¡Hola!…¿Cómo están?…¿Qué tal?. En lo personal, transcurridos los primeros seis meses de mis 50 años de edad, llega el momento de la cirugía, para la extirpación de mi riñón derecho, y, llega el diagnóstico de cáncer en mi riñón derecho, una vez fuera de mi organismo, y, en ambas, condiciones y situaciones, llega el tiempo y el momento de reconocer e identificar a las personas muy valiosas en mi vida, y, preguntarme…¿qué hace muy valiosas a la personas?. En ese sentido, el haber vivido la experiencia del diagnóstico de cáncer en mi riñón derecho, me dio la oportunidad y la posibilidad de conocer, comprender, aprender y descubrir que, el valor de una persona, reside en el cómo afronta y enfrenta una situación y sus circunstancias de la forma o la manera mejor asimilada y adaptada. Es decir, en el proceso personal, emocional y afectivo de afrontar y enfrentar, una situación y sus circunstancias, como la situación y sus circunstancias de la cirugía y el diagnóstico de cáncer, me conozco, me comprendo, me aprendo y me descubro, como una persona muy valiosa, y, conociéndome, comprendiéndome, aprendiéndome y descubriéndome, como la persona muy valiosa que soy, en lo personal, lo emocional y lo afectivo, yo, conozco, comprendo, aprendo y descubro, como las personas muy valiosas que son, en lo personal, lo emocional y lo afectivo, las personas de mi entorno.
Hablando, entonces, sobre ¿qué hace a las personas muy valiosas?, hoy puedo explicar que, desde mi vivencia y mi experiencia personal, emocional y afectiva, así como la comprensión, la empatía y la solidaridad, es lo que hace muy especiales a las personas, en nuestras vidas, lo que hace a las personas muy valiosas, en nuestras vidas, es el nivel de comprensión, empatía y solidaridad, que logran, naturalmente, manifestar y expresar, en sus contactos e interacciones, con nosotros. En ese sentido, cuando hablamos del nivel de comprensión, empatía y solidaridad, manifiesto y expreso, desde mi vivencia y mi experiencia personal, emocional y afectiva, puedo explicar que, el menor o el mayor nivel de comprensión, empatía y solidaridad, se relaciona, esencialmente, con la escucha activa o la capacidad de conectar con el corazón, para lograr, reconocer e identificar, en uno mismo y, en el otro, la armonía o el equilibrio, entre la palabra, el gesto y el silencio.
Hablando, así, sobre ¿qué hace a las personas muy valiosas?, y, la escucha activa, como la capacidad de conectar con el corazón, para lograr, reconocer e identificar, en uno mismo y, en el otro, la armonía o el equilibrio, entre la palabra, el gesto y el silencio, podemos explicar que, la escucha activa es una habilidad personal, emocional y afectiva, que puede ser, aprendida y desarrollada, mediante el ejercicio y la práctica. En el ejercicio y la práctica de la escucha activa, se aprende y se desarrolla la habilidad para escuchar, lo que la persona expresa directamente y, para escuchar, especialmente, lo que la persona expresa indirectamente, como son los afectos, los sentimientos, las ideas y los pensamientos ocultos, tras lo que la persona expresa directamente. Y, en la escucha activa, son necesarios, el reconocimiento de las emociones, las necesidades y las acciones, de la persona a quien escuchamos, y, la identificación con sus mensajes, verbales y no verbales.
Hablando, así, sobre ¿qué hace a las personas muy valiosas?, y, la importancia de la escucha activa, como la vivencia y la experiencia de conexión con el corazón, para lograr, reconocer e identificar, en uno mismo y, en el otro, la armonía o el equilibrio, entre la palabra, el gesto y el silencio, podemos explicar que, lo importante de una escucha activa, radica en el hecho que, cuando las personas muy valiosas, en nuestras vidas, ejercitan y practican, la escucha activa, son capaces de comprender, empatizar y solidarizar, con nuestras necesidades, nuestras emociones y nuestras acciones, con lo cual, la escucha activa, se transforma en un medio o un recurso, mediante el cual, es oportuno y es posible, entender una situación y sus condiciones, explicada por otra persona, para de esta manera, analizarla y evaluarla, y, lograr las acciones, oportunas y posibles, para lo toma de decisiones y la resolución de problemas, en un lugar y un momento, determinados.
Y, hablando, así, sobre ¿qué hace a las personas muy valiosas?, y, los beneficios de la escucha activa, como la vivencia y la experiencia de conexión con el corazón, para lograr, reconocer e identificar, en uno mismo y, en el otro, la armonía o el equilibrio, entre la palabra, el gesto y el silencio, podemos explicar que, los beneficios de una escucha activa, se reconocen y se identifican, en el hecho que, cuando las personas muy valiosas, en nuestras vidas, ejercitan y practican, la escucha activa con nosotros, en una situación y circunstancias, de nuestra vida, la vivencia y la experiencia de la escucha activa, como una vivencia y una experiencia de contacto e interacción personal, emocional y afectiva, motiva la comunicación verbal y no verbal, comunica la calma y la serenidad, motiva la comunicación efectiva, fortalece los lazos o los vínculos personales, comunica la atención y el interés, fortalece la confianza, y, promueve la autoestima y la inteligencia emocional.
De esta manera, cuando hablamos de, los niños y las niñas, su grado de comprensión, su grado de empatía y su grado de solidaridad, manifiestos y expresos en la escucha activa, y, su vivencia y su experiencia, como personas muy valiosas en la vida de otras personas, y, con personas muy valiosas, en sus vidas, estamos hablando que, en el caso, propio y particular, de los niños y las niñas, sus energías de amor internas, son energías de colores, exteriorizadas en sus sensaciones, sus emociones y sus pensamientos, propios y particulares, contenidos en sus pequeños cuerpos, naturalmente, iguales en forma y, diferentes en fondo, al igual que, un par de Casas de Madera, armadas con piezas iguales y, con colores, tonalidades y luminosidades diferentes. En ese sentido, el juego grupal, como una oportunidad y una posibilidad, para reconocer, expresar y comunicar, libremente, su mundo interno, puede ser, una vivencia o una experiencia, para el contacto y la interacción, con los niños y las niñas de las mismas edades, y con el entorno, sus colores y sus energías de amor, mediante, vivencias y experiencias personales, emocionales y afectivas, en las cuales, mediante el juego interactivo y la comunicación, no verbal y verbal, se ejercite y se practique, la escucha activa o la conexión con el corazón, para el encuentro con el sentimiento, como personas muy valiosas, en la vida de otras personas, y, con personas muy valiosas, en sus vidas.
Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, tomemos conciencia, sobre el poder de escucha activa, o, de conexión con el corazón, de cada niño o niña de nuestro entorno, como hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, y, alumnos y alumnas. Y, en ese mismo sentido, hablando del ser personas muy especiales, desde la perspectiva de la vivencia y la experiencia personal, espiritual y emocional de escuchar activamente, o, conectar con el corazón, con las sensaciones, las emociones y los sentimientos, entre niños y niñas, entre niñ@s y adultos, y, entre adultos, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, tomemos conciencia sobre el hecho que, las sensaciones, las emociones y los sentimientos, como energías de amor de colores, que habitan en su interior, necesitan y demandan, la escucha activa, o, la conexión con el corazón, por medio de palabras que conectan y, brazos que unen y, que tienen el propósito natural de canalizar, una crianza, sana y saludable, en los niños y las niñas.