¡Hola!…¿Cómo están?…¿Qué tal?. Como ustedes saben, soy maestra de niños y niñas menores de 6 años de edad, diseño y creo mobiliario infantil y espacios de juego infantiles y, actualmente, motivada e inspirada, por mi sanación y salud espiritual y emocional, escribo cuentos infantiles. Efectivamente, la educación infantil, el diseño y la creación de productos infantiles y, la literatura infantil, confluyen en mí, con un mismo significado y sentido, como es facilitar, favorecer y promover, mediante la educación emocional, el desarrollo y progreso de las competencias emocionales de autoconocimiento, autorregulación, motivación y empatía, evidenciadas y registradas, en los niños y las niñas, al interior del hogar, la escuela y la comunidad, en general. Asimismo, como también saben ustedes, mi papá, tuvo el arte o el oficio de la carpintería, habiendo logrado transitar desde la carpintería, esencialmente, artesanal de un taller de carpintería, hacia la carpintería, esencialmente, industrial de una fábrica de muebles, por lo cual, yo, reconozco e identifico, en mi papá, a un profesional en el arte o el oficio en madera, que, en nuestro hogar, forma y educa a mi hermano, mi hermana y yo, en el arte o el oficio del diseño y la creación, artística o utilitaria. Y, justamente, porque yo estaba motivada e inspirada, por el arte o el oficio de maestro carpintero de mi papá, finalizada la etapa escolar…en un primer momento de mi elección profesional, con mis acciones y mis palabras, yo, reconocí, expresé y comuniqué, ante mi familia y mis amigos…¡…Yo quiero ser Arquitect@!!!…
Es así como, hablando de la arquitectura, como carrera, profesión y trabajo, desde mi experiencia personal, puedo explicar que, la arquitectura, tiene diversidad y variedad de aplicaciones en el ambiente profesional y laboral, pues según conozco y experimento y, según leo e investigo, los profesionales en la carrera de la arquitectura, como son los arquitectos o las arquitectas del Siglo XXI, son formados y educados en forma multidisciplinaria y multifuncional, evidenciando y registrando, conocimientos y experiencias en el dibujo, el diseño, el arte, la cultura, la sociología, la ecología, la ingeniería, la tecnología, el paisajismo, el urbanismo, entre otros. En esencia, los arquitectos o las arquitectas del Siglo XXI, son formados y educados para desempeñarse en el diseño, la dirección, el desarrollo, la remodelación, la renovación y la restauración de los espacios arquitectónicos y urbanísticos. La arquitectura, como carrera, profesión y trabajo, es una experiencia o una actividad, esencialmente, creativa, por la cual, los arquitectos o las arquitectas del Siglo XXI, conceptualizan y diseñan edificios, espacios y estructuras, que son sentidos, pensados, proyectados y creados para facilitar, favorecer y promover, la vida de las personas y los grupos de personas, en los diferentes contextos de las familias y la comunidad, en general, e, incluso, por ejemplo, en La Marina de Guerra del Perú, como órgano de ejecución del Ministerio de Defensa del Perú, entre los Oficiales Especialistas, que son profesionales asimilados a la Marina de Guerra del Perú, encontramos a los profesionales de la arquitectura del Siglo XXI, desempeñando sus funciones según su profesión, motivados e inspirados por el servicio a la patria, en las diferentes regiones del Perú.
