¡Hola!…¿Cómo se encuentran?…¿Qué tal?. Hoy, considero que es necesario e interesante contarles y compartirles que, en las recientes cuatro semanas, leyendo e investigando sobre las cualidades o las características de los profesionales del Siglo XXI, he logrado unos muy especiales y unos muy valiosos aprendizajes, descubrimientos y conocimientos sobre las capacidades, las habilidades y las virtudes, personales, familiares y sociales, vinculadas con el mundo interior, el mundo exterior y la relación entre el mundo interior y el mundo exterior, reconocidas e identificadas, en profesionales de la cocina, la artesanía, la carpintería, la marina, la arquitectura, la ingeniería, la matemática y la literatura, con los cuales, puedo tener ideas y conceptos, motivadores e inspiradores, sobre cómo debiera ser la personalidad de los niños y las niñas del Siglo XXI, que manifiestan y expresan su necesidad, su interés y su deseo por una u otra profesión. Y, en esta oportunidad, en base a los aprendizajes, los descubrimientos y los conocimientos logrados, vamos a aprender, descubrir y conocer la personalidad de María José, la niña de cuatro años de edad, personaje de los cuentos infantiles, sobre cómo aprender a expresar las emociones de miedo, valentía, tristeza, alegría, molestia y agrado, quien con la ayuda y el apoyo de Rodo y Lali, un caballo y una yegua mágicos, con el poder de hablar con su humano niño o niña, en El Establo Mágico, logra aprender a reconocer, expresar y comunicar sus sensaciones, sus emociones, sus sentimientos, sus pensamientos y sus ideas, manifestando y expresando, sus fortalezas, sus debilidades y sus objetivos, personales, familiares y sociales.
En el inicio del cuento María José dice: ¡Mi cama se movió!, podemos conocer algunos datos importantes sobre María José y, su historia personal, familiar y social: «María José, es una niña de 4 años de edad. Vive con su mamá y su papá en su casa de campo, cercana a la playa. María José, crece muy feliz, entre la naturaleza del campo y la playa. Es hija única. Usa anteojos. Es muy tímida y muy nerviosa. Ama a todos los animales, y, en especial, ama mucho a su caballo y su yegua. Su caballo es Rodo. Y, su yegua es Lali». Entonces, para saber…¿…quién es María José…?, podemos leer e investigar, sobre cómo pueden ser los niños y las niñas de 4 años de edad, cómo pueden ser los niños y las niñas que viven con mamá y papá, cómo pueden ser los niños y las niñas que viven en una casa de campo, cercana a la playa, cómo puede ser un niño o una niña feliz, cómo puede ser crecer entre la naturaleza del campo y la playa, cómo puede ser ser una hija única, cómo puede ser ser una niña muy tímida y muy nerviosa, cómo puede ser amar a todos los animales y, cómo puede ser amar mucho a un caballo y una yegua. Es decir, con una información básica o unos datos básicos sobre la edad que tiene, sobre con quienes vive, sobre en donde vive, sobre cuantos hermanos tiene, sobre sus características emocionales y sus características físicas y, sobre sus intereses personales, familiares y sociales, podemos explicar…¿…quién es María José…?… .
