¡Hola!…¡Buenas Tardes!…¿Qué tal?. En el blog anterior, hablé sobre, mi familia, «el amor» y la fortaleza espiritual de mi papá, comprendiendo y explicando que, si bien es cierto que, en febrero 15 – 2022, se cumplieron 20 años del nacimiento de mi papá en la vida espiritual, sucede que, «el amor», y la fortaleza, como fortaleza espiritual, sentidos y transmitidos por El, recibidos de El, a lo largo de su vida, y sentidos por mí, a lo largo de mi vida, prometidos por El, y sentidos por mí, por siempre, en los días previos a su muerte, en un diálogo y una conversación, muy valiosos y muy espaciales, papá e hija, que sostuvimos, y, confirmados por El, y sentidos por mí, para siempre, en sueños, en los meses siguientes a su muerte, los recibo y los siento, en el día a día, con el mismo poder y con la misma fuerza, interviniendo, incluso, en hechos humanamente reconocidos como los milagros, que hicieron y hacen que yo, siga viviendo con valentía. En ese sentido, el observar con atención y compatibilidad, el escuchar con confianza y complicidad, el conocer con compromiso y estabilidad, y el seguir con convicción y credibilidad, en relación con los seres que amamos, y nos aman, y que habitan en el plano espiritual, son oportunos y posibles, por lo mismo que, los seres del plano espiritual, y los seres del plano físico, convivimos en el espacio y el tiempo, lo cual, se evidencia y se nos revela, en la existencia de los vínculos espirituales y emocionales, por siempre y para siempre. Y, por lo mismo que, existen vínculos espirituales y emocionales, por siempre y para siempre, es oportuno y posible, reconocer, expresar y comunicar que, como seres en el plano físico, por obra de el amor y su poder, en todo momento y en todo lugar, estamos espiritualmente acompañados, con los seres en el plano espiritual, que amamos, y nos aman, como seres de luz y calor, que intervienen, trascienden y participan, en nuestros día a día.
En el blog actual, entonces, voy a hablar sobre, mi familia, «el amor» y la inteligencia emocional de mi mamá, explicando la relación entre, el vínculo espiritual y emocional con mi mamá, la inteligencia emocional, como la capacidad de reconocer sentimientos en nosotros y otros, de motivarnos y de manejar positivamente nuestras relaciones interpersonales, durante la niñez, y a lo largo de toda nuestra vida, y, mi vida en el pasado, el presente y el futuro, posteriores a la muerte de mi mamá, pues si bien es cierto que, en noviembre 19 – 2022, se cumplen 19 años del nacimiento de mi mamá en la vida espiritual, sucede que, «el amor», y la inteligencia, como inteligencia emocional, desarrollada y cultivada por Ella, a lo largo de su vida, y puesta en práctica y ejercitada por Ella, en su día a día, en forma personal y natural, y, desarrollada y cultivada, por mí, a lo largo de mi vida, y puesta en práctica y ejercitada por mí, en mi día a día, por mi relación espiritual y emocional, con Ella, en la convivencia, mamá e hija, anterior a su muerte, la pongo en práctica y la ejercito, con mayor necesidad y con mayor interés, especialmente, en la convivencia, mamá e hija, posterior a su muerte, por lo mismo que, siento y sé que, mi mamá, ahora mismo, está habitando dentro de mí y mi corazón, con el mismo poder y la misma fuerza, interviniendo, incluso, en hechos humanamente reconocidos como los milagros, que hicieron y hacen que yo, siga viviendo con valentía.
De esta manera, cuando hablo sobre, mi familia, «el amor» y la inteligencia emocional de mi mamá, explicando la relación entre, el vínculo espiritual y emocional con mi mamá, la inteligencia emocional, como la capacidad de reconocer sentimientos en nosotros y otros, de motivarnos y de manejar positivamente nuestras relaciones interpersonales, durante la niñez, y a lo largo de toda nuestra vida, y, mi vida en el pasado, el presente y el futuro, posteriores a la muerte de mi mamá, comprendo y explico que, para que la inteligencia emocional, trascienda y participe del plano espiritual al plano físico, es necesario e importante, conocer y saber que, la trascendencia y la participación de la inteligencia emocional de un plano a otro plano, en el pasado, el presente y el futuro, sólo son oportunas y posibles, por obra de el amor y su poder, sustentado y fundamentado, en el observar con atención y compatibilidad, el escuchar con confianza y complicidad, el conocer con compromiso y estabilidad, y el seguir con convicción y credibilidad, que puestos en práctica y ejercitados, personal y naturalmente, como principios y objetivos de vida, en el día a día, hacen oportunos y posibles, el vínculo espiritual y emocional con mi mamá, mi inteligencia emocional, y el desarrollo de mi capacidad de reconocer sentimientos en mí y otros, de motivarme y de manejar positivamente mis relaciones interpersonales.
