¡Hola!…¡Buenos Días!…¿Qué tal?. En los artículos anteriores, hablé sobre, Reflexión I: Amor es, mucho más que sólo cuatro letras, explicando la relación entre, el significado de “el amor” o la definición de el amor como la energía, personal y natural, que estimula nuestra necesidad espiritual de encuentro y unión personales, emocionales y afectivos, y el sentido de “el amor” o la comprensión de el amor como el talento, personal y natural, que motiva nuestro interés emocional por el bien y el bienestar personales, familiares y sociales; y hablé sobre, Reflexión II: Todos tenemos un arte por descubrir, explicando la relación entre, el amor, como energía y talento, personales y naturales, que nos estimulan espiritualmente, y nos motivan emocionalmente, “en lo interno, lo propio y lo esencial” y “en lo personal, lo familiar y lo social”, conceptualizado y percibido, como un amor universal, creado y construido, sobre cuatro componentes, cómo pueden ser: acción, motivación, oportunidad y responsabilidad, y el arte, comprendido y explicado como, el conjunto de actividades humanas de carácter creativo, comunicativo y subjetivo, que mediante recursos plásticos, lingüísticos o sonoro, expresan sensaciones, emociones, percepciones e ideas, acerca de el mundo real o imaginario. En ese sentido, cuando hablo sobre, Reflexión I: Amor es, mucho más que sólo cuatro letras, descubro que, el amor, como energía y talento, personales y naturales, que nos estimulan espiritualmente, y nos motivan emocionalmente, “en lo interno, lo propio y lo esencial” y “en lo personal, lo familiar y lo social”, es un amor universal, creado y construido, sobre cuatro componentes, cómo pueden ser: acción, motivación, oportunidad y responsabilidad. Y, asimismo, cuando hablo sobre, Reflexión II: Todos tenemos un arte por descubrir, descubro que, como experiencia o producto, el arte o las artes, están directa o indirectamente, relacionados con nuestro proyecto de vida personal, profesional y laboral, y se manifiestan y expresan, tanto “en lo interno, lo propio y lo esencial”, como “en lo personal, lo familiar y lo social”, en cada momento y en cada lugar, de nuestros entornos de contacto e interacción, personal y natural.
En el artículo actual, entonces, voy a hablar sobre, ¿qué es la conexión emocional y cuáles son sus dones?, partiendo de la explicación de dos conceptos clave, como son, la atracción, comprendida y explicada, como la inclinación o el interés hacia otra persona, manifiesto y expreso, a niveles físico o intelectual, y la conexión, comprendida y explicada, como el enlace o el nexo con otra persona, sentido y evidenciado, a nivel emocional, y consecuentemente a nivel sentimental, pues si bien es cierto que, por experiencia y aprendizaje socio – culturales, se tiende y se suele, reconocer e identificar, lo físico y lo intelectual, como los elementos, con los cuales, se inicia, se crea y se construye, una relación persona a persona, estoy experimentando y aprendiendo que, en los entornos personal, familiar y social, una relación persona a persona, se inicia, se crea y se construye, con la conexión emocional y la consecuente conexión sentimental, ocurriendo que, en un intercambio interpersonal de a dos, sentida y evidenciada, la conexión emocional y la consecuente conexión sentimental, lo físico y lo intelectual, son los complementos, personales y naturales, de lo emocional y lo sentimental.
De esta manera, cuando hablo sobre, ¿qué es la conexión emocional y cuáles son sus dones?, partiendo de la explicación de dos conceptos clave, como son, la atracción, comprendida y explicada, como la inclinación o el interés hacia otra persona, manifiesto y expreso, a niveles físico o intelectual, y la conexión, comprendida y explicada, como el enlace o el nexo con otra persona, sentido y evidenciado, a nivel emocional, y consecuentemente a nivel sentimental, comprendo y explico que, la conexión emocional y la consecuente conexión sentimental, como enlace o nexo, con otra persona, se siente y se evidencia, por un compartir mutuo de emociones y sentimientos, vivenciado y experimentado, en un intercambio interpersonal de a dos, que resulta de los contactos y las interacciones, en los entornos personal, familiar y social.
