¡Hola!…¡Buenos Días!…¿Qué tal?. Luego de hablar, en los blogs anteriores, sobre el uso de las palabras, el diálogo, los silencios, la meditación y, el diálogo interno positivo, como recursos y medios, para el manejo y el uso de nuestras emociones, en relación con nuestros eventuales objetivos, meditando y reflexionando sobre, los niños y las niñas y, sus formas de ser, hacer y resolver, el manejo y el uso de sus emociones, en relación con sus eventuales objetivos, siento y pienso que, un@ amig@ imaginari@, como tal, resume la oportunidad y la posibilidad, con la cual, los niños y las niñas, puedan lograr, un equilibrio entre, el diálogo y la meditación, como hablamos, en el blog anterior. En ese sentido, entonces, concebimos y definimos, un amigo imaginario, o, una amiga imaginaria, como aquél amigo, o, aquella amiga espirituales, construid@s de manera natural, espontánea e innata, por l@s niñ@s, como producto de su imaginación y su creatividad, los cuales, pueden actuar, como «un Yo», auxiliar o complementario, que suelen poder ayudar a, los niños y las niñas, en dos modos, o, en dos formas, emocionales, como pueden ser, el reflejarse en otr@, y/o, el confrontarse con un@ mism@.
De esta manera, cuando hablamos de, amig@ imaginari@ y emociones, estamos hablando que, desde su concepción y su construcción espiritual, como producto de la capacidad de imaginación y la capacidad de creatividad, de los niños y las niñas, un amigo imaginario y una amiga imaginaria, en forma natural, espontánea e innata, contienen características y cualidades, positivas y favorables, así como, negativas y desfavorables, propias y particulares, de quien l@ imagina y l@ crea, todo lo cual, puede resultar ser, idealmente, beneficioso para el manejo y uso de emociones, en relación con los eventuales objetivos, de cada niño y niña, en razón a que, como «un Yo», auxiliar o complementario, contenido de sus fortalezas y sus debilidades, por el mismo hecho de facilitar, el reflejarse en otr@, y/o, el confrontarse con un@ mism@, puede favorecer y promover, en los niños y las niñas, un reconocimiento y una identificación, sana y saludable, de sus virtudes y sus defectos.
Es así que, cuando hablamos de beneficios, en los niños y las niñas, que resultan de, una concepción y una construcción espiritual de, «un Yo», auxiliar o complementario, contenido de las características, las cualidades, las fortalezas, las debilidades, las virtudes y los defectos, de un niño, o, de una niña, estamos hablando que, el contacto y la interacción con un@ amig@ imaginari@, puede facilitar logros, necesarios e importantes, como pueden ser, desarrollo de habilidades mentales, como imaginación y creatividad, desarrollo de habilidades comunicativas, como expresión y narración, desarrollo de habilidades emocionales, como autoconcepto y autoestima, y, desarrollo de habilidades sociales, como empatía y respeto.
Asimismo, cuando hablamos de beneficios, en los niños y las niñas, que resultan de, una concepción y una construcción espiritual de, «un Yo», auxiliar o complementario, contenido de las características, las cualidades, las fortalezas, las debilidades, las virtudes y los defectos, de un niño, o, de una niña, estamos hablando que, el contacto y la interacción con un@ amig@ imaginari@, puede ser, un recurso y un medