Educación Emocional, …experiencias de construcción en hogar, escuela y comunidad…

¡Hola!…¿Cómo están?…¿Qué tal?. En esta ocasión quiero comenzar el blog contando y comentando con ustedes el agradecimiento y la felicidad que siento en este tiempo y este momento de mi vida por la oportunidad y la posibilidad de seguir leyendo y seguir investigando sobre los niños y las niñas y, sobre la importancia de la educación emocional en el hogar, la escuela y la comunidad en general, lograda desde el diseño y la creación de espacios de juego infantiles seguros y protegidos implementados con mobiliario infantil accesible y seguro, lograda a partir del contacto y la interacción con medios, materiales y recursos formativo – educativos y, lograda con el acompañamiento de los adultos responsables a cargo en el rol de padres o madres, abuelos o abuelas, tíos o tías y maestros o maestras. En los blogs anteriores, leímos, investigamos y compartimos sobre las experiencias de expresión y las experiencias de exploración y, relacionamos ambas experiencias con el contacto y la interacción en la mesa de expresión y la mesa de exploración y, con el ejercicio y la práctica de las técnicas y los materiales plásticos como son la pintura, el dibujo, el modelado y la construcción. Y, en el blog actual, comenzamos recordando que la construcción como experiencia de expresión plástica que motiva e inspira experiencias de exploración del medio exterior, se define como la acción de elaborar con las manos diversos y variados objetos, usando o utilizando diferentes recursos naturales y no naturales.

En ese sentido, hablando de las experiencias de construcción en los niños y las niñas, podemos señalar que, la construcción, como tal, es una experiencia multifuncional o una experiencia que motiva e inspira diferentes usos y utilidades, en el sentido que, por un lado, la construcción califica como una experiencia de expresión plástica, manifiesta y expresa como forma de representación o simbolización de la realidad que los niños y las niñas conocen o la fantasía que los niños y las niñas imaginan, ambas producidas y logradas en las creaciones de los niños y las niñas y, por otro lado, la construcción califica como una experiencia de exploración del medio exterior, manifiesta y expresa como forma de conocimiento o descubrimiento del entorno, concebido y conceptualizado como el espacio propio, el espacio cercano y el espacio lejano de los niños y las niñas y, compuesto por los espacios naturales y los espacios no naturales, las personas y los objetos, principalmente. Y, hablando de la construcción en los niños y las niñas, podemos explicar que, las experiencias de construcción se evidencian y se registran como juegos de construcción en los niños y las niñas de 1 año de edad en adelante y, evolucionan a lo largo de la vida de los niños y los adolescentes, formando parte o en forma paralela de otros juegos y, facilitando, favoreciendo y promoviendo el desarrollo y progreso de las funciones ejecutivas, definidas como las habilidades mentales autodirigidas internamente, necesarias para planificar, organizar, orientar, examinar, ordenar y evaluar el comportamiento y la conducta, con el propósito de lograr metas desde la adaptación competente en el entorno.

Es así como, hablando de las funciones ejecutivas, podemos señalar que, en los seres humanos, las funciones ejecutivas influyen en las actividades mental y emocional, pues facilitan, favorecen y promueven la elaboración de planes, la toma de decisiones, la adaptación a los cambios en el entorno, la solución de problemas, el autocontrol y la autorregulación. La región del cerebro responsable de las funciones ejecutivas es el lóbulo prefrontal. Las funciones ejecutivas de los seres humanos son: la planificación, la toma de decisiones, el establecimiento de metas, la organización, el inicio y el termino de tareas, la flexibilidad, la monitorización, la anticipación, la inhibición de respuestas, la memoria de trabajo verbal y no verbal, el cambio, la actualización y la fluidez. El período de mayor desarrollo y progreso de las funciones ejecutivas se ubica entre los 6 y los 8 años de edad. Y, en el período ubicado entre los 6 y los 8 años de edad, los niños y las niñas, son capaces de establecer metas y anticipar hechos, autocontrolando y autorregulando su comportamiento y su conducta, sin depender de las instrucciones externas, aunque, eventualmente, se puede evidenciar y registrar algo de desorganización y desorden, en los niños y los adolescentes, pues algunas de las funciones ejecutivas, como habilidades mentales autodirigidas internamente, siguen madurando y, logran el máximo desarrollo y progreso en el período ubicado entre los 20 y los 29 años de edad.

De esta manera, hablando del desarrollo y progreso de las funciones ejecutivas, podemos explicar que, a lo largo de la vida de los niños y los adolescentes, las funciones ejecutivas se desarrollan y progresan en relación con la maduración del cerebro. La maduración del cerebro tiene un impacto sobre el desarrollo y progreso de las funciones ejecutivas y del funcionamiento ejecutivo. Las funciones ejecutivas se desarrollan y progresan durante los períodos sensibles, en los cuales, se incrementa la plasticidad cerebral, que es la capacidad de cambiar rutinas o conocimientos aprendidos para lograr nuevos aprendizajes, implementar nuevas rutinas o alcanzar nuevos conocimientos, posibilitando que el funcionamiento ejecutivo se desarrolle y progrese mediante el ejercicio y la práctica de experiencias formativo – educativas adecuadas y apropiadas. Y, entonces, teniendo en cuenta la importancia de la maduración del cerebro y, la importancia del desarrollo y progreso de las funciones ejecutivas y del funcionamiento ejecutivo, tanto para el rendimiento como para el bienestar de los niños y los adolescentes, podemos explicar que, para facilitar, favorecer y promover, en los niños y los adolescentes, el logro de metas desde la adaptación competente en el entorno, es primordial que, como adultos responsables a cargo de los niños y los adolescentes, en el rol de padres o madres, abuelos o abuelas, tíos o tías y maestros o maestras, reconozcamos e identifiquemos, oportunamente, las posibles faltas o las posibles fallas, evidenciadas y registradas, en las habilidades ejecutivas de autocontrol y autorregulación del comportamiento y la conducta de los niños y los adolescentes.