En tal sentido, cuando hablo sobre, mi familia, «el amor» y la inteligencia emocional de mi mamá, comprendiendo y explicando que, la trascendencia y la participación de la inteligencia emocional de un plano a otro plano, en el pasado, el presente y el futuro, sólo son oportunas y posibles, por obra de el amor y su poder, comprendo y explico que, el observar con atención y compatibilidad, el escuchar con confianza y complicidad, el conocer con compromiso y estabilidad, y el seguir con convicción y credibilidad, en relación con los seres que amamos, y nos aman, y que habitan en el plano espiritual, son puestos en práctica y ejercitados, personal y naturalmente, como principios y objetivos de vida, en el día a día, por lo mismo que, según logro conocer y saber, los seres del plano espiritual, que amamos, y nos aman, conviven con nosotros en el plano físico, como nuestros guías espirituales y emocionales, por siempre y para siempre.
En tal sentido, también, cuando hablo sobre, mi familia, «el amor» y la inteligencia emocional de mi mamá, comprendiendo y explicando que, la trascendencia y la participación de la inteligencia emocional de un plano a otro plano, en el pasado, el presente y el futuro, sólo son oportunas y posibles, por obra de el amor y su poder, comprendo y explico que, por lo mismo que, según logro conocer y saber, los seres del plano espiritual, que amamos, y nos aman, conviven con nosotros en el plano físico, como nuestros guías espirituales y emocionales, por siempre y para siempre, es oportuno y posible, reconocer, expresar y comunicar que, como seres en el plano físico, por obra de el amor y su poder, en todo momento y en todo lugar, de forma personal y natural, estamos emocionalmente preparados, por los seres en el plano espiritual, que amamos, y nos aman, como seres de luz y calor, que intervienen, trascienden y participan, en nuestros día a día.
Es así como, cuando hablamos de la comprensión y la regulación de las emociones, en las niñas y los niños, desde una toma de conciencia, sobre su realidad, personal, familiar y social, incluidos, los retos, los cambios y los logros, con el propósito de corregir, resolver, e, incluso, mejorar, un comportamiento y, una eventual actitud, como consecuencia de una adaptación a su realidad, personal, familiar y social, vivenciada y experimentada, con agrado, gusto y placer, en la cual, niños y niñas, vivencian y experimentan, una activación y una actualización, de sus sentimientos de valentía y felicidad, y amor por un@ mism@ y, por l@s demás, estamos hablando de formar, educar y acompañar a las niñas y los niños, en el conocer y el saber que, los seres del plano espiritual, que amamos, y nos aman, conviven con nosotros en el plano físico, como nuestros guías espirituales y emocionales, por siempre y para siempre, y, por lo mismo, es oportuno y posible que, los niños y las niñas, experimenten y aprendan a reconocer, expresar y comunicar que, como seres en el plano físico, por obra de el amor y su poder, en todo momento y en todo lugar, de forma personal y natural, están emocionalmente preparados, por los seres en el plano espiritual, que aman, y los aman, como seres de luz y calor, que intervienen, trascienden y participan, en sus día a día.
Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos, el significado y el sentido que tiene, «el amor», en el proceso de modelar, formar y educar, el mundo interior de los niños y las niñas, que, natural y habitualmente, manifiestan y expresan, diferentes y diversos, tiempos y momentos, de sensaciones, emociones y sentimientos, conectados entre sí y, conectados con otros, en sus roles, como pueden ser, hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, o, alumnos o alumnas. Y, en ese mismo sentido, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, trabajemos en la experiencia y el aprendizaje, personal, emocional y afectivo, de los niños y las niñas, orientado a desarrollar y progresar, en «el amor» y la inteligencia emocional, en las niñas y los niños, sobre todo en los momentos y los lugares de juego, en los cuales, se originan oportunidades y posibilidades, para el contacto y la interacción, natural, espontánea e innata, con el ambiente, l@s compañer@s y, los materiales de juego, pues el desarrollo en «el amor» y la inteligencia emocional, puede ser muy positivo y favorable, para su crecimiento, su evolución y, sus logros, personales, emocionales y, afectivos, en los grupos de juego.