¡Hola!…¡Buenas Tardes!…¿Qué tal? En el blog anterior, cuando hablamos sobre, la magia de «el amor», hablamos sobre, la oportunidad y la posibilidad que tenemos, de construir y crear, vínculos personales y sociales, consistentes y resistentes, y labores personales y sociales, significativas y productivas, en beneficio de nosotr@s, otr@s, y nuestros entornos, personal, familiar y social, toda vez que, desde el diálogo y la meditación en modo positivo, logramos transformar, las vivencias y las experiencias de, nuestro pasado, en los motivos y los impulsos, para crecer y madurar, en el servir, el amar y el dar. En ese sentido, cuando hablamos sobre, la magia de «el amor», hablamos sobre la purificación de la memoria, como la vivencia y la experiencia, de reconocer y recordar los hechos de nuestro pasado, siendo capaces de darles un significado y un sentido diferentes, mediante su transformación, su reinterpretación, su sanación y su rehabilitación en modo positivo, por obra de el amor y su poder, que se concreta y se hace realidad, en tres procesos, como son, el perdón, la aceptación y la comprensión, que facilitan, favorecen y promueven, el desarrollo voluntario de comportamientos y actitudes constructivas, en relación a las vivencias, las experiencias, y los hechos dañinos de «el pasado», toda vez que, reconocemos y admitimos que, el control de las situaciones de la realidad, es limitado, damos significado y sentido a las situaciones de la realidad, elaboramos una idea de la realidad, y transmitimos un mensaje de la realidad, idealmente, positivo y favorable. En el blog actual, entonces, vamos a hablar sobre, la magia de «el amor» y los sueños compartidos, concibiendo y definiendo, los sueños compartidos, como las labores personales y sociales, significativas y productivas, basadas en el servir, el amar y el dar, en las cuales, participamos e intervenimos, motivados e impulsados, por vínculos y, conexiones, directas y únicas.
Efectivamente, cuando hablamos sobre, los sueños compartidos, como las labores personales y sociales, significativas y productivas, basadas en el servir, el amar y el dar, en las cuales, participamos e intervenimos, motivados e impulsados, por conexiones directas y únicas, estamos partiendo de la frase: «La Magia está en Ti», en referencia a la idea y el mensaje, positivo y favorable, en relación a que, «la vida», ofrece una gracia o un don, muy especial y muy valioso, a quienes aceptamos el reto de concretar y hacer realidad, nuestros emprendimientos, en beneficio de nosotr@s, otr@s y nuestros entornos, personal, familiar y social, cuando nosotr@s voluntariamente desarrollamos comportamientos y actitudes constructivas, hacia las vivencias, las experiencias, y los hechos dañinos de «el pasado», reconociendo y admitiendo que, el control de la realidad, es limitado, y dando un significado y un sentido diferentes, a las situaciones de la realidad.
De esta manera, cuando hablamos sobre, los sueños compartidos, como nuestros emprendimientos, logrados en beneficio de nosotr@s, otr@s y nuestros entornos, personal, familiar y social, cuando voluntariamente desarrollamos comportamientos y actitudes constructivas, en relación a las vivencias, las experiencias, y los hechos dañinos de «el pasado», reconociendo y admitiendo que, el control de la realidad, es limitado, y dando un significado y un sentido diferentes, a las situaciones de la realidad, con el propósito y la finalidad de afrontar retos, cambios y logros, es necesario e importante que, hablemos sobre, el proceso interno e individual de transformar, reinterpretar, sanar y rehabilitar, los daños y los dolores, vivenciados y experimentados, en el pasado, desde el perdón, la aceptación y la comprensión, como el estímulo, natural, espontáneo e innato, dirigido y orientado, hacia la construcción y la creación de vínculos personales y sociales, consistentes y resistentes, que sustentan y fundamentan, el logro de, los sueños compartidos, vivenciados y experimentados, como nuestros emprendimientos, que idealmente concretan y hacen realidad, labores personales y sociales, significativas y productivas.
