¡Hola!…¿Cómo están?…¿Qué tal?…En esta oportunidad, quiero comenzar el blog, recordando con ustedes que, escribo la serie de cuentos infantiles: «María José dice», en el año 2019, cuando diagnosticaron un tumor en mi riñón derecho, fui sometida a una cirugía laparoscópica para extirpar mi riñón derecho, y el resultado de la biopsia confirmó que el tumor era cancerígeno. Y, recordando con ustedes que, los cuentos infantiles, se transforman en el medio, el material o el recurso formativo – educativo para mi y para otros, en las etapas antes y después de la cirugía laparoscópica y la extirpación de mi riñón derecho, cuando en mi búsqueda de las causas físicas y los motivos emocionales que explicaran el origen del tumor en mi riñón derecho, yo aprendo y descubro que, la emoción se puede explicar como una reacción afectiva o un estado afectivo ante el medio exterior, compuesto por estímulos externos como personas, objetos, acciones e ideas, entre otros, que se manifiesta acompañada de cambios en el organismo que influyen sobre el pensamiento y la conducta, y por lo mismo, sobre las emociones y los sentimientos, y yo aprendo y descubro que, las emociones pueden ser vinculadas a los órganos principales del cuerpo, y cada órgano principal del cuerpo puede ser influenciado por una propia emoción
En mi experiencia personal, la cirugía laparoscópica y la extirpación de mi riñón derecho, causaron en mí, emociones y sentimientos sobre el pasado, y causaron en mí, emociones y sentimientos positivos sobre el presente, con lo cual, en la circunstancia o la situación de enfrentar la realidad de la enfermedad de cáncer en mi riñón derecho, me encuentro, entonces, ante dos reflexiones. Por un lado, en relación a mi pasado, comprendí que, en el cáncer de mi riñón derecho, pudo haber contribuido, el miedo o la sensación de angustia ante la posibilidad de peligro físico y emocional, vivenciado y experimentado, antes de ser diagnosticado el tumor en mi riñón derecho, que desestabilizaba mi estado de salud física y emocional, y como consecuencia, sentí tristeza por el daño físico real causado en mi organismo, y sentí molestia por mi problema de falta de control emocional sobre mis sensaciones de angustia. Y, por otro lado, en relación a mi presente, comprendí que, aceptando la cirugía laparoscópica y la extirpación de mi riñón derecho, tenía la oportunidad para actuar con valentía o sensación de ánimo ante la posibilidad de recuperar la estabilidad de mi estado de salud física y emocional, una vez que mi riñón derecho estuviera fuera de mi organismo, y como consecuencia, sentí alegría por la posibilidad de recuperar el bienestar físico real en mi organismo, y sentí agrado por la posibilidad de experimentar el placer real de la sanidad y la salud en mi organismo y mi alma.
En ese sentido, hablando de la realidad de la enfermedad de cáncer en mi riñón derecho, y hablando de la emoción del miedo y las sensaciones de angustia, vinculados con las enfermedades en los riñones, aprendo y descubro que, en el caso de las enfermedades en los riñones como la enfermedad de cáncer, la enfermedad física puede estar expresando los circunstanciales desequilibrios emocionales originados en la mente que, eventualmente, pueden estar causando los eventuales daños físicos manifiestos en el cuerpo, y, aprendo y descubro que, en el caso de los riñones los desequilibrios emocionales, a nivel externo, pueden estar circunstancialmente conectados con la emoción del miedo y las sensaciones de angustia, producidos por las eventuales inestabilidades en la relación de una persona con otra persona, y a nivel interno, pueden estar personalmente conectados con la emoción del miedo y las sensaciones de angustia, producidos por las eventuales inestabilidades en las energías internas de una persona; con lo cual, en el momento que acepto la necesidad y el interés de: lograr una estabilidad física y emocional, recuperar el bienestar físico en mi organismo, y experimentar el placer de la sanidad y la salud en mi alma y mi organismo, inicio un proceso personal de reconocimiento, redescubrimiento y reencuentro con mis emociones y mis sentimientos de mi pasado, mi presente e, incluso, mi futuro.
Es así como, en este tiempo y espacio de lectura e investigación, sobre mi estado de salud física y emocional, y la enfermedad de cáncer en mi riñón derecho, sus causas y sus consecuencias, por un proceso de autoconocimiento personal y autoconciencia emocional, aprendo y descubro que, el riesgo real de desarrollar una enfermedad en los riñones como en mi caso la enfermedad de cáncer en mi riñón derecho, se puede incrementar por la falta de cumplimiento de las recomendaciones primarias, orientadas a conservar y recuperar la salud física y emocional, como pueden ser: mantener una rutina de ejercicio, mantener una rutina de sueño, mantener una alimentación equilibrada, mantener un peso saludable, evitar el estrés emocional, evitar el consumo de tabaco y limitar el consumo de alcohol. Y, en este proceso de autoconocimiento personal y autoconciencia emocional, aprendo y descubro que, los afectos, el amor y la amistad, se componen de emociones y sentimientos, aprendo y descubro que, las emociones y los sentimientos son experiencias subjetivas, diferentes y relacionadas entre sí, y, aprendo y descubro que, las emociones como una clase de comunicación no verbal son esencialmente positivas, mientras que, los sentimientos que resultan de una evaluación responsable de las emociones y las experiencias afectivas propias del miedo, la valentía, la tristeza, la alegría, la molestia y el agrado, pueden ser negativos, positivos o neutros, dependiendo de la circunstancia o la situación, vivenciada o experimentada, por una persona e, incluso, por un grupo de personas.
En ese sentido, hablando de las emociones y los sentimientos, podemos señalar que, las emociones son reacciones irreflexivas que involucran uno o diferentes sentimientos, y son más intensas que los sentimientos, y, los sentimientos son interpretaciones reflexivas de las emociones que se pueden regular mediante los pensamientos, y son más duraderas que los sentimientos, y, hablando de la expresión de las emociones, podemos señalar que, el reconocimiento, la expresión y la comunicación de las emociones: incrementa la percepción de control sobre nuestro cuerpo o sensaciones y sobre nuestra conducta o comportamientos, facilita el desarrollo de la autoestima y el amor propio, y favorece el desarrollo físico, social y emocional, y, podemos señalar que, el reconocimiento, la expresión y la comunicación de las emociones, se educa y se forma desde la infancia mediante la Educación Emocional basada en la Inteligencia Emocional, que incluye el ejercicio y la práctica de competencias emocionales como son: percibir, evaluar y expresar las emociones, dirigir las emociones para formar el pensamiento, comprender las causas y las consecuencias de las emociones, y adaptar las emociones en uno mismo y en los otros.
Es así como, reconociendo e identificando, mi problema de falta de control emocional sobre mis sensaciones de angustia del pasado, y reconociendo e identificando, el daño físico causado en mi organismo en el pasado, en el presente, encuentro en la cirugía laparoscópica y en la extirpación de mi riñón derecho, la oportunidad para: lograr la estabilidad física y emocional que requieren mi organismo y mi alma, recuperar el bienestar físico en mi organismo, y experimentar el placer de la sanidad y la salud en mi organismo y mi alma, y, en el presente, encuentro en la literatura infantil y en el escribir los cuentos infantiles, la práctica y el ejercicio de una autoayuda personal que facilita la recuperación de mi salud física y emocional y el restablecimiento de mi equilibrio espiritual, desde el reconocimiento, la expresión y la comunicación de mis vivencias, mis experiencias y mis emociones de miedo, valentía, tristeza, alegría, molestia y agrado, transmitidas, evocadas y simbolizadas, en las vivencias, las experiencias y las emociones del personaje de María José y sus amigos.
Es entonces que, con una mezcla de realidad y fantasía, María José y sus historias personales de «cómo aprender a expresar las emociones» con la ayuda, el apoyo y el consejo de sus mejores amigos animales, como son el Caballo de Paso – Rodo y la Yegua de Salto – Lali, y por medio de las conversaciones y los diálogos, desde la primera línea de los textos del cuento infantil: «María José dice: ¡Mi cama se movió!», María José, como protagonista de la historia, representa y simboliza, el reconocimiento, la expresión y la comunicación de las emociones, como es la emoción de miedo o la sensación de angustia ante el peligro que, representa y simboliza, el movimiento de su cama a causa de un temblor en la noche, mientras duerme. Y, Rodo y Lali, en su rol de guías espirituales y emocionales, representan y simbolizan, la labor de la Educación Emocional, y, la práctica y el ejercicio de la Inteligencia Emocional, ayudando, apoyando y aconsejando a María José, sobre cómo expresar y comunicar su vivencia, su experiencia y su emoción, y sobre cómo resolver sus conflictos, relacionados con el movimiento de la cama y el temblor, experimentados en la noche, mientras duerme.