Hablando de los niños y las niñas de 4 años de edad, podemos explicar que, por lo general, los niños y las niñas de 4 años de edad, manifiestan y expresan un progreso integral, evidenciado y registrado en las capacidades, las habilidades y las virtudes, particulares y propias de cada una de las áreas de desarrollo, como por ejemplo, en el área física, suelen saltar en un pie, suelen estar en un pie por 2 segundos, suelen bajar las escaleras solos, suelen lanzar una pelota por encima de la cabeza, suelen atrapar una pelota en rebote, suelen servir los alimentos, suelen cortar los alimentos, suelen triturar los alimentos, suelen usar tijeras, suelen construir torres de 10 bloques, suelen dibujar una persona con 3 partes diferentes del cuerpo y, suelen copiar algunas letras mayúsculas; en el área intelectual, suelen conocer el uso correcto de «él» y «ella», suelen armar oraciones con 4 a 5 palabras, suelen hacer preguntas constantemente, suelen cantar una canción, suelen recitar un poema, suelen recordar las partes de un cuento, suelen contar un cuento, suelen decir su nombre y su apellido, suelen nombrar algunos colores, suelen nombrar algunos números, suelen comprender la idea de contar números, suelen comprender el concepto de tiempo, suelen comprender los conceptos de «igual» y «diferente», suelen jugar en juegos de mesa infantiles, suelen jugar en juegos de cartas, suelen contar historias y, suelen anticipar los hechos o los sucesos de un cuento o una historia; y, en el área social, suelen disfrutar experiencias o actividades nuevas, suelen jugar a ser papá o ser mamá, suelen ser más creativos en los juegos de imaginación, suelen ser más conscientes de las personas a su alrededor, suelen estar más motivados por jugar con otros niños o niñas, suelen estar más interesados por jugar en cooperación con otros niños o niñas, suelen creer que sus pensamientos logran que los hechos sucedan, suelen tener dificultad para diferenciar entre lo real o lo irreal, suelen seguir las reglas de sus padres, suelen tener dificultad para diferenciar entre lo correcto y lo incorrecto, y, suelen conversar acerca de sus necesidades, sus intereses y sus deseos.
Hablando de la convivencia en el hogar de María José, con mamá y papá juntos, como pareja y familia, podemos explicar que, lo importante es que, mamá y papá, ante todo, experimenten y demuestren tener una relación positiva de colaboración respetuosa y productiva, pues la relación de mamá y papá, para los niños y las niñas, es el primer modelo, concreto y directo, percibido y recibido, sobre cómo debe ser una relación de mamá y papá, como pareja y familia juntos. La relación de mamá y papá, como pareja y familia juntos, debe facilitar, favorecer y proveer a los niños y las niñas, una estructura estable, en la cual, desarrollar a niveles físico, mental, afectivo y social, en medida que, la presencia de la mamá, para los niños y las niñas, puede significar el desarrollo de una sensación y un sentimiento de seguridad y protección naturales, que como experiencias y sentimientos, facilitan, favorecen y promueven el logro de relaciones sanas y saludables, en cada una de las etapas de la vida y, para las niñas, en particular, puede significar el desarrollo de la propia identidad, como niña y mujer, mientras que, para los niños, en particular, puede significar la posibilidad de afirmar la propia masculinidad ante la feminidad de la madre, y, la presencia de papá, para los niños y las niñas, puede significar el desarrollo de una sensación y un sentimiento de independencia y autonomía naturales, que como experiencias y sentimientos, facilitan, favorecen y promueven la toma de decisiones y la resolución de conflictos, en cada una de las etapas de la vida y, para los niños, puede significar el desarrollo de la propia identidad, como niño y hombre, mientras que, para las niñas, en particular, puede significar la posibilidad de afirmar la propia feminidad ante la masculinidad del padre.
Hablando de las características emocionales de María José y sus relaciones al interior de su familia y hogar, sabemos que, María José es hija única de mamá y papá juntos, como pareja y familia, por lo cual, nuestra pregunta natural, para saber…¿…quién es María José?… es…¿cómo puede ser ser hija única?… En la personalidad de los hijos únicos o las hijas únicas, primeramente, influyen la crianza y la educación en el hogar, por lo cual, el papel y el rol que cumplen mamá y papá y, la familia en general, es un factor esencial y significativo. El hecho de ser hijo único o ser hija única, como toda experiencia y sentimiento personales, familiares y sociales, suelen ser interpretados por las diferencias o las semejanzas, observadas e identificadas, en las diferentes etapas de la vida, en la personalidad y la actitud de los hijos únicos y las hijas únicas, en comparación con los niños y las niñas con hermanos o con hermanas, así por ejemplo, eventualmente, podemos reconocer e identificar, algunas particularidades en los hijos únicos o las hijas únicas, como la posibilidad que puedan recibir mayor atención de mamá y papá, puedan compartir mayor tiempo con adultos, puedan vivenciar mayor independencia, puedan vivenciar mayor responsabilidad, puedan ser más motivados, puedan ser más conversadores, puedan ser más afectuosos, puedan ser más seguros, puedan ser menos competitivos, puedan ser menos celosos, puedan ser más egoístas, puedan ser más exigentes, puedan ser más imaginativos, puedan ser más perfeccionistas, puedan ser más razonables, puedan ser más funcionales, puedan ser solitarios y, puedan ser líderes.