Asimismo, hablando de la arquitectura, como el trabajo o la labor de los arquitectos o las arquitectas del Siglo XXI, podemos explicar que, la arquitectura, en esencia, es el arte y la técnica de imaginar, proyectar y diseñar edificios, espacios y estructuras, planificados y desarrollados con un enfoque centrado en la creación y la construcción de ambientes físicos y materiales, a partir de las necesidades, los intereses, los deseos, las fortalezas, las debilidades y los objetivos de las personas y los grupos de personas. En el trabajo o la labor de los arquitectos o las arquitectas del Siglo XXI, se combinan y fusionan el conocimiento, la experiencia, la creatividad y la técnica, con el propósito y la finalidad de implementar, innovar y renovar los espacios arquitectónicos y urbanísticos, para lograr y mantener la calidad de vida de las personas y los grupos de personas, con diseños, creaciones y edificaciones de orden privado y público, que se adapten a las condiciones y las demandas de cada uno de los usuarios. Los profesionales de la arquitectura, como son los arquitectos o las arquitectas del Siglo XXI, desempeñan un trabajo o una labor, centrados en el diseño, la planeación, la creación y el desarrollo de los espacios arquitectónicos y urbanísticos, para el uso y el beneficio de las personas y los grupos de personas, mediante un proceso imaginativo y creativo que incluye, la evaluación del terreno, la elaboración de los planos y maquetas, la implementación de los presupuestos, la supervisión de los proyectos y obras y, la construcción de las edificaciones.
De esta manera, hablando del trabajo o la labor de los arquitectos o las arquitectas del Siglo XXI y, las cualidades o las características de la personalidad de los profesionales de la arquitectura, podemos señalar que, los arquitectos o las arquitectas del Siglo XXI, evidencian y registran capacidades, habilidades y virtudes, personales, familiares y sociales, vinculados con su mundo interior, su mundo exterior y la relación entre su mundo interior y su mundo exterior, como son, la capacidad de observación, la capacidad de análisis y síntesis, la capacidad de imaginación, la capacidad para el dibujo a mano alzada, la capacidad para la comunicación gráfica, oral y escrita, la capacidad de trabajo en equipo, el sentido del espacio, el sentido de la estética, el sentido de la ecología, el sentido de la física, el sentido de la matemática, el sentido de la tecnología, la expresividad, la creatividad, la lógica, la operatividad, la empatía y la tolerancia. Es decir, los arquitectos o las arquitectas del Siglo XXI, como los profesionales en el arte y la técnica de la arquitectura, dirigida a la planificación, la creación y el desarrollo de los espacios arquitectónicos y urbanísticos, que tienen el propósito y la finalidad de facilitar, favorecer y promover la vida, la calidad de vida y el beneficio de las personas y los grupos de personas, requiere de cualidades o características, manifiestas y expresas, en capacidades, habilidades y virtudes, personales, familiares y sociales, a niveles físico, mental, afectivo y social, para atender en el tiempo, a las necesidades, los intereses, los deseos, las fortalezas, las debilidades y los objetivos de los usuarios, evidenciados y registrados, en los proyectos y obras y, las edificaciones.
Es así como, desde mi relación con profesionales de la arquitectura del Siglo XXI, en las diferentes etapas de su vida profesional y laboral, implementada en su trabajo o su labor, siempre desde las necesidades, los intereses, los deseos, las fortalezas, las debilidades y los objetivos de los niños y las niñas menores de 6 años, con el propósito y la finalidad de diseñar y crear mobiliario infantil y espacios de juego infantiles, siento y pienso que, entre todas las cualidades y las características de los arquitectos y las arquitectas del Siglo XXI, reconozco e identifico, en forma muy especial y muy valiosa, la capacidad de observación, definida como la disposición, eventualmente, heredada por una persona, para conocer, con inteligencia emocional, el comportamiento, individual y grupal, de las personas y los grupos de personas, en determinadas situaciones y condiciones de vida, logrando interpretaciones, reales y veraces, sobre sus cualidades o sus características, individuales y grupales; el sentido del espacio, definido como la habilidad, eventualmente, heredada por una persona, para percibir el espacio a partir de colores, formas, tamaños, distancias, entre otros, con lo cual, puede interpretar la relación con el entorno, comprender la disposición del ambiente, imaginar los objetos en 2 y 3 dimensiones y, proyectar los cambios en el ambiente, visualizando los objetos desde distintos ángulos y, reconociendo los objetos, independientemente de su perspectiva espacial y visual; y, la expresividad, definida como la virtud, eventualmente, heredada por una persona, por la cual, tiene la disposición física, mental, afectiva y social, para elegir símbolos, entre diversidad y variedad de lenguajes simbólicos o representativos, como son, el color, la forma, el tamaño, la iluminación, la ventilación, la imagen, el sonido, la textura, entre otros, con el propósito y la finalidad de transmitir y evocar sensaciones, emociones, sentimientos, pensamientos e ideas.
