¡Hola!…¡Buenos Días!…¿Qué tal?. Hoy día martes 17 de Junio, habiendo reflexionado con ustedes sobre la experiencia de Rodo con la luz y su frase: ¡Sigue tu luz y cumple tus sueños!, como un mensaje – guía que se propone inspirar y motivar a los niños a aprender a mirarse ‘hacia adentro’ para que se reconozcan y se escuchen con verdad y Amor, y se encaminen hacia lo positivo y lo bueno para todos, hoy quiero reflexionar con ustedes sobre por qué acompañar a nuestros niños y sus sensaciones.
En el contexto de ‘una educación emocional’, entendida como el proceso de formación y preparación que facilita y favorece el reconocimiento, la comprensión y la gestión de las emociones, las sensaciones son el primer contacto de los niños con ‘su propio cuerpo’ o los estímulos internos, como el latido del corazón, y con ‘su mundo alrededor’ o los estímulos externos, como el calor del sol, y son la primera información que el cerebro de un niño utiliza para construir sus propias experiencias emocionales.
En ese sentido, por un hecho constructivo natural, una vez que las sensaciones se producen en los sentidos de la vista, el tacto, el oído, el olfato y el gusto, el cerebro de un niño procesa la información sensorial que recibe del interior y del exterior del cuerpo, y a partir de la información sensorial, la experiencia previa y el contexto social construye las experiencias emocionales, compuestas por lo que siente, lo que piensa, lo que interpreta y lo que asimila un niño sobre cada situación que vive.
Es así como, con el tiempo, gracias a la repetición y la asociación, las sensaciones como la energía, la calma, el optimismo, la paz, la creatividad, la imaginación, la belleza y la luz – que son respuestas de los sentidos de los niños (como la vista, el tacto, el oído, el olfato y el gusto) a los estímulos del interior y del exterior de su cuerpo -, comienzan a vincularse de forma natural con sus emociones ‘cotidianas’, como el miedo, la valentía, la tristeza, la felicidad, la molestia y el agrado.
Ahora, a propósito de la reflexión sobre “¿Por qué acompañar a nuestros niños y sus sensaciones?” comprendo que acompañar a nuestros niños y sus sensaciones es necesario e importante porque es formarlos y prepararlos para dar sentido a lo que sienten, a fin de que cada niño comprenda la información que recibe a través de sus sentidos – como la vista, el tacto, el oído, el olfato y el gusto -, integre sus experiencias previas y su entorno, y construya sus propias experiencias emocionales.
Saludos,
Lili Marlene