Educación Emocional, …¿cuándo se cortan los lazos con l@s niñ@s?…

¡Hola!…¡Buenas Tardes!…¿Qué tal?. En el blog anterior, hablamos sobre, «el amor» y los primeros tres años en la vida de l@s niñ@s, comprendiendo y explicando que, hacia los tres años de edad, aproximadamente, las experiencias personales, emocionales y afectivas, en las cuales, se originan los lazos, los vínculos y las relaciones personales, emocionales y afectivos, de valor y perdurables en el tiempo y el espacio, se suelen registrar de manera, efectiva y productiva, en la memoria autobiográfica. En ese sentido, cuando hablamos sobre, la memoria autobiográfica, explicamos la memoria autobiográfica, como la habilidad para recordar, a manera de episodios, sucesos autobiográficos del pasado, como pueden ser, los momentos vividos o los lugares visitados, que surge en la niñez, hacia los tres años de edad, aproximadamente, cuando los niños y las niñas, adquieren la capacidad para lograr narrar sus experiencias, por medio del lenguaje. Asimismo, cuando hablamos sobre, la característica de la memoria autobiográfica,  explicamos que, la principal característica, que define la memoria autobiográfica es, el componente personal, emocional y afectivo, que interviene y participa, en la narración de las experiencias seleccionadas, en el cual, se incluyen, el aprendizaje, el almacenamiento y el recuerdo de las experiencias seleccionadasasociadas con sus respuestas fisiológicas y emocionales. Y, cuando hablamos sobre, la función de la memoria autobiográfica, explicamos que, la principal función, que define la memoria autobiográfica es, la percepción de nuestra identidad, personal, familiar y social, construida y creada, con el contenido de recuerdos, conocimientos y saberes, personales, emocionales y afectivos, que almacenamos sobre nosotros mismos, hacia los tres años de edad, aproximadamente, y a lo largo de toda nuestra vida.

En el blog actual, entonces, vamos a hablar sobre, ¿cuándo se cortan los lazos con l@s niñ@s?, explicando la correspondencia entre, el contacto y la interacción personales, emocionales y afectivos, el amor, en los tiempos y los espacios de juego, y, el modelamiento, la formación y la educación de lazos, vínculos y relaciones personales, emocionales y afectivos, de valor y perdurables en el tiempo y el espacio, entre los niños y las niñas, como hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, o, alumnos o alumnas, y los adultos responsables a cargo, en sus roles de padres o madres, abuelos o abuelas, tíos o tías, o, maestros o maestras, hacia los tres años de edad, aproximadamente, en adelante, al interior de los entornos personal, familiar y social, pues si bien es cierto que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, conocemos sobre, la necesidad y la importancia de modelar, formar y educar lazos, vínculos y relaciones personales, emocionales y afectivos desde, el amor y su poder, y el juego, a lo largo de toda la vida de los niños y las niñas, sucede que, por falta de conocimiento, sobre la memoria autobiográfica, su característica y su función, se suele desconocer el hecho que, el contacto y la interacción personales, emocionales y afectivos, desde el amor, en los tiempos y los espacios de juego, es el sustento y el fundamento, vivencial y experimental, primario y básico, sobre el cual, niños y niñas, construyen y crean, su memoria autobiográfica, con su propio y particular, contenido de recuerdos, conocimientos y saberes, sobre sí mismos, y, mediante el cual, niños y niñas, desarrollan una percepción de su identidad, personal, familiar y social, sana y saludable.

De esta manera, para responder a la pregunta propuesta sobre, ¿cuándo se cortan los lazos con l@s niñ@s?, explicando la correspondencia entre, el contacto y la interacción personales, emocionales y afectivos, el amor, en los tiempos y los espacios de juego, y, el modelamiento, la formación y la educación de lazos, vínculos y relaciones personales, emocionales y afectivos, de valor y perdurables en el tiempo y el espacio, entre los niños y las niñas, y los adultos responsables a cargo, hacia los tres años de edad, aproximadamente, en adelante, al interior de los entornos personal, familiar y social, lo primero por explicar es que, si bien existen los lazos, con consecuentes vínculos y relaciones personales, emocionales y afectivos, los cuales, a nivel físico, tienen un valor y una perdurabilidad, en el tiempo y el espacio, sucede que, para que los lazosa nivel emocional, tengan un valor y una perdurabilidad, en el tiempo y el espacio, es necesario e importante, el contacto y la interacción personales, emocionales y afectivos, de los niños y las niñas, con las personas, los momentos y los lugares significativos de sus entornos personal, familiar y social, desde el amor y su poder, como vivencia y experiencia personal, emocional y afectiva, sustentada y fundamentada, en el observar con atención, el escuchar con confianza, el conocer con compromiso y, el seguir con convicción.