En tal sentido, experimento y aprendo que, cuando hablo sobre, ¿qué es la conexión emocional y cuáles son sus dones?, comprendiendo y explicando que, la conexión emocional y la consecuente conexión sentimental, como enlace o nexo, con otra persona, se siente y se evidencia, por un compartir de emociones y sentimientos mutuos, vivenciado y experimentado, en un intercambio interpersonal de a dos, que resulta de los contactos y las interacciones, en los entornos personal, familiar y social, es necesario e importante que, aprendamos que, la conexión emocional y la consecuente conexión sentimental, como conexiones humanas profundas, se logran cuando se da un voluntario proceso de compartir de a dos, como un acto claro y completo, guiado por conductas y actitudes, personales y naturales, como son: la apertura, la confianza y la franqueza, de modo tal que, el enlace o el nexo de persona a persona, sea oportuno y posible, por la gracia de conversar de corazón a corazón.
En tal sentido, también, experimento y aprendo que, cuando hablo sobre, ¿qué es la conexión emocional y cuáles son sus dones?, comprendiendo y explicando que, la conexión emocional y la consecuente conexión sentimental, como enlace o nexo, con otra persona, se siente y se evidencia, por un compartir mutuo de emociones y sentimientos, vivenciado y experimentado, en un intercambio interpersonal de a dos, que resulta de los contactos y las interacciones, en los entornos personal, familiar y social, es necesario e importante que, aprendamos que, cuando se da la conexión emocional y la consecuente conexión sentimental, como conexiones humanas profundas, se sienten y se evidencian dones, personales y naturales, propios de la gracia de conversar de corazón a corazón, como pueden ser: la comunicación, la compenetración, la empatía, la comprensión, el crecimiento, la admiración, el autoconocimiento, la sinceridad, la acogida, la compañía, el cuidado y la paciencia.
Es así como, cuando hablamos de la comprensión y la regulación de las emociones, en las niñas y los niños, desde una toma de conciencia, sobre su realidad, personal, familiar y social, incluidos, los retos, los cambios y los logros, con el propósito de corregir, resolver, e, incluso, mejorar, un comportamiento y, una eventual actitud, como consecuencia de una adaptación a su realidad, personal, familiar y social, vivenciada y experimentada, con agrado, gusto y placer, en la cual, niños y niñas, vivencian y experimentan, una activación y una actualización, de sus sentimientos de valentía y felicidad, y amor por un@ mism@ y, por l@s demás, estamos hablando de formar, educar y acompañar a las niñas y los niños, en el aprendizaje y la comprensión sobre, dos conceptos clave, como son, la atracción, comprendida y explicada, como la inclinación o el interés hacia otra persona, manifiesto y expreso, a niveles físico o intelectual, y la conexión, comprendida y explicada, como el enlace o el nexo con otra persona, sentido y evidenciado, a nivel emocional, y consecuentemente a nivel sentimental, con la finalidad que, los niños y las niñas, con el acompañamiento adulto, comprendan y expliquen que, en su presente y a lo largo de su vida, personal, familiar y social, la conexión emocional y la consecuente conexión sentimental, como conexiones humanas profundas, se logran cuando se da un voluntario proceso de compartir de a dos, como un acto claro y completo, guiado por conductas y actitudes, personales y naturales, como son: la apertura, la confianza y la franqueza, de modo tal que, el enlace o el nexo de persona a persona, sea oportuno y posible, por la gracia de conversar de corazón a corazón, y aprendan que, cuando se da la conexión emocional y la consecuente conexión sentimental, como conexiones humanas profundas, se sienten y se evidencian dones, personales y naturales, propios de la gracia de conversar de corazón a corazón, como pueden ser: la comunicación, la compenetración, la empatía, la comprensión, el crecimiento, la admiración, el autoconocimiento, la sinceridad, la aceptación, la compañía, el cuidado y la paciencia.
Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos, el significado y el sentido que tiene, “la conexión”, en el proceso de modelar, formar y educar, el mundo interior de los niños y las niñas, que, natural y habitualmente, manifiestan y expresan, diferentes y diversos, tiempos y momentos, de sensaciones, emociones y sentimientos, conectados entre sí y, conectados con otros, en sus roles, como pueden ser, hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, o, alumnos o alumnas. Y, en ese mismo sentido, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, trabajemos en la experiencia y el aprendizaje, personal, emocional y afectivo, de los niños y las niñas, orientado a desarrollar y progresar, en la apertura, la confianza y la franqueza, en las niñas y los niños, sobre todo en los momentos y los lugares de juego, en los cuales, se originan oportunidades y posibilidades, para el contacto y la interacción, natural, espontánea e innata, con el ambiente, l@s compañer@s y, los materiales de juego, pues lograr la conexión emocional y sus dones, puede ser muy positivo y favorable, para su crecimiento, su evolución y, sus logros, personales, emocionales y, afectivos, en los grupos de juego.