Educación Emocional,… ¿cómo se siente y se evidencia “el amor”?…

¡Hola!…¡Buenos Días!…¿Qué tal?. En el artículo anterior, hablé sobre, ¿qué evidencian nuestros sentimientos?, partiendo de dos conceptos clave, como son, el Corazón, como órgano especialmente activo y participativo en “las personas corazón”, comprendido y definido, como el maestro de las acciones, los controles, las soluciones y las respuestas, personales y naturales, vinculados y relacionados, con uno mismo y con otra persona, y la Voluntad, comprendida y definida, como la virtud, personal y natural, que capacita para el compromiso, la verdad y la confianza, sentidos y evidenciados, en la toma de conciencia y el actuar conforme a un propósito personal, emocional y afectivo, un hecho real, objetivo y claro, y una seguridad reveladora, valiosa y beneficiosa. En ese sentido, cuando hablo sobre, ¿qué evidencian nuestros sentimientos?, estoy experimentando y aprendiendo que, emociones y sentimientos, son dos energías diferentes, porque las emociones son reacciones o respuestas, prontas y breves, que nuestro organismo manifiesta y expresa, a niveles mental, espiritual y conductual, ante hechos internos o hechos externos, y los sentimientos son percepciones o ideas, positivas o negativas, que resultan de la interpretación y la comunicación de las sensaciones, vinculadas y relacionadas, con nuestras emociones. Y, asimismo, cuando hablo sobre, ¿qué evidencian nuestros sentimientos?, comprendo y explico que, cuando abrazamos todas nuestras emociones, salimos de nuestra zona segura y cómoda, y nos empoderamos, los sentimientos, como percepciones o ideas, positivas o negativas, que resultan de la interpretación y la comunicación de las sensaciones, vinculadas y relacionadas, con nuestras emociones, en un primer nivel, representan el modo interno, propio y esencial, según el cual, con la participación y la intervención de nuestros cerebro y corazón, comprendemos y regulamos nuestras emociones, y en un segundo nivel, explican el modo personal, familiar y social, según el cual, con la participación y la intervención de nuestros cerebro y voluntad, tomamos conciencia y actuamos, conforme a nuestras emociones.

En el artículo actual, entonces, voy a hablar sobre, ¿cómo se siente y se evidencia “el amor”?, partiendo de cuatro conceptos clave, como son, la Conexión Emocional, comprendida y definida, como enlace o nexo, con otra persona, manifiesto y expreso, en el compartir mutuo de emociones y sentimientos, vivenciado y experimentado, en el intercambio interpersonal de a dos, que resulta de los contactos y las interacciones, en los entornos personal, familiar y social, las Personas Corazón, comprendidas y definidas, como aquellos seres humanos, que según el dictado de la propia voz interior y desde el diálogo espontáneo, accionan, se controlan, solucionan y responden a sensaciones, emociones y sentimientos, vinculados y relacionados, con otro ser humano, el Corazón, como órgano especialmente activo y participativo en “las personas corazón”, comprendido y definido, como el maestro de las acciones, los controles, las soluciones y las respuestas, personales y naturales, vinculados y relacionados, con uno mismo y con otra persona, y la Voluntad, comprendida y definida, como la virtud, personal y natural, que capacita para el compromiso, la verdad y la confianza, sentidos y evidenciados, en la toma de conciencia y el actuar conforme a un propósito personal, emocional y afectivo, un hecho real, objetivo y claro, y una seguridad reveladora, valiosa y beneficiosa, pues si bien es cierto, por experiencia y aprendizaje socio – culturales, se tiende y se suele, reconocer e identificar, la conexión emocional y la consecuente conexión sentimental, como un hecho sorpresivo, casual y ocasional, estoy experimentando y aprendiendo que, la conexión emocional y la consecuente conexión sentimental, como una correspondencia natural, espiritual y usual, que se inicia con la comunicación, la compenetración y la empatía, se crea con la comprensión, el crecimiento, la admiración, el autoconocimiento, la sinceridad, y la acogida, y, se construye con la compañía, el cuidado y la paciencia, es el verdadero origen de toda oportunidad y posibilidad que tenemos los seres humanos de sentir y evidenciar el amor, como energía y fuerza, buena y positiva, que nos vincula y nos relaciona, unos con otros, y con el Universo, en general, hecha realidad en todas y cada una de sus manifestaciones y expresiones naturales.