De esta manera, hablando de la arquitectura, los arquitectos o las arquitectas del Siglo XXI y, las aplicaciones de la arquitectura, en la vida, la calidad de vida y el beneficio de las personas y los grupos de personas, podemos explicar que, la arquitectura del Siglo XXI, tiene diversidad y variedad de especialidades y modalidades, como en el Perú, que según leo e investigo, las especialidades y las modalidades pueden ser, arquitectura de interiores, definida como un proceso arquitectónico, artístico y técnico, por el cual, se diseña y construye un espacio de acuerdo a las necesidades estéticas, funcionales, sociales y tecnológicas de los clientes, considerando elementos ambientales, como clima, terreno y materiales, con el propósito y la finalidad de ocupación y uso de las personas y los grupos de personas, en los diferentes contextos de las familias y la comunidad, en general; arquitectura de restauración, definida como un proceso arquitectónico, artístico y técnico, por el cual, se diseña y renueva un elemento de una edificación existente, incluyendo desde la limpieza de la fachada del exterior hasta la consolidación de los cimientos de la base de la edificación; arquitectura urbana, definida como un proceso arquitectónico, artístico y técnico, por el cual, se diseña y construye edificaciones independientes, en base a un diseño urbano, que incluye los elementos de una ciudad, como son calles, áreas verdes, servicios, comercios y entorno urbano, en general; y, arquitectura paisajista, definida como un proceso arquitectónico, artístico y técnico, por el cual, proyectan, planifican, diseñan, gestionan, conservan y rehabilitan los espacios abiertos con vallas o verjas y, los espacios abiertos sin cercas o muros, como son áreas verdes, paisajes naturales, reservas ecológicas y terrenos agrícolas, incluyendo procesos, como sostenimiento medioambiental, conservación histórica, ordenamiento del territorio, planificación urbana y, desarrollo residencial.
Es entonces que, desde mi experiencia como tía y maestra de niños y niñas menores de 6 años de edad, que reconozco e identifico en la arquitectura una arte o una técnica que, facilita, favorece y promueve la transmisión y la evocación de sensaciones, emociones, sentimientos, pensamientos e ideas, desde el diseño de edificaciones, espacios y estructuras, hoy quiero transmitir que, los adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres o madres, abuelos o abuelas, tíos o tías y, maestros o maestras, que acompañamos a los niños y las niñas en el hogar, la escuela y la comunidad, en general, tenemos la oportunidad y la posibilidad de reconocer e identificar las necesidades, los intereses, los deseos, las fortalezas, las debilidades y los objetivos, personales, familiares y sociales, de los niños y las niñas, a partir de los espacios de juego, sencillos o simples, imaginados y creados, por los niños y las niñas, por ejemplo, cuando construyen, a pequeña escala, «una casa» para sus muñecos o sus muñecas y, cuando construyen, a gran escala, «una casa» para el juego individual o grupal. Y, hoy quiero compartir con ustedes el aprendizaje y el descubrimiento logrados en mi lectura y mi investigación sobre las cualidades y las características de los arquitectos y las arquitectas del Siglo XXI, en calidad de los hombres y las mujeres del arte y la técnica de imaginar, proyectar y diseñar edificaciones, espacios y estructuras, en relación a que, el color, la forma, el tamaño, la iluminación, la ventilación, la imagen, el sonido, la textura, entre otros, como lenguajes simbólicos o representativos, utilizados en los espacios de juego, sencillos o simples, imaginados y creados por los niños y las niñas, facilitan, favorecen y promueven, en los niños y las niñas, experiencias físicas, mentales, afectivas y sociales, que motivan e inspiran, la necesidad, el interés y el deseo de transmitir y evocar, en forma individual y grupal, sensaciones, emociones, sentimientos, pensamientos e ideas.