar y social, está en todo lo creado, comprendiendo por todo lo creado, todo lo existente en El Universo, en general, y todo lo existente en El Planeta Tierra, en particular, habitado por los seres vivos, los seres no vivos, y los objetos, artesanales e industriales, estamos en condición y disposición de responder que, sin limitación alguna, los seres humanos, como creaciones divinas, y como creadores humanos, tenemos la oportunidad, la posibilidad, y la responsabilidad de, transmitir y transferir, con palabras, acompañadas con gestos, movimientos y/o posiciones de partes del cuerpo, «el amor», que habita en El Universo y El Planeta Tierra, y en nuestro interior, hacia nosotr@s mism@s, otr@s, y nuestros entornos, personal, familiar y social, de modo que, cada un@, logremos construir y crear, vínculos, personales y sociales, consistentes y resistentes, y labores, personales y sociales, significativas y productivas.
Es así como, cuando hablamos de la comprensión y la regulación de las emociones, en las niñas y los niños, desde una toma de conciencia, sobre su realidad, personal, familiar y social, incluidos, los retos, los cambios y los logros, con el propósito de corregir, resolver, e, incluso, mejorar, un comportamiento y, una eventual actitud, como consecuencia de una adaptación a su realidad, personal, familiar y social, vivenciada y experimentada, con agrado, gusto y placer, en la cual, niños y niñas, vivencian y experimentan, una activación y una actualización, de sus sentimientos de valentía y felicidad, y amor por un@ mism@ y, por l@s demás, estamos hablando de formar, educar y acompañar a las niñas y los niños, en la oportunidad, la posibilidad, y la responsabilidad de, transmitir y transferir, con palabras, acompañadas con gestos, movimientos y/o posiciones de partes del cuerpo, «el amor», que habita en El Universo y El Planeta Tierra, y en su interior, hacia sí mism@s, otr@s, y sus entornos, personal, familiar y social, de modo que, cada un@, logren construir y crear, vínculos, personales y sociales, consistentes y resistentes, y labores, personales y sociales, significativas y productivas, por medio de la puesta en práctica y el ejercicio de, el lenguaje del corazón, acompañado de palabras, sentidas y significativas, que como medio y recurso de comunicación, se concreta y se hace realidad, en un intercambio de a dos, con gestos, movimientos y/o posiciones de partes del cuerpo, que observados en conjunto, pueden comunicar qué es lo que se siente y cómo es lo que se siente, en relación a un@ mism@ y, a otr@s.
Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos, la necesidad y la importancia que tiene, «el amor», en el proceso de modelar, formar y educar, el mundo interior de los niños y las niñas, que, natural y habitualmente, manifiestan y expresan, diferentes y diversos, tiempos y momentos, de sensaciones, emociones y sentimientos, conectados entre sí y, conectados con otros, en sus roles, como pueden ser, hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, o, alumnos o alumnas. Y, en ese mismo sentido, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, trabajemos en la experiencia y el aprendizaje, personal, emocional y afectivo, de los niños y las niñas, orientado a desarrollar y progresar, en la verbalización de «el amor», hacia sí mism@s, otr@s y, sus entornos, en las niñas y los niños, sobre todo en los momentos y los lugares de juego, en los cuales, se originan oportunidades y posibilidades, para el contacto y la interacción, natural, espontánea e innata, con el ambiente, l@s compañer@s y, los materiales de juego, pues transmitir y transferir, «el amor», puede ser muy positivo y favorable, para su crecimiento, su evolución y, sus logros, personales, emocionales y, afectivos, en los grupos de juego.