¡Hola!…¿Cómo están?…¿Qué tal?. En el blog anterior, explicaba que, en mi familia materna, reconozco e identifico, las capacidades, las habilidades y las virtudes personales, familiares y sociales, particulares y propias de la artesanía, en el arte o el oficio del tejido. Efectivamente, como explicaba en el blog anterior, personalmente, he crecido en medio y rodeada de muy especiales y muy valiosas mujeres tejedoras a gancho o palos de tejer, a quienes respeto y admiro desde siempre y por siempre, como son mi Memé, mi mamá, mi máma de crianza, mis tías, mi hermana y mis primas hermanas. En el mismo sentido, en el blog actual, voy a leer y voy a investigar y, porsupuesto, voy a compartir con ustedes sobre las cualidades o las características de la personalidad de los adult@s profesionales del presente, en el arte o el oficio de la carpintería, quienes en el contexto de sus hogares y sus comunidades, posiblemente, cuando eran niños o niñas, expresaban con sus acciones o sus palabras…¡…Yo quiero ser Carpinter@!!!…En el caso del arte o el oficio del tejido a ganchos o palos de tejer, las capacidades, las habilidades y las virtudes, manifiestas y expresas por mi Memé, mi mamá, mi máma de crianza, mis tías, mi hermana y mis primas hermanas, posiblemente, heredadas por mí, hasta el momento, siguen sin manifestarse y sin expresarse, sin embargo, en el caso de la carpintería, como el arte o el oficio en el trabajo de la madera, con el cual, he convivido desde mi niñez, por el trabajo y la fábrica de mi papá y, en la actualidad, por el trabajo y la fábrica de mi hermano, es una experiencia o una actividad creativa o productiva que, personalmente, he experimentado desde el diseño y la creación de mobiliario infantil, para la implementación de los espacios de juego infantiles, conforme comparto con ustedes en los blogs sobre el diseño y la creación de mobiliario infantil y espacios de juego infantiles, como medios, materiales o recursos facilitadores, favorecedores y promotores de la educación emocional de los niños y las niñas.
Es así como, cuando hablamos de la carpintería, hablamos de una experiencia o una actividad, creativa o productiva, definida como el arte o el oficio de trabajar la madera, con el objetivo de cambiar la forma de la madera o la materia prima, para el diseño y la creación de objetos o elementos, artísticos o utilitarios, para los hogares y la comunidad, en general. En la carpintería, el maestro carpintero o la maestra carpintera, es la persona que tiene el arte o el oficio de cortar la madera, para formar piezas, con las cuales, armar objetos como, por ejemplo, muebles o juguetes, o, armar elementos como, por ejemplo, puertas o pisos. En la carpintería, el maestro carpintero o la maestra carpintera, usa o utiliza diversidad y variedad de herramientas manuales y herramientas eléctricas, para la elaboración de objetos o elementos, artísticos o utilitarios, mediante la transformación de las maderas, como las materias primas, con las cuales, se obtienen creaciones o productos en madera, concebidos, definidos y valorizados, por la calidad de las especies de madera intervenidas y, por el uso o la utilidad de las creaciones o los productos en los hogares y la comunidad, en general. En la carpintería, la elección de las maderas o las materias primas usadas o utilizadas para el trabajo de los objetos o los elementos, se condiciona por la existencia y la disponibilidad de las maderas o las materias primas y, por el gusto y el pedido de los clientes o los usuarios de las creaciones o los productos en madera. En la carpintería peruana, las especies de madera con mayor demanda por los maestros carpinteros o las maestras carpinteras, para la creación o la producción de objetos o elementos en madera, son el shihuahuaco, el cedro y la caoba, en orden a su existencia y su disponibilidad como maderas o materias primas en el Perú, pues por cada árbol de caoba, existen seis árboles de cedro, mientras que, por cada árbol de cedro, existen diez árboles de shihuahuaco.