Hablando de las características físicas de María José y sus relaciones dentro y fuera de su familia y hogar, sabemos que, María José, con 4 años de edad, usa anteojos, por lo cual, nuestra pregunta natural, para saber…¿…quién es María José?… es…¿cómo puede ser usar anteojos?… En el uso de anteojos, por un niño o una niña, al igual que, en experiencias o sentimientos, personales, familiares y sociales, como el hecho de ser un hijo único o ser una hija única, primeramente, influyen la crianza y la educación en el hogar, por lo cual, el papel y el rol que cumplen mamá y papá y, la familia en general, es un factor esencial y significativo. Al interior de la familia, en el momento que, mamá y papá, reciben la noticia sobre la idea o el hecho que, su hijo o su hija, como en el caso de María José, necesita usar anteojos, se debe iniciar un proceso de acompañamiento y adaptación, hasta lograr que, el uso de anteojos, se transforme en una experiencia propia de la rutina diaria o cotidiana, para lo cual, una opción puede ser que, el niño o la niña, se ponga los anteojos, por la mañana, después de vestirse y, se quite los anteojos, por la tarde, antes de la siesta, o, por la noche, antes de bañarse y/o antes de acostarse, siempre en función de las indicaciones del oftalmólogo especialista, propias del diagnóstico médico de cada niño o niña. Pues, lo importante es, atender a las sensaciones, las emociones y los sentimientos del niño o la niña, fortalecer la autoestima y el amor propio del niño o la niña, dialogar con el niño o la niña sobre la importancia de la salud visual, motivar en el niño o la niña la necesidad, el interés y el deseo de escoger sus anteojos, facilitar el diálogo del niño o la niña con oftalmólogo especialista, posibilitar el contacto y la interacción del niño o la niña con familiares o amigos con anteojos y, promover en el niño o la niña la curiosidad y el interés por cuentos o historias de personajes con anteojos.
Hablando entonces de María José, como una niña de 4 años de edad, hija de mamá y papá juntos, como pareja y familia, caracterizada como una hija única, como una niña que usa anteojos y, como una niña muy tímida y muy nerviosa, podemos reconocer que, la mamá y el papá de María José, son la familia que, María José, necesita para su bien y su bienestar personal, familiar y social, pues mamá y papá, atienden a las necesidades, los intereses y los deseos de María José, como en el hecho que, viviendo en una casa de campo, cercana a la playa, mamá y papá, toman la oportuna decisión de adoptar un caballo y una yegua, sabiendo lo mucho que, María José, ama a todos los animales, lo cual, es muy recomendable y muy importante, para lograr transformar su timidez y su nerviosismo, en su tranquilidad y su seguridad emocional. En ese sentido, el contacto y la interacción con su caballo y su yegua, son una ayuda y un apoyo integral para María José, porque en El Establo Mágico, María José, conversa con Rodo y Lali, logrando desarrollar y progresar en su autoconocimiento, su autorregulación, su motivación y su empatía, en un momento muy especial y muy valioso de su formación y su educación emocional, como son los 4 años de edad, pues con la ayuda y el apoyo de Rodo y Lali, María José, logra aprender a reconocer, expresar y comunicar sus emociones, con lo cual, desarrolla y progresa como una niña líder, quien motiva e inspira a José María, Josefa, Antonio, Celina y Julio a conversar con Rodo y Lali, para aprender a reconocer, expresar y comunicar sus emociones, como son el miedo, la valentía, la tristeza, la alegría, la molestia y el agrado.