De esta manera, cuando hablo sobre, ¿cómo se siente y se evidencia “el amor”?, partiendo de cuatro conceptos clave, como son, la Conexión Emocional, comprendida y definida, como enlace o nexo, con otra persona, manifiesto y expreso, en el compartir mutuo de emociones y sentimientos, vivenciado y experimentado, en el intercambio interpersonal de a dos, que resulta de los contactos y las interacciones, en los entornos personal, familiar y social, las Personas Corazón, comprendidas y definidas, como aquellos seres humanos, que según el dictado de la propia voz interior y desde el diálogo espontáneo, accionan, se controlan, solucionan y responden a sensaciones, emociones y sentimientos, vinculados y relacionados, con otro ser humano, el Corazón, como órgano especialmente activo y participativo en “las personas corazón”, comprendido y definido, como el maestro de las acciones, los controles, las soluciones y las respuestas, personales y naturales, vinculados y relacionados, con uno mismo y con otra persona, y la Voluntad, comprendida y definida, como la virtud, personal y natural, que capacita para el compromiso, la verdad y la confianza, sentidos y evidenciados, en la toma de conciencia y el actuar conforme a un propósito personal, emocional y afectivo, un hecho real, objetivo y claro, y una seguridad reveladora, valiosa y beneficiosa, comprendo y explico que, el amor, como energía y fuerza, buena y positiva, en su estado más interno, más propio y más esencial, se siente y se evidencia, como una motivación y una inspiración, personal y natural, que origina, dirige y orienta, las acciones, los controles, las soluciones y las respuestas, buenos y positivos, que vivenciamos y experimentamos, en nuestros entornos personal, familiar y social, como naturalmente vinculados y relacionados con nosotros mismos y con otros seres.

En tal sentido, experimento y aprendo que, cuando hablo sobre, ¿cómo se siente y se evidencia “el amor”?, comprendiendo y explicando que, el amor, como energía y fuerza, buena y positiva, en su estado más interno, más propio y más esencial, se siente y se evidencia, como una motivación y una inspiración, personal y natural, que origina, dirige y orienta, las acciones, los controles, las soluciones y las respuestas, buenos y positivos, que vivenciamos y experimentamos, en nuestros entornos personal, familiar y social, como naturalmente vinculados y relacionados con nosotros mismos y con otros seres, ocurre que, cuando abrazamos todas nuestras emociones, salimos de nuestra zona segura y cómoda, y nos empoderamos, el amor, como energía y fuerza, buena y positiva, se siente, en “lo interno, lo propio y lo esencial”, y se evidencia, en “lo personal, lo familiar y lo social”, motivando e inspirando, nuestros sentimientos, personales y naturales, como percepciones o ideas, buenas y positivas, naturalmente, vinculadas y relacionadas, con nuestras experiencias de contacto e interacción personales, familiares y sociales que, en un primer momento de comprensión y regulación, personal y natural, resultan de la interpretación de las sensaciones vinculadas con nuestras emociones, y en un segundo momento de toma de conciencia y acción, personal, natural y afectiva, resultan de la comunicación de las sensaciones relacionadas con nuestras emociones.

En tal sentido, también, experimento y aprendo que, cuando hablo sobre, ¿cómo se siente y se evidencia “el amor”?, comprendiendo y explicando que, el amor, como energía y fuerza, buena y positiva, en su estado más interno, más propio y más esencial, se siente y se evidencia, como una motivación y una inspiración, personal y natural, que origina, dirige y orienta, las acciones, los controles, las soluciones y las respuestas, buenos y positivos, que vivenciamos y experimentamos, en nuestros entornos personal, familiar y social, como naturalmente vinculados y relacionados con nosotros mismos y con otros seres, ocurre que, cuando abrazamos todas nuestras emociones, salimos de nuestra zona segura y cómoda, y nos empoderamos, el amor, como energía y fuerza, buena y positiva, se siente, en “lo interno, lo propio y lo esencial”, y se evidencia, en “lo personal, lo familiar y lo social”, motivando e inspirando, nuestros sentimientos, personales y naturales, como percepciones o ideas, buenas y positivas, naturalmente, vinculadas y relacionadas, con nuestras experiencias de contacto e interacción personales, familiares y sociales que, en los momentos que, comprendemos y regulamos nuestras emociones, y tomamos conciencia y accionamos conforme a nuestras emociones, nos disponen para el compromiso con nosotros mismos y con otros seres, el habla con la verdad, y la confianza en nosotros mismos y en otros seres, vivenciados y experimentados, al interior de los entornos personal, familiar y social.

