Educación Emocional,… ¿qué beneficios nos produce el actuar con “el corazón”?…

¡Hola!…¡Buenas Tardes!…¿Qué tal?. En el artículo anterior, hablé sobre, ¿qué significa la confianza para “las personas corazón”?, partiendo de dos conceptos clave, como son, las Personas Corazón, comprendidas y definidas, como aquellos seres humanos, que según el dictado de la propia voz interior y desde el diálogo espontáneo, accionan, se controlan, solucionan y responden a sensaciones, emociones y sentimientos, vinculados y relacionados, con otro ser humano, y la Confianza, comprendida y definida, como el valor que da la capacidad de tomar conciencia y actuar conforme a una seguridad reveladora, valiosa y beneficiosa. En ese sentido, cuando hablo sobre, ¿qué significa la confianza para “las personas corazón”?, estoy experimentando y aprendiendo que, en “las personas corazón”, el corazón, es el órgano especialmente activo y participativo, en el cual, se activan y se actualizan, las acciones, los controles, las soluciones y las respuestas, personales y naturales, que según el dictado de la propia voz interior y desde el diálogo espontáneo, nos vinculan y nos relacionan, con las sensaciones, las emociones y los sentimientos, de otra persona. Y, asimismo, cuando hablo sobre, ¿qué significa la confianza para “las personas corazón”?, comprendo y explico que, en “las personas corazón”, la confianza, como el valor que capacita para tomar conciencia y actuar conforme a una seguridad reveladora, valiosa y beneficiosa, se activa, se actualiza y se motiva, en el corazón, teniendo como sus seguridades: las acciones, los controles, las soluciones y las respuestas, personales y naturales, vinculados y relacionados, con aquello que otra persona está experimentando, pensando, sintiendo, y comunicando con sus mensajes y expresiones, a niveles no verbal y verbal.

En el artículo actual, entonces, voy a hablar sobre, ¿qué beneficios nos produce el actuar con “el corazón”?, partiendo de dos conceptos clave, como son, el Corazón, como órgano especialmente activo y participativo en “las personas corazón”, comprendido y definido, como el maestro de las acciones, los controles, las soluciones y las respuestas, personales y naturales, vinculados y relacionados, con uno mismo y con otra persona, y la Voluntad, comprendida y definida, como la virtud, personal y natural, que capacita para el compromiso, la verdad y la confianza, sentidos y evidenciados, en la toma de conciencia y el actuar conforme a un propósito personal, emocional y afectivo, un hecho real, objetivo y claro, y una seguridad reveladora, valiosa y beneficiosa, pues si bien es cierto que, por experiencia y aprendizaje socio – culturales, se tiende y se suele, reconocer e identificar, el cerebro, como el órgano, en el cual, se originan las sensaciones, las emociones y los sentimientos, estoy experimentando y aprendiendo que, en “las personas corazón”, el actuar con “el corazón”, es la experiencia y la actitud, personal y natural, que origina, dirige y orienta, las acciones, los controles, las soluciones y las respuestas, personales y naturales, propios del intercambio personal de a dos, vivenciado y experimentado, en los contactos y las interacciones al interior de los entornos personal, familiar y social.

De esta manera, cuando hablo sobre, ¿qué beneficios nos produce el actuar con “el corazón”?, partiendo de dos conceptos clave, como son, el Corazón, como órgano especialmente activo y participativo en “las personas corazón”, comprendido y definido, como el maestro de las acciones, los controles, las soluciones y las respuestas, personales y naturales, vinculados y relacionados, con uno mismo y con otra persona, y la Voluntad, comprendida y definida, como la virtud, personal y natural, que capacita para el compromiso, la verdad y la confianza, sentidos y evidenciados, en la toma de conciencia y el actuar conforme a un propósito personal, emocional y afectivo, un hecho real, objetivo y claro, y una seguridad reveladora, valiosa y beneficiosa, comprendo y explico que, el corazón, como órgano especialmente activo y participativo en “las personas corazón”, es el guía espiritual y emocional que, en el intercambio interpersonal de a dos, vivenciado y experimentado, en los contactos y las interacciones al interior de los entornos personal, familiar y social, según el dictado de la propia voz interior y desde el diálogo espontáneo, origina, dirige y orienta, la conexión emocional y la consecuente conexión sentimental, como correspondencia natural, espiritual y usual, que inspira e impulsa compromiso con otra persona, habla con la verdad, y confianza en uno mismo.

En tal sentido, experimento y aprendo que, cuando hablo sobre, ¿qué beneficios nos produce el actuar con “el corazón”?, comprendiendo y explicando que, el corazón, como órgano especialmente activo y participativo en “las personas corazón”, es el guía espiritual y emocional que, en el intercambio interpersonal de a dos, vivenciado y experimentado, en los contactos y las interacciones al interior de los entornos personal, familiar y social, según el dictado de la propia voz interior y desde el diálogo espontáneo, origina, dirige y orienta, la conexión emocional y la consecuente conexión sentimental, como correspondencia natural, espiritual y usual, que inspira e impulsa compromiso con otra persona, habla con la verdad y confianza en uno mismo, ocurre que, en un primer momento de formación, ejercicio y desarrollo, por el actuar de “el corazón” o por la acción y la participación de “el corazón” en el ejercicio de el compromiso, la verdad y la confianza, “las personas corazón”, según el dictado de la propia voz interior y desde el diálogo espontáneo, logran un desarrollo personal, emocional y afectivo, sentido y evidenciado, en “lo interno, lo propio y lo esencial”, acompañado de su crecimiento, su libertad y su fortalecimiento personales y naturales, validados y apreciables, en “lo personal, lo familiar y lo social”.