Así, cuando hablamos sobre, la magia de «el amor» y los sueños compartidos, como el proceso y el objetivo, personales, emocionales y afectivos, que concretan y hacen realidad, la idea y el mensaje, positivo y favorable, en relación a que, «la vida», ofrece una gracia o un don, muy especial y muy valioso, a quienes aceptamos el reto de concretar y hacer realidad, nuestros emprendimientos, en beneficio de nosotr@s, otr@s y nuestros entornos, personal, familiar y social, estamos hablando de, una sucesión de vivencias y experiencias, personales, emocionales y afectivas, al interior de nuestros entornos, personal, familiar y social, dirigidas y orientadas, hacia la transformación, la reinterpretación, la sanación y la rehabilitación, de nuestras vivencias y experiencias, dañinas y dolorosas, de el pasado, en motivos e impulsos, positivos y favorables, que nos condicionan y nos disponen, para el logro de, los sueños compartidos, vivenciados y experimentados, como nuestros emprendimientos, que idealmente concretan y hacen realidad, el logro de las labores personales y sociales, significativas y productivas, desde el logro de los vínculos personales y sociales, consistentes y resistentes.
Y, cuando hablamos sobre, la magia de «el amor» y los sueños compartidos, como el proceso y el objetivo, personales, emocionales y afectivos, que concretan y hacen realidad, la idea y el mensaje, positivo y favorable, en relación a que, «la vida», ofrece una gracia o un don, muy especial y muy valioso, a quienes aceptamos el reto de concretar y hacer realidad, nuestros emprendimientos, en beneficio de nosotr@s, otr@s y nuestros entornos, personal, familiar y social, estamos hablando que, en la sucesión de vivencias y experiencias, personales, emocionales y afectivas, al interior de nuestros entornos, personal, familiar y social, dirigidas y orientadas, hacia la transformación, la reinterpretación, la sanación y la rehabilitación, de nuestras vivencias y experiencias, dañinas y dolorosas, de «el pasado», en motivos e impulsos, positivos y favorables, el primer logro, personal, emocional y afectivo, corresponde a la transformación, puesto que, en la transformación, se concreta y se hace realidad, el cambio en la percepción del daño y el dolor, como los estímulos internos, positivos y favorables, que nos motivan y nos impulsan a corregir, resolver, e, incluso, mejorar, para servir, amar y dar.
Es así como, cuando hablamos de la comprensión y la regulación de las emociones, en las niñas y los niños, desde una toma de conciencia, sobre su realidad, personal, familiar y social, incluidos, los retos, los cambios y los logros, con el propósito de corregir, resolver, e, incluso, mejorar, un comportamiento y, una eventual actitud, como consecuencia de una adaptación a su realidad, personal, familiar y social, vivenciada y experimentada, con agrado, gusto y placer, en la cual, niños y niñas, vivencian y experimentan, una activación y una actualización, de sus sentimientos de valentía y felicidad, y amor por un@ mism@ y, por l@s demás, estamos hablando de formar, educar y acompañar a las niñas y los niños, en el servir, el amar y el dar, como vivencias y experiencias, positivas y favorables, logradas desde la construcción y la creación de vínculos y, conexiones, directas y únicas, que concretan y hacen realidad, los sueños compartidos, como las labores personales y sociales, significativas y productivas, con los seres con quienes comparten y aman, de sus entornos, personal, familiar y social, en beneficio suyo y de otr@s, por medio de la puesta en práctica y el ejercicio de, la magia de «el amor», que concreta y hace realidad, el cambio en la percepción del daño y el dolor, como los estímulos internos, positivos y favorables, que los motivan y los impulsan a corregir, resolver, e, incluso, mejorar, para servir, amar y dar.,
Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos, la necesidad y la importancia que tienen, los sueños compartidos, en el proceso de modelar, formar y educar, el mundo interior de los niños y las niñas, que, natural y habitualmente, manifiestan y expresan, diferentes y diversos, tiempos y momentos, de sensaciones, emociones y sentimientos, conectados entre sí y, conectados con otros, en sus roles, como pueden ser, hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, o, alumnos o alumnas. Y, en ese mismo sentido, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, trabajemos en la experiencia y el aprendizaje, personal, emocional y afectivo, de los niños y las niñas, orientado a desarrollar y progresar, en los sueños compartidos en las niñas y los niños, sobre todo en los momentos y los lugares de juego, en los cuales, se originan oportunidades y posibilidades, para el contacto y la interacción, natural, espontánea e innata, con el ambiente, l@s compañer@s y, los materiales de juego, pues vivenciar y experimentar, el servir, el amar y el dar, puede ser muy positivo y favorable, para su crecimiento, su evolución y, sus logros, personales, emocionales y, afectivos, en los grupos de juego.