Es así como, cuando hablamos de la comprensión y la regulación de las emociones, en las niñas y los niños, desde una toma de conciencia, sobre su realidad, personal, familiar y social, incluidos, los retos, los cambios y los logros, con el propósito de corregir, resolver, e, incluso, mejorar, un comportamiento y, una eventual actitud, como consecuencia de una adaptación a su realidad, personal, familiar y social, vivenciada y experimentada, con agrado, gusto y placer, en la cual, niños y niñas, vivencian y experimentan, una activación y una actualización, de sus sentimientos de valentía y felicidad, y amor por un@ mism@ y, por l@s demás, estamos hablando de formar, educar y acompañar a las niñas y los niños, en el aprendizaje y la comprensión sobre, la Conexión Emocional, comprendida y definida, como enlace o nexo, con otra persona, manifiesto y expreso, en el compartir mutuo de emociones y sentimientos, vivenciado y experimentado, en el intercambio interpersonal de a dos, que resulta de los contactos y las interacciones, en los entornos personal, familiar y social, las Personas Corazón, comprendidas y definidas, como aquellos seres humanos, que según el dictado de la propia voz interior y desde el diálogo espontáneo, accionan, se controlan, solucionan y responden a sensaciones, emociones y sentimientos, vinculados y relacionados, con otro ser humano, el Corazón, como órgano especialmente activo y participativo en “las personas corazón”, comprendido y definido, como el maestro de las acciones, los controles, las soluciones y las respuestas, personales y naturales, vinculados y relacionados, con uno mismo y con otra persona, y la Voluntad, comprendida y definida, como la virtud, personal y natural, que capacita para el compromiso, la verdad y la confianza, sentidos y evidenciados, en la toma de conciencia y el actuar conforme a un propósito personal, emocional y afectivo, un hecho real, objetivo y claro, y una seguridad reveladora, valiosa y beneficiosa, con la finalidad que, los niños y las niñas, con el acompañamiento adulto, comprendan y expliquen que, en su presente y a lo largo de su vida, personal, familiar y social, la conexión emocional y la consecuente conexión sentimental, como una correspondencia natural, espiritual y usual, que se inicia con la comunicación, la compenetración y la empatía, se crea con la comprensión, el crecimiento, la admiración, el autoconocimiento, la sinceridad, y la acogida, y, se construye con la compañía, el cuidado y la paciencia, es el verdadero origen de toda oportunidad y posibilidad que tenemos los seres humanos de sentir y evidenciar el amor, como energía y fuerza, buena y positiva, que nos vincula y nos relaciona, unos con otros, y con el Universo, en general, hecha realidad en todas y cada una de sus manifestaciones y expresiones naturales, y aprendan que, el amor, como energía y fuerza, buena y positiva, en su estado más interno, más propio y más esencial, se siente y se evidencia, como una motivación y una inspiración, personal y natural, que origina, dirige y orienta, las acciones, los controles, las soluciones y las respuestas, buenos y positivos, que vivencian y experimentan, en sus entornos personal, familiar y social, como naturalmente vinculados y relacionados con ellos y ellas mismos y con otros seres.

Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos, el significado y el sentido que tiene, el amor, en el proceso de modelar, formar y educar, el mundo interior de los niños y las niñas, que, natural y habitualmente, manifiestan y expresan, diferentes y diversos, tiempos y momentos, de sensaciones, emociones y sentimientos, conectados entre sí y, conectados con otros, en sus roles, como pueden ser, hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, o, alumnos o alumnas. Y, en ese mismo sentido, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, trabajemos en la experiencia y el aprendizaje, personal, emocional y afectivo, de los niños y las niñas, orientado a desarrollar y progresar, en el amor, como energía y fuerza, buena y positiva, en su estado más interno, más propio y más esencial, en las niñas y los niños, sobre todo en los momentos y los lugares de juego, en los cuales, se originan oportunidades y posibilidades, para el contacto y la interacción, natural, espontánea e innata, con el ambiente, l@scompañer@s y, los materiales de juego, pues lograr manifestar y expresar sus sentimientos, como percepciones o ideas, buenas y positivas, naturalmente, vinculadas y relacionadas, con sus experiencias personales, familiares y sociales, puede ser muy positivo y favorable, para su crecimiento, su evolución y, sus logros, personales, emocionales y, afectivos, en los grupos de juego.