¡Hola!…¿Qué tal?…Hoy, les cuento que, en este tiempo que, he estado leyendo y he estado investigando, sobre las formas, como «lenguajes visuales», que, transmiten, evocan y simbolizan, contenidos y mensajes, muy claros y muy potentes, de unidad, igualdad, continuidad y estabilidad, que, motivan e inspiran, en los niños y las niñas, el reconocimiento, el redescubrimiento y el reencuentro, consigo mismos como individuos, en contacto e interacción con el espacio personal y social, haciendo uso de una mente y un cuerpo en acción, actividad y movimiento en el tiempo, he descubierto y he aprendido, que, al igual que, con las líneas horizontales paralelas se puede crear un pentagrama musical, con las formas dibujadas en la hoja de papel se puede crear un pentagrama de formas.
En ese sentido, cuando hablamos de un pentagrama musical, literalmente, estamos hablando de «una pauta musical», nos estamos refiriendo a, un conjunto de cinco líneas horizontales paralelas, y cuatro espacios, que combinan en el mismo plano y de manera armoniosa, y, por definición, nos estamos refiriendo a una composición de líneas y espacios, organizada y ordenada, para escribir las notas y los signos musicales de una sinfonía musical. Y, cuando hablamos de un pentagrama de formas, literalmente, estamos hablando de «una pauta emocional», nos estamos refiriendo a, un conjunto de puntos y líneas, dibujados sobre las hojas de papel, que comunican al mismo tiempo y de manera armoniosa, y, por definición, nos estamos refiriendo a una composición de trazos y figuras, imaginada y creada, por un niño o una niña, según su naturaleza, su desarrollo evolutivo, su relación con el medio, y su conocimiento de la realidad.
Hablando de las formas, como cualidades y características de los objetos y los elementos de los ambientes de juego, y, representadas o simbolizadas, sobre las hojas de papel, se definen como figuras planas que se pueden dibujar en el espacio, a partir de puntos y líneas, y, por sus líneas, se clasifican en curvas y rectas. Las formas curvas, como el círculo, representan la unidad, se relacionan con el tiempo, y, son símbolo del cielo en relación con la tierra, o, de lo espiritual en relación con lo material. Y, las formas rectas, como el cuadrado, el triángulo y el rectángulo, representan la igualdad, la continuidad y la estabilidad, se relacionan con el espacio, y, son símbolo de la tierra y el ser humano en relación con el cielo, o, de lo material en relación con lo espiritual.
En ese sentido, cuando hablamos de los dibujos de los niños y las niñas como un pentagrama de formas, compuesto por, formas o figuras curvas, y, formas formas o figuras rectas, y, nos referimos a su función formativo – educativa, en el reconocimiento, el redescubrimiento y el reencuentro, de los niños y las niñas, consigo mismos como individuos, al interior del espacio y a través del tiempo, podemos señalar que, las formas y las figuras curvas, como el círculo, los relacionan con su identidad, y su voluntad de evolución y progreso hacia la autorrealización, las formas y las figuras rectas, como el cuadrado, los relacionan con su medio interior y exterior, y su relación con la familia y la sociedad, las formas y las figuras rectas, como el triángulo, los relacionan con su mente, su capacidad de imaginar y crear, y su interacción madre, padre, e, hijo o hija, y, las formas y las figuras rectas, como el rectángulo, los relacionan con su cuerpo, su yo interior y su autoimagen, y su capacidad de trascender en el tiempo, y desarrollar en el espacio.
Y, hablando de los dibujos de los niños y las niñas, como representaciones o simbolizaciones, compuestas por puntos, líneas, trazos y figuras, curvas y rectas, coloreadas o pintadas, en tonos o tonalidades, cálidas y frías, y, contenidas de sensaciones o emociones visuales, auditivas, olfativas, gustativas y táctiles, entre otras, literalmente, estamos hablando de un medio, un material o un recurso, representativo o simbólico, interesante y atractivo, con el cual, y mediante el cual, los adultos a cargo, como responsables de los niños y las niñas, en sus roles como padres o madres, abuelos o abuelas, tíos o tías, y maestros o maestras, pueden conocer y descubrir, la naturaleza, el desarrollo evolutivo, la relación con el medio, y el conocimiento de la realidad, de los niños y las niñas.
En ese sentido, cuando hablamos de los dibujos de los niños y las niñas, como medios, materiales o recursos informativos, sobre la naturaleza, el desarrollo evolutivo, la relación con el medio, y el conocimiento de la realidad, de los niños y las niñas, imaginados y creados, por los niños y las niñas, de manera natural y libre, y, al interior de un grupo de niños y niñas, de edades iguales, e, incluso, de edades diferentes, podemos señalar que, los dibujos de los niños y las niñas, son una proyección o un alcance formativo – educativo de las individualidades y las personalidades, las semejanzas y las diferencias, las fortalezas y las debilidades, las necesidades y los intereses, y, los objetivos y los planes, de cada uno de los niños y las niñas, en particular, y del grupo de niños y niñas, en general.
Es entonces que, desde la experiencia y el conocimiento, de diseño y creación de espacios de juego infantiles, para el reconocimiento, la expresión y la comunicación de las emociones, y, el desarrollo físico, social y emocional, de los niños y las niñas, hoy, les quiero transmitir que, en la elección de formas o figuras, y, desde la combinación de formas o figuras curvas o rectas, de los objetos y los elementos, organizados al interior de los ambientes de juego, transmitimos, contenidos y mensajes, de unidad, igualdad, continuidad y estabilidad, directamente relacionados con las emociones, y, con la expresión de las emociones. Y que, como adultos responsables, en el ejercicio de nuestros roles, como padres o madres, abuelos o abuelas, tíos o tías, y, maestros o maestras, tenemos la oportunidad y la posibilidad de diseñar y crear espacios de juego infantiles formativo – educativos, que, motiven e inspiren, el reconocimiento, la expresión y la comunicación de las emociones de miedo, valentía, tristeza, alegría, molestia y agrado, por parte, de los niños y las niñas, y, que, faciliten, orienten y promuevan, la representación o la simbolización, de su yo interior y su autoimagen, su desarrollo evolutivo, su relación con el medio y su conocimiento de la realidad, de una manera interesante o atractiva, como es el dibujo, natural y libre, en forma individual o al interior de un grupo.