¡Hola!…¡Buenos Días!…¿Qué tal?. Hoy día martes 31 de Octubre, quiero contarles y compartirles que, en la Serie de Cuentos Infantiles deLili: “María José y sus amig@s dicen”, los niños, protagonistas de las historias personales, como son, María José, José María, Josefa, Antonio, Celina y Julio, conversan en El Establo Mágico, con Rodo – el caballo y Lali – la yegua, y experimentan los abrazos como ‘intercambios de calma y alegría con sus seres amados’.
Durante las conversaciones, cada uno de los niños comparten sus experiencias con emociones y sentimientos de molestia, a causa de hechos cotidianos que perciben fuera de su control, como ocurre en las historias personales de Celina, con ‘el saber que tiene que ir a una nueva escuela’, y descubren que, los abrazos, al igual que, los sueños, los pensamientos y las sonrisas, son sus poderes mágicos que ayudan a hacer reales sus momentos y días felices con sus seres amados.
Los niños, con la guía de Rodo y Lali, reconocen, expresan y comunican que, la magia de sus abrazos, es la magia del amor, y reflexionan sobre ‘el cómo la calma y la alegría’ que reciben y ofrecen hacen posible que sientan armonía y equilibrio interiores, y se sientan tranquilos y seguros, como para conocer y aceptar la realidad de ‘los hechos molestos’, y transformar ‘sus experiencias molestas’ en oportunidades para recibir y ofrecer amor, y realizar sus sueños y pensamientos con sus seres amados.
En El Establo Mágico, la intervención, la participación y el acompañamiento amoroso de Rodo y Lali, inspiran y motivan a los niños a ejercitar los abrazos, por lo mismo que, encuentran en sus abrazos, las sensaciones de armonía y equilibrio, que necesitan y demandan, para comprender sus emociones y sentimientos de molestia, y actuar de modo tranquilo y seguro, con el ánimo y la ilusión de tener sus momentos y días felices con sus seres amados, según sueñan y piensan.
Ahora, los invito a reflexionar sobre ‘¿cómo entender “los abrazos”?’, a partir de la idea de los abrazos, como los medios y los recursos espirituales que restablecen la tranquilidad y la seguridad que, tanto niños como adultos, necesitamos y demandamos para afrontar emociones y sentimientos cotidianos, como la molestia, y construir desde ‘lo interno, lo propio y lo esencial’, nuestros momentos y días felices, como nuestros sueños y pensamientos, por cumplir y lograr, con nuestros seres amados.
Saludos,
Lili Marlene