¡Hola!…¡Buenos Días!…¿Qué tal?. Hoy día martes 12 de Diciembre, quiero contarles y compartirles que, en los Cuentos Infantiles deLili: “María José y sus amig@s dicen”, María José, José María, Josefa, Antonio, Celina y Julio, son niños que en el día a día en sus entornos personal, familiar y social viven experiencias que a sus edades y por la consecuencia que tienen en sus desempeños físico y espiritual sienten y evidencian como problemas o ‘hechos eventualmente adversos por afrontar y resolver’.
En el lenguaje adulto y por definición, e independientemente de la edad, es decir, tanto para nosotros los adultos como para nuestros niños, aunque solemos pensar y sentir que los niños son ajenos a los problemas, los problemas son hechos eventualmente adversos o contrarios a nuestros control y voluntad físicos y espirituales que obstaculizan el transcurrir normal de actividades cotidianas e imposibilitan el logro regular de objetivos y planes personales, familiares o sociales.
Como ocurre en la vida misma de los niños de sus edades, y como lo propio y lo particular de sus historias personales, en los Cuentos Infantiles deLili, María José, José María, Josefa, Antonio, Celina y Julio, viven experiencias ‘problema’ en los espacios dentro de ‘el hogar’, como suelen ser cuartos, jardines, cocinas y salas de estar, en tiempos de sueño, juegos, comida y pasatiempos, y aprenden a reconocer, expresar y comunicar emociones con la guía de Lali – la yegua y Rodo – el caballo.
En la vida misma en general, y en el mundo de los niños en particular, ‘la imaginación’ como capacidad o habilidad esencial para los desempeños físico y espiritual al interior de los entornos personal, familiar y social, tiene una participación y función claves en los lugares y momentos de afrontar y resolver problemas o ‘hechos eventualmente adversos’, por lo mismo que su uso significa la oportunidad de autocontrolarse y la posibilidad de restablecer la tranquilidad y la seguridad interiores.
Ahora, los invito a reflexionar sobre ‘los niños y sus problemas’, a partir de la idea de ‘los problemas’, como oportunidades para iniciar, canalizar y acompañar conversaciones con los niños, en el momento que como adultos a cargo de los niños comprendemos que cada niño transita por problemas cotidianos con consecuencias significativas en su vida diaria, y cuando validamos y valoramos ‘la imaginación’ como un recurso y un medio necesario y funcional para ‘la resolución de problemas’.
Saludos,
Lili Marlene
