¡Hola!…¡Buenos Días!…¿Qué tal?. Hoy día viernes 8 de Setiembre, quiero contarles y compartirles que, el camino de sanación y restablecimiento de la salud emocional y física, hoy por hoy, suele ser, un camino espiritual hacia ‘la mirada en el espejo’, ocurriendo que, el camino, puede ser, largo o corto, ancho o angosto, de subidas o bajadas, rocoso o arenoso, e, incluso, con o sin obstáculos, mientras que, el espejo, puede tener, diversos colores, formas, y tamaños, todo lo cual, hace que el camino espiritual de cada uno de nosotros hacia la mirada en el espejo, sea diferente, sin variar el logro, como es, establecer una relación amigable con el espejo.
Personalmente, en los actuales momentos y lugares de mi camino espiritual, siento y pienso que, para establecer una relación amigable con el espejo, es necesario e importante que, cada uno de nosotros conozcamos, aceptemos y, naturalmente, hayamos transitado, en el pasado, o, estemos transitando, en el presente, por “uno o +” emociones y sentimientos, como pueden ser, el miedo, la valentía, la tristeza, la felicidad, la molestia y el agrado, entre otros, por lo mismo que, como un altavoz de experiencias, sensaciones e ideas, y un oyente de reflexiones, descubrimientos y declaraciones, el espejo, como nuestro espejo encantado, va a crear una escucha abierta, y una conversa sincera con nosotros, en base a los contenidos que recibe de nuestro corazón y de nuestro cerebro, y que, eventualmente, nos envía.
Cuando nuestro espejo encantado, logra crear una escucha abierta y una conversa sincera con nosotros, recibe y nos envía información de modo directo e inmediato, sin filtros, ocasionando que, en algunos momentos y lugares de nuestra vida, aquello que reconoce, expresa y comunica, como cualidades emocionales y rasgos físicos, personales y naturales, sea confrontado y, consecuentemente, rechazado por nosotros, porque la confrontación y el rechazo son condiciones y actitudes, validadas y valoradas, en el momento y el lugar presentes, en los cuales, estamos frente a nuestro espejo encantado, y por lo mismo, manifestamos miedos, tristezas y molestias, combinados con valentía, felicidad y agrado, que en suma evidencian y transmiten el Amor que sentimos por nuestra imagen, personal y natural, y nuestro interior.
Conocidos el poder y la función que tiene, es necesario e importante comentarles que, en momentos y lugares, en esencia sanos y estables emocional y físicamente, nuestro espejo encantado, es el aliado ideal, para reconocer, expresar y comunicar, a nosotros mismos, cuando “algo” se evidencia y se siente mal en nuestra imagen, personal y natural, y, consecuentemente, en nuestro interior; ocurriendo que, solamente cuando sentimos Amor, por nuestra imagen, personal y natural, y nuestro interior, se activan y se actualizan, acciones y soluciones, oportunas y posibles de implementar, y ejercitar, con la iniciativa y la voluntad, y con la libertad y la confianza, que requieren nuestro corazón y nuestro cerebro, para tomar decisiones y, afrontar la vida, guiados por la necesidad y el interés de atender y resolver ese “algo”, que se evidencia y se siente mal, según aquello que, naturalmente, queremos y necesitamos, para el bienestar nuestro y de los nuestros, como son, familia y amigos.
Ahora, entonces, es necesario e importante comentarles que, como los adultos a cargo de los niños, como somos, los padres y las madres, los abuelos y los las abuelas, los tíos y las tías, y, los maestros y las maestras, podemos transitar por momentos y lugares, en los cuales, estando frente a nuestro espejo encantado, confrontamos y rechazamos nuestras cualidades emocionales y nuestros rasgos físicos, por lo cual, debemos conocer y aceptar que, para acompañar a los niños, a nuestro cargo, como son, los hijos y las hijas, los nietos y las nietas, los sobrinos y las sobrinas, y, los alumnos y las alumnas, en “el camino espiritual hacia ‘la mirada en el espejo’”, primeramente tenemos que establecer una relación amigable con nuestro espejo encantado, en la cual, como adultos comprometidos y responsables, libre y confiadamente, entregados a nuestro “camino espiritual hacia ‘la mirada en el espejo’”, logremos desarrollar y madurar las capacidades y las habilidades, personales y naturales, para guiar a los niños, y lograr que, una vez iniciado su “camino espiritual hacia ‘la mirada en el espejo’”, y estando frente a su espejo encantado, los niños, sean capaces y hábiles emocional y físicamente, para corresponder y responder a la escucha abierta y la conversa sincera de su espejo encantado, reconociendo, expresando y comunicando, sus emociones y sus sentimientos, manifiestos en la reflexión, el descubrimiento y la declaración de tres contenidos, personales y naturales, como son, quiénes son, qué les gusta y, cómo se sienten tranquilos y seguros siempre, que en esencia transmiten, la evidencia y el sentimiento de Amor, que reconocen, expresan y comunican, hacia su imagen y su interior, contenidos de experiencias, sensaciones e ideas, correlacionadas con “lo interno, lo propio y lo social”, y con “lo personal, lo familiar y lo social” de su vida.
Saludos,
Lili Marlene
