¡Hola!…¡Buenos Días!…¿Qué tal?. Hoy día viernes 23 de Febrero, quiero reflexionar con ustedes acerca de cómo es que la comunicación se imagina y crea en ‘el juego constructivo de la comunicación’, en el cual, los niños organizan la información contenida en su memoria en expresiones no verbales y verbales para actuar, decidir, equivocarse, aprender y desarrollarse de modo independiente y libre siguiendo sus ideas y planes relacionados con ‘sus necesidades e intereses de juego’.
En ese sentido, cuando los niños eligen y deciden reconocer, expresar y comunicar sus emociones y sentimientos personales y naturales, como son, el miedo, la valentía, la tristeza, la felicidad, la molestia y el agrado, ‘sus experiencias cotidianas transformadas en sus recuerdos personales y naturales’ se usan como un conjunto de piezas con sus particulares semejanzas y diferencias, con las cuales, cada niño imagina y crea sus particulares combinaciones y ordenaciones de gestos y palabras, y se comunica.
Efectivamente, conforme los niños maduran en lo físico, lo mental, lo espiritual y lo social, y de modo integral aprenden y desarrollan su capacidad de expresión no verbal y verbal, ‘el juego constructivo de la comunicación’ tiene una mayor diversidad de combinaciones y ordenaciones de gestos y palabras, pues cada niño de modo personal y natural alcanza un mayor ‘contenido de información en su memoria’ y logra una mayor experiencia para organizar ‘la información contenida en su memoria’.
Por lo mismo que, la comunicación de los niños, como una transmisión no verbal y verbal contenida de sus ideas y planes relacionados con ‘sus necesidades e intereses de juego’, descubre el mundo interior o personal de cada niño y muestra cuanto imaginativo y creativo es cada niño como para lograr organizar ‘la información contenida en su memoria’ y experimentar el intercambio entre su mundo interior o personal y su mundo exterior o social.
Ahora, a propósito de la reflexión “El juego constructivo de la comunicación en los niños” comprendo que la comunicación como una transmisión no verbal y verbal desde el mundo interior o personal hacia el mundo exterior o social de los niños es una ocupación física, mental, espiritual y social, por la cual, cada niño descubre y muestra su nivel de madurez, su capacidad de aprendizaje y desarrollo, y su modo de actuar, decidir, equivocarse, aprender y desarrollarse individual y grupalmente.
Saludos,
Lili Marlene