De esta manera, hablando de la carpintería como una experiencia o una actividad y, como el arte o el oficio de trabajar la madera para crear o producir los objetos o los elementos en madera, con fines artísticos o utilitarios, podemos explicar que, la carpintería, como la experiencia, la actividad, el arte o el oficio del maestro carpintero o la maestra carpintera, como artistas o talleristas, tiene una historia que transcurre al interior de la historia de los pueblos y los pobladores de las familias y las comunidades de las regiones y los países a nivel mundial. Entonces, según estoy leyendo y estoy investigando, la carpintería, como una experiencia, una actividad, un arte o un oficio, tiene una antigüedad de 7,000 años, aproximadamente, con un nombre proveniente del francés en el vocablo “carpenter”, que proviene del latín en el vocablo “carpentrius” y, que significa “creador de carruajes”, por lo cual, se puede decir que, la carpintería es uno de los artes o los oficios con mayor antigüedad en la historia de la humanidad. Los primeros registros escritos, con una antigüedad de 2000 años, aproximadamente, sobre la historia de un maestro carpintero y su familia, son justamente los registros escritos en la Biblia, con la historia de José, el maestro carpintero, María, su esposa y madre del niño Jesús. En el transcurso de los años, la carpintería desarrolla y progresa y, los maestros carpinteros o las maestras carpinteras, se comienzan a reunir, agrupar y organizar, en los espacios comunes, concebidos o definidos como talleres, integrados por los maestros carpinteros o las maestras carpinteras, con la ayuda de colaboradores o aprendices, quienes pueden ser miembros de sus familias o sus comunidades y, a quienes transmiten sus experiencias o sus conocimientos, sobre el arte o el oficio de trabajar en madera, con lo cual, en la actualidad, la carpintería, es una experiencia, una actividad, un arte o un oficio, que se transmite de una generación a otra generación.
En ese sentido, cuando hablamos del desarrollo y progreso de la carpintería, a lo largo de siete siglos, aproximadamente, podemos señalar que, los maestros carpinteros o las maestras carpinteras y sus capacidades, sus habilidades y sus virtudes, como pueden ser, entre otras, la capacidad de ejecución manual, el sentido del tacto y la piel y la funcionalidad, han evolucionado en el tiempo, al igual que, han evolucionado en el tiempo, las herramientas elementales y las maquinarias rudimentarias, usadas o utilizadas por los maestros carpinteros o las maestras carpinteras, con lo cual, la carpintería, como tal, ha transitado, históricamente, desde una experiencia o una actividad, artística o productiva, esencialmente, artesanal, hacia una experiencia o una actividad, artística o productiva, esencialmente, industrial. En la evolución del maestro carpintero o la maestra carpintera, se reconocen y se identifican, capacidades, habilidades y virtudes, vinculadas con su mundo interior, su mundo exterior y la relación entre su mundo interior y su mundo exterior, como pueden ser, la capacidad de organización, la capacidad de comunicación, la capacidad de creación, la capacidad de trabajo en equipo, el sentido de la vista y el cálculo, el sentido del espacio y el tiempo, el sentido de la limpieza y el orden, el sentido de la calidad y el precio, el sentido del cliente y la atención, la resistencia, la funcionalidad, el dinamismo y la precisión. Es decir, el maestro carpintero o la maestra carpintera, tiene cualidades o características en común con un cocinero o una cocinera, en lo que se refiere a la comunicación, la creación, el trabajo en equipo, el espacio y el tiempo y la limpieza y el orden y, tiene cualidades o características en común con el maestro artesano o la maestra artesana, en lo que se refiere a la ejecución manual, el tacto y la piel, la calidad y el precio, el cliente y la atención, la funcionalidad, el dinamismo y la precisión, entre otros.
Es así como, hablando de las cualidades o las características, particulares o propias, manifiestas o expresas, en sus capacidades, sus habilidades o sus virtudes personales, familiares y sociales, que diferencian a los maestros carpinteros o las maestras carpinteras adult@s del Siglo XXI, podemos reconocer e identificar capacidades, habilidades o virtudes, como pueden ser, la capacidad de organización, definida como la disposición, eventualmente, heredada por una persona, para coordinar y ordenar los recursos de trabajo, humanos y materiales, internos y externos, programar y distribuir las tareas, en el tiempo y el espacio de trabajo y, definir y establecer los objetivos de trabajo, realistas y efectivos; el sentido de la vista y el cálculo, definido como la habilidad, eventualmente, heredada por una persona, para percibir o sentir, mediante la conexión con los ojos, las propiedades o las particularidades de los objetos y los medios del entorno, como pueden ser el color, la forma, el tamaño y el volumen; y, la resistencia, definida como la virtud, eventualmente, heredada por una persona, por la cual, tiene la disposición física y mental, para mantener y sostener el esfuerzo físico y mental de una forma eficiente y competente, durante el mayor tiempo posible, con el propósito de alcanzar los objetivos y las metas de trabajo. Es decir, en los maestros carpinteros o las maestras carpinteras adult@s del Siglo XXI, se unen y se fusionan, en un solo acto o en una sola actitud, lo mental y la organización, lo sensorial y la vista y el cálculo y, lo corporal y la resistencia, con el objetivo y la meta de crear o producir, un objeto o un elemento, artístico o utilitario, desde la transformación de las maderas o las materias primas, siempre validando las motivaciones y los intereses, creativos o productivos, como líderes y equipos de trabajo y, siempre validando las motivaciones y las necesidades, particulares o propias de los clientes, como los usuarios de las creaciones o los productos en madera.