En tal sentido, también, experimento y aprendo que, cuando hablo sobre, ¿qué beneficios nos produce el actuar con “el corazón”?, comprendiendo y explicando que, el corazón, como órgano especialmente activo y participativo en “las personas corazón”, es el guía espiritual y emocional que, en el intercambio interpersonal de a dos, vivenciado y experimentado, en los contactos y las interacciones al interior de los entornos personal, familiar y social, según el dictado de la propia voz interior y desde el diálogo espontáneo, origina, dirige y orienta, la conexión emocional y la consecuente conexión sentimental, como correspondencia natural, espiritual y usual, que inspira e impulsa compromiso con otra persona, habla con la verdad y confianza en uno mismo, ocurre que, en un segundo momento de formación, ejercicio y desarrollo, por el actuar de “el corazón” o por la acción y la participación de “el corazón” en el ejercicio de el compromiso, la verdad y la confianza, “las personas corazón”, según el dictado de la propia voz interior y desde el dialogo espontáneo, como consecuencia natural de su voluntad de compromiso con otra persona, habla con la verdad, y confianza en uno mismo, logran un desarrollo personal, emocional y afectivo, sentido y evidenciado, en tres experiencias y actitudes personales y naturales, como son abrazar todas las emociones, salir de la zona segura y cómoda, y empoderamiento.

Es así como, cuando hablamos de la comprensión y la regulación de las emociones, en las niñas y los niños, desde una toma de conciencia, .sobre su realidad, personal, familiar y social, incluidos, los retos, los cambios y los logros, con el propósito de corregir, resolver, e, incluso, mejorar, un comportamiento y, una eventual actitud, como consecuencia de una adaptación a su realidad, personal, familiar y social, vivenciada y experimentada, con agrado, gusto y placer, en la cual, niños y niñas, vivencian y experimentan, una activación y una actualización, de sus sentimientos de valentía y felicidad, y amor por un@ mism@ y, por l@s demás, estamos hablando de formar, educar y acompañar a las niñas y los niños, en el aprendizaje y la comprensión sobre, el Corazón, como órgano especialmente activo y participativo en “las personas corazón”, comprendido y definido, como el maestro de las acciones, los controles, las soluciones y las respuestas, personales y naturales, vinculados y relacionados, con uno mismo y con otra persona, y la Voluntad, comprendida y definida, como la virtud, personal y natural, que capacita para el compromiso, la verdad y la confianza, sentidos y evidenciados, en la toma de conciencia y el actuar conforme a un propósito personal, emocional y afectivo, un hecho real, objetivo y claro, y una seguridad reveladora, valiosa y beneficiosa, con la finalidad que, los niños y las niñas, con el acompañamiento adulto, comprendan y expliquen que, en su presente y a lo largo de su vida, personal, familiar y social, en “las personas corazón”, el actuar con “el corazón”, es la experiencia y la actitud, personal y natural, que origina, dirige y orienta, las acciones, los controles, las soluciones y las respuestas, personales y naturales, propios del intercambio personal de a dos, vivenciado y experimentado, en los contactos y las interacciones al interior de los entornos personal, familiar y social, y aprendan que, el corazón, como órgano especialmente activo y participativo en “las personas corazón”, es el guía espiritual y emocional que, en el intercambio interpersonal de a dos, vivenciado y experimentado, en los contactos y las interacciones al interior de los entornos personal, familiar y social, según el dictado de la propia voz interior y desde el diálogo espontáneo, origina, dirige y orienta, la conexión emocional y la consecuente conexión sentimental, como correspondencia natural, espiritual y usual, que inspira e impulsa compromiso con otra persona, habla con la verdad, y confianza en uno mismo.

Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos, el significado y el sentido que tiene, el corazón, en el proceso de modelar, formar y educar, el mundo interior de los niños y las niñas, que, natural y habitualmente, manifiestan y expresan, diferentes y diversos, tiempos y momentos, de sensaciones, emociones y sentimientos, conectados entre sí y, conectados con otros, en sus roles, como pueden ser, hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, o, alumnos o alumnas. Y, en ese mismo sentido, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, trabajemos en la experiencia y el aprendizaje, personal, emocional y afectivo, de los niños y las niñas, orientado a desarrollar y progresar, en el actuar con “el corazón”, en las niñas y los niños, sobre todo en los momentos y los lugares de juego, en los cuales, se originan oportunidades y posibilidades, para el contacto y la interacción, natural, espontánea e innata, con el ambiente, l@scompañer@s y, los materiales de juego, pues lograr un desarrollo personal, emocional y afectivo, acompañado de su crecimiento, su libertad y su fortalecimiento personales y naturales, puede ser muy positivo y favorable, para su crecimiento, su evolución y, sus logros, personales, emocionales y, afectivos, en los grupos de juego.