En ese sentido, hablando de las experiencias de construcción y los juegos de construcción en los niños y las niñas, podemos señalar que, las experiencias de construcción y los juegos de construcción, como tales, tienen beneficios en el desarrollo y progreso de las competencias y las habilidades de los niños y las niñas a niveles físico, mental, afectivo y social. Los beneficios de las experiencias de construcción y los juegos de construcción se reconocen y se identifican en los niños y las niñas a nivel físico, como desarrollo y progreso de coordinación óculo – manual y motricidad fina, a nivel mental, como  desarrollo y progreso de atención, concentración, imaginación y creatividad, a nivel afectivo, como desarrollo y progreso de confianza y autoestima y, a nivel social, como desarrollo y progreso de roles, funciones, rutinas y conocimientos personales y sociales. Y, podemos señalar que, las experiencias de construcción y los juegos de construcción, como tales, tienen beneficios en el desarrollo y progreso de las funciones ejecutivas, el funcionamiento ejecutivo y las habilidades ejecutivas, en el sentido que, facilitan, favorecen y promueven elaboración de planes, toma de decisiones, adaptación a cambios en el entorno, solución de problemas, autocontrol y autorregulación, al interior de las actividades de construcción, que incluyen la representación o simbolización de la realidad o la fantasía y, que incluyen el conocimiento o descubrimiento del medio exterior, para satisfacer, estimular y motivar la necesidad, el interés y el deseo de los niños y las niñas de expresar, explorar y construir, en contacto e interacción con recursos naturales y no naturales.

Es así como, hablando de los beneficios de las experiencias de construcción y los juegos de construcción, podemos señalar que, en los niños y las niñas, las experiencias de construcción y los juegos de construcción satisfacen, estimulan y motivan la necesidad, el interés y el deseo individual y grupal de lograr metas de expresión, exploración y construcción, con fines productivos, creativos y comunicativos, que demandan el desarrollo y progreso de competencias y habilidades, como coordinación óculo – manual, motricidad fina, atención, concentración, imaginación,  creatividad, confianza, autoestima y, roles,  funciones, rutinas y conocimientos personales y sociales, manifiestos y expresos, en cada una de las actividades de construcción. Y, podemos señalar que, en los niños y las niñas, las experiencias de construcción y los juegos de construcción facilitan, favorecen y promueven, atractivos e interesantes, entornos de aprendizaje activo e interactivo y, facilitan, favorecen y promueven, atractivas e interesantes, experiencias de expresión, exploración y construcción, que motivan e inspiran, en los niños y las niñas, el desarrollo y progreso de habilidades, estrategias y actividades de aprendizaje activo e interactivo a niveles físico, mental, afectivo y social, como  expresión corporal, expresión oral, percepción visual, orientación espacial, razonamiento, simulación, cooperación y colaboración, relacionadas con actividades de producción, creación y comunicación de los niños y las niñas, como son la literatura infantil, la lectura y, progresivamente, la escritura.

Es entonces que, desde mi conocimiento y mi experiencia como tía y maestra en contacto e interacción con niños y niñas menores de 6 años de edad y, como diseñadora y creadora de espacios de juego infantiles y mobiliario infantil para la implementación de los espacios de juego infantiles, hoy quiero transmitir que, un diseño y una creación de mobiliario infantil accesible y seguro para las experiencias de expresión plásticas de los niños y las niñas que motivan e inspiran experiencias de exploración del medio exterior como la construcción, es prioritario para facilitar, favorecer y promover el desarrollo y progreso de capacidades y habilidades de los niños y las niñas a niveles físico, mental, afectivo y social y, es prioritario para satisfacer, estimular y motivar la necesidad, el interés y el deseo de los niños y las niñas de transmitir, evocar y simbolizar sensaciones, emociones, sentimientos, pensamientos e ideas mediante experiencias creativas, como construir y, mediante creaciones, como objetos. Y, hoy quiero compartir con ustedes el aprendizaje y el descubrimiento logrado en mi lectura y mi investigación, en relación a que la construcción, las experiencias de construcción y los juegos de construcción, como experiencias de expresión plásticas que motivan e inspiran experiencias de exploración del medio exterior durante la niñez y para los niños y las niñas, son naturalmente anteriores a la lectura y la escritura y son naturalmente complementarias a la educación emocional, la literatura infantil, la lectura y, progresivamente, la escritura, pues como formas de representación o simbolización de la realidad que conocen y la fantasía que imaginan y, como formas de conocimiento o descubrimiento del medio exterior, facilitan, favorecen y promueven la construcción del pensamiento realista, del pensamiento mágico y del pensamiento crítico en los niños y las niñas.