De esta manera, habiendo hecho una lectura y una investigación sobre la carpintería, los maestros carpinteros o las maestras carpinteras y sus capacidades, sus habilidades y sus virtudes personales, familiares y sociales, sobre los talleres como centros de trabajo y comercialización, sobre las herramientas manuales y las herramientas eléctricas como medios, materiales o recursos de transformación de las maderas o las materias primas y, sobre las maderas como las materias primas para la elaboración de los objetos o los elementos, artísticos o utilitarios, trabajados al servicio de los clientes como usuarios de las creaciones o los productos, puedo explicar que, en mi papá, reconozco e identifico a un maestro carpintero artista y líder que, a lo largo de su vida ha logrado transitar desde la carpintería, esencialmente, artesanal, hecha realidad en la organización de un taller de carpintería, hacia la carpintería, esencialmente, industrial, hecha realidad en la organización de una fábrica de muebles. En mi papá, reconozco e identifico, las cualidades o las características de un maestro carpintero con el arte o el oficio del trabajo en madera, para la elaboración de muebles, artísticos o utilitarios, a una pequeña, una mediana o una gran escala. En mi papá, reconozco e identifico, a un maestro carpintero con las capacidades, las habilidades y las virtudes, personales, familiares y sociales, como pueden ser, la capacidad de organización, la capacidad de comunicación, la capacidad de creación, la capacidad de trabajo en equipo, el sentido de la vista y el cálculo, el sentido del espacio y el tiempo, el sentido de la limpieza y el orden, el sentido de la calidad y el precio, el sentido del cliente y la atención, la resistencia, la funcionalidad, el dinamismo y la precisión. En mi papá, reconozco e identifico, a un papá profesional en el arte o el oficio del trabajo en madera que, en el hogar, nos forma y nos educa a mi hermano, mi hermana y yo en el arte o el oficio del diseño y la creación, artística o utilitaria.
Es entonces que, desde mi experiencia como tía y maestra de niños y niñas menores de 6 años de edad, que encuentro en la carpintería una experiencia o una actividad, artística o utilitaria, vivenciada y experimentada en mi familia, hasta el momento, por dos generaciones, hoy quiero transmitir que, los adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres o madres, abuelos o abuelas, tíos o tías y, maestros o maestras, tenemos en el arte o el oficio, profesional y laboral, creativo o productivo, que practicamos y ejercitamos, la oportunidad y la posibilidad de conocer y comprender, en nosotros o nosotras, necesidades, intereses, deseos, fortalezas, debilidades y objetivos, manifiestos y expresos, en nuestras capacidades, habilidades o virtudes personales, familiares y sociales, para compartir y, de esta manera, conocer y comprender, con las siguientes generaciones de nuestros hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas y, alumnos o alumnas, sus necesidades, sus intereses, sus deseos, sus fortalezas, sus debilidades y sus objetivos personales, familiares y sociales. Y, hoy quiero compartir con ustedes el aprendizaje y el descubrimiento logrados en mi lectura y mi investigación sobre las cualidades y las características de un maestro carpintero o una maestra carpintera, como profesional de la carpintería, en calidad de artista, artesano o industrial, en relación a que, la carpintería es el arte o el oficio del trabajo en madera, que motiva e inspira diversidad y variedad de experiencias o actividades, creativas o productivas, aplicadas y aplicables, a diferentes profesiones o labores, como en mi caso que, como maestra, motivada e inspirada por el recuerdo y la presencia espiritual de mi papá, aplico sus conocimientos, sus experiencias y sus logros, en la carpintería artística, artesanal e industrial, compartidos con mi hermano, mi hermana y yo, en el diseño y la creación de mobiliario infantil y espacios de juego infantiles, para niños y niñas menores de 6 años de edad.