Asimismo, para responder a la pregunta propuesta sobre, ¿cuándo se cortan los lazos con l@s niñ@s?, explicando la correspondencia entre, el contacto y la interacción personales, emocionales y afectivos, el amor, en los tiempos y los espacios de juego, y, el modelamiento, la formación y la educación de lazos, vínculos y relaciones personales, emocionales y afectivos, de valor y perdurables en el tiempo y el espacio, entre los niños y las niñas, y los adultos responsables a cargo, hacia los tres años de edad, aproximadamente, en adelante, al interior de los entornos personal, familiar y social, lo segundo por explicar es que, si bien el componente elemental de el juego, es el componente físico, que se hace realidad y se concreta, en el uso del cuerpo y el uso de los materiales de juego, al interior de los ambientes de juego, personales, familiares y sociales, por parte de los niños y las niñas, y los adultos, que participan de la experiencia de juego, el componente sustancial de el juego, es el componente emocional, que se concreta y se hace realidad, en las sensaciones y los sentimientos, de los niños y las niñas, y los adultos, que participan de la experiencia de juego, haciendo oportunos y posibles, la experiencia de juego en sí misma, el recuerdo, el uso del lenguaje, y la narración de la experiencia de juego, naturalmente asociada con sus respuestas fisiológicas y emocionales, al interior de sus entornos, personal, familiar y social.

En tal sentido, cuando hablamos sobre, ¿cuándo se cortan los lazos con l@s niñ@s?, podemos responder que, a nivel emocional, los lazos con l@s niños, se cortan, perdiendo, naturalmente, su valor y su perdurabilidad, en el tiempo y el espacio, cuando, eventualmente, se cortan, el contacto y la interacción, personales, emocionales y afectivos, desde el amor y su poder, y el juego, puesto que, sin el contacto y la interacción, personales, emocionales y afectivos, desde el amor y su poder, y el juego, al interior de los entornos, personal, familiar y social, primero se corta el almacenamiento natural, espontáneo e innato de los recuerdos, los conocimientos y los saberes de los niños y las niñas, sobre sí mismos, segundo se corta la construcción y la creación de la memoria autobiográfica, por los niños y las niñas, que como contenido de recuerdos, conocimientos y saberes, sobre sí mismos, almacenados en el tiempo y el espacio, personales, emocionales y afectivos, naturalmente facilita, favorece y promueve, el desarrollo de una percepción de su identidad personal, familiar y social, sana y saludable, y, tercero se corta el modelamiento, la formación y la educación de lazos, vínculos y relaciones personales, emocionales y afectivos, de valor y perdurables en el tiempo y el espacio, entre los niños y las niñas, y los adultos responsables a cargo, al interior de los entornos personal, familiar y social.

Es así como, cuando hablamos de la comprensión y la regulación de las emociones, en las niñas y los niños, desde una toma de conciencia, sobre su realidad, personal, familiar y social, incluidos, los retos, los cambios y los logros, con el propósito de corregir, resolver, e, incluso, mejorar, un comportamiento y, una eventual actitud, como consecuencia de una adaptación a su realidad, personal, familiar y social, vivenciada y experimentada, con agrado, gusto y placer, en la cual, niños y niñas, vivencian y experimentan, una activación y una actualización, de sus sentimientos de valentía y felicidad, y amor por un@ mism@ y, por l@s demás, estamos hablando de formar, educar y acompañar a las niñas y los niños, en el modelamiento, la formación y la educación de lazos, vínculos y relaciones personales, emocionales y afectivos, de valor y perdurables en el tiempo y el espacio, entre los niños y las niñas, y los adultos responsables a cargo, al interior de los entornos personal, familiar y social, desde el amor y su poder, y el juego, que en forma natural, espontánea e innata, hacen oportunos y posibles, el almacenamiento natural, espontáneo e innato de los recuerdos, los conocimientos y los saberes de los niños y las niñas, sobre sí mismos, y, la construcción y la creación de la memoria autobiográfica, por los niños y las niñas, que como contenido de recuerdos, conocimientos y saberes, sobre sí mismos, almacenados en el tiempo y el espacio, personales, emocionales y afectivos, naturalmente facilita, favorece y promueve, el desarrollo de una percepción de su identidad personal, familiar y social, sana y saludable.

Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos, el significado y el sentido que tiene, el contacto y la interacción con l@s niñ@s, desde el amor y su poder, y el juego, en el proceso de modelar, formar y educar, el mundo interior de los niños y las niñas, que, natural y habitualmente, manifiestan y expresan, diferentes y diversos, tiempos y momentos, de sensaciones, emociones y sentimientos, conectados entre sí y, conectados con otros, en sus roles, como pueden ser, hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, o, alumnos o alumnas. Y, en ese mismo sentido, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, trabajemos en la experiencia y el aprendizaje, personal, emocional y afectivo, de los niños y las niñas, orientado a desarrollar y progresar, en el amor, en las niñas y los niños, sobre todo en los momentos y los lugares de juego, en los cuales, se originan oportunidades y posibilidades, para el contacto y la interacción, natural, espontánea e innata, con el ambiente, l@s compañer@s y, los materiales de juego, pues estimular desde el amor y su poder, puede ser muy positivo y favorable, para su crecimiento, su evolución y, sus logros, personales, emocionales y, afectivos, en los grupos de juego.