¡Hola!…¡Buenas Tardes!…¿Qué tal?. En el artículo anterior, hablé sobre, “Mi riñón derecho, es mi salvador y maestro de vida”, partiendo de dos conceptos clave, como son, la Salud, comprendida y definida, como el estado de nuestro organismo caracterizado y evidenciado por el funcionamiento regular en lo físico, lo mental, lo emocional y lo social, y la Enfermedad, comprendida y definida, como el estado de nuestro organismo caracterizado y evidenciado por un trastorno o una alteración, leve o grave, en el funcionamiento regular en lo físico, lo mental, lo emocional y lo social. En ese sentido, cuando hablo sobre, “Mi riñón derecho, es mi salvador y maestro de vida”, puedo decir que, si bien es cierto que, cuando afrontamos y enfrentamos una enfermedad, suele suceder que, independientemente de su origen físico, mental, emocional y social, la enfermedad, por la cual, transitamos, suele comprometer a todo nuestro organismo y su funcionamiento regular en lo físico, lo mental, lo emocional y lo social, estoy experimentando y aprendiendo que, puede suceder que, en el caso de algunos tipos de cáncer, como es el caso de el cáncer en mi riñón derecho, cuando hablo de la enfermedad de el cáncer, por la cual, he transitado, es oportuno y posible, reconocer, identificar y comunicar, de modo personal y natural, “mi riñón derecho enfermó de cáncer”, como expresión de la milagrosa liberación a mi cuerpo de la enfermedad de el cáncer, por la cual, transitaba. Y, asimismo, cuando hablo sobre, “Mi riñón derecho, es mi salvador y maestro de vida”, comprendo y explico que, es oportuno y posible, reconocer, identificar y comunicar, de modo personal y natural, “mi riñón derecho enfermó de cáncer”, como expresión de la milagrosa liberación a mi cuerpo de la enfermedad de el cáncer, por la cual, transitaba, por la ocurrencia de el milagro de un diagnóstico en el Estadio II, que como un diagnóstico relativamente temprano, de modo personal y natural, condicionó, favoreció y facilitó una nefrectomía radical o una extirpación completa de mi enfermo riñón derecho.
En el artículo actual, entonces, voy a hablar sobre, ¿cuál es el poder de “un cuídate mucho”?, partiendo de dos conceptos clave, como son, la Salud, comprendida y definida, como el estado de nuestro organismo caracterizado y evidenciado por el funcionamiento regular en lo físico, lo mental, lo emocional y lo social, y la Enfermedad, comprendida y definida, como el estado de nuestro organismo caracterizado y evidenciado por un trastorno o una alteración, leve o grave, en el funcionamiento regular en lo físico, lo mental, lo emocional y lo social, pues si bien es cierto que, por experiencia y aprendizaje socio – culturales, los adultos a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres o madres, abuelos o abuelas, tíos o tías, y maestros o maestras, solemos usar un pórtate bien, como parte de una expresión de despedida, y una consecuente invocación a los niños y las niñas, a seguir las normas de convivencia social y grupal, como para que, ellos y ellas, tomen conciencia y actúen de modo personal y natural, logrando conservarse tranquilos y seguros, en todo momento y lugar, estoy experimentando y aprendiendo que, en el actual contexto social y grupal, es valioso y especial que, como padres o madres, abuelos o abuelas, tíos o tías, y maestros o maestras, renovemos e innovemos, nuestra comunicación con los niños y las niñas, cambiando de modo personal y natural, un pórtate bien por un cuídate mucho.
De esta manera, cuando hablo sobre, ¿cuál es el poder de “un cuídate mucho”?, partiendo de dos conceptos clave, como son, como son, la Salud, comprendida y definida, como el estado de nuestro organismo caracterizado y evidenciado por el funcionamiento regular en lo físico, lo mental, lo emocional y lo social, y la Enfermedad, comprendida y definida, como el estado de nuestro organismo caracterizado y evidenciado por un trastorno o una alteración, leve o grave, en el funcionamiento regular en lo físico, lo mental, lo emocional y lo social, comprendo y explico que, como adultos a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres o madres, abuelos o abuelas, tíos o tías, y maestros o maestras, necesitamos saber reconocer e identificar que, cada una de nuestras expresiones, verbales y no verbales, dirigidas y orientadas, a los niños y las niñas, necesitan contener la energía y la fuerza, buena y positiva, de el amor, como en el caso de un cuídate mucho, que siendo una expresión de despedida, y una consecuente invocación a los niños y las niñas, a seguir las normas de la convivencia social y grupal, por sobre todo, manifiesta y expresa, un poderoso pedido a los niños y las niñas, a seguir la voz de “el corazón”, como para que, ellos y ellas, tomen conciencia y actúen de modo personal y natural, logrando conservarse tranquilos y seguros, en todo momento y lugar.
En tal sentido, experimento y aprendo que, cuando hablo sobre, ¿cuál es el poder de “un cuídate mucho”?, comprendiendo y explicando que, como adultos a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres o madres, abuelos o abuelas, tíos o tías, y maestros o maestras, necesitamos saber reconocer e identificar que, cada una de nuestras expresiones, verbales y no verbales, dirigidas y orientadas, alos niños y las niñas, necesitan contener la energía y la fuerza, buena y positiva, de el amor, como en el caso de un cuídate mucho, que siendo una expresión de despedida, y una consecuente invocación a los niños y las niñas, a seguir las normas de la convivencia social y grupal, por sobre todo, manifiesta y expresa, un poderoso pedido a los niños y las niñas, a seguir la voz de “el corazón”, como para que, ellos y ellas, tomen conciencia y actúen de modo personal y natural, logrando conservarse tranquilos y seguros, en todo momento y lugar, ocurriendo que, en “lo interno, lo propio y lo esencial”, el poder de “un cuídate mucho”, se siente y se evidencia, en la creencia, y en la voluntad de creer, en los milagros, como energías y fuerzas, buenas y positivas, que por obra de el amor, participan e intervienen, en el día a día de nuestra vida, logrando que de modo personal y natural, nos conservemos tranquilos y seguros, en todo momento y lugar.
En tal sentido, también, experimento y aprendo que, cuando hablo sobre, ¿cuál es el poder de “un cuídate mucho”?, comprendiendo y explicando que, como adultos a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres o madres, abuelos o abuelas, tíos o tías, y maestros o maestras, necesitamos saber reconocer e identificar que, cada una de nuestras expresiones, verbales y no verbales, dirigidas y orientadas, alos niños y las niñas, necesitan contener la energía y la fuerza, buena y positiva, de el amor, como en el caso de un cuídate mucho, que siendo una expresión de despedida, y una consecuente invocación a los niños y las niñas, a seguir las normas de la convivencia social y grupal, por sobre todo, manifiesta y expresa, un poderoso pedido a los niños y las niñas, a seguir la voz de “el corazón”, como para que, ellos y ellas, tomen conciencia y actúen de modo personal y natural, logrando conservarse tranquilos y seguros, en todo momento y lugar, ocurriendo que, en “lo personal, lo familiar y lo social”, el poder de “un cuídate mucho”, se siente y se evidencia, en la creencia, y en la voluntad de creer, en nuestra capacidad de hacernos cargo de nuestro personal mundo interior, cuidar de nuestro lugar en el mundo exterior, proteger nuestra vida en todo momento y lugar, liberar nuestros miedos, tristezas y molestias, y alimentar nuestro cuerpo de modo natural y equilibrado.
Es así como, cuando hablamos de la comprensión y la regulación de las emociones, en las niñas y los niños, desde una toma de conciencia, sobre su realidad, personal, familiar y social, incluidos, los retos, los cambios y los logros, con el propósito de corregir, resolver, e, incluso, mejorar, un comportamiento y, una eventual actitud, como consecuencia de una adaptación a su realidad, personal, familiar y social, vivenciada y experimentada, con agrado, gusto y placer, en la cual, niños y niñas, vivencian y experimentan, una activación y una actualización, de sus sentimientos de valentía y felicidad, y amor por un@ mism@ y, por l@s demás, estamos hablando de formar, educar y acompañar a las niñas y los niños, en el aprendizaje y la comprensión sobre, la Salud, comprendida y definida, como el estado de su organismo caracterizado y evidenciado por el funcionamiento regular en lo físico, lo mental, lo emocional y lo social, y la Enfermedad, comprendida y definida, como el estado de su organismo caracterizado y evidenciado por un trastorno o una alteración, leve o grave, en el funcionamiento regular en lo físico, lo mental, lo emocional y lo social, con la finalidad que, los niños y las niñas, con el acompañamiento adulto, comprendan y expliquen que, en su presente y a lo largo de su vida, personal, familiar y social, si bien es cierto que, por experiencia y aprendizaje socio – culturales, los adultos a cargo de ellos y ellas, en el rol de padres o madres, abuelos o abuelas, tíos o tías, y maestros o maestras, suelen usar un pórtate bien, como parte de una expresión de despedida, y una consecuente invocación a ellos y ellas, a seguir las normas de convivencia social y grupal, como para que, ellos y ellas, tomen conciencia y actúen de modo personal y natural, logrando conservarse tranquilos y seguros, en todo momento y lugar, en el actual contexto social y grupal, es valioso y especial que, los adultos a su cargo, como padres o madres, abuelos o abuelas, tíos o tías, y maestros o maestras, renueven e innoven, su comunicación con ellos y ellas, cambiando de modo personal y natural, un pórtate bien por un cuídate mucho, y aprendan que, como adultos a cargo de ellos y ellas, en el rol de padres o madres, abuelos o abuelas, tíos o tías, y maestros o maestras, necesitan saber reconocer e identificar que, cada una de sus expresiones, verbales y no verbales, dirigidas y orientadas, a ellos y ellas, necesitan contener la energía y la fuerza, buena y positiva, de el amor, como en el caso de un cuídate mucho, que siendo una expresión de despedida, y una consecuente invocación a ellos y ellas, a seguir las normas de la convivencia social y grupal, por sobre todo, manifiesta y expresa, un poderoso pedido a ellos y ellas, a seguir la voz de “el corazón”, como para que, ellos y ellas, tomen conciencia y actúen de modo personal y natural, logrando conservarse tranquilos y seguros, en todo momento y lugar.
Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos, el significado y el sentido que tiene, “un cuídate mucho”, en el proceso de modelar, formar y educar, el mundo interior de los niños y las niñas, que, natural y habitualmente, manifiestan y expresan, diferentes y diversos, tiempos y momentos, de sensaciones, emociones y sentimientos, conectados entre sí y, conectados con otros, en sus roles, como pueden ser, hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, o, alumnos o alumnas. Y, en ese mismo sentido, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, trabajemos en la experiencia y el aprendizaje, personal, emocional y afectivo, de los niños y las niñas, orientado a desarrollar y progresar, en el seguir las normas de convivencia social y grupal, y en el seguir la voz de “el corazón”, en las niñas y los niños, sobre todo en los momentos y los lugares de juego, en los cuales, se originan oportunidades y posibilidades, para el contacto y la interacción, natural, espontánea e innata, con el ambiente, l@scompañer@s y, los materiales de juego, pues tomar conciencia y actuar de modo personal y natural, logrando conservarse tranquilos y seguros, en todo momento y lugar, puede ser muy positivo y favorable, para su crecimiento, su evolución y, sus logros, personales, emocionales y, afectivos, en los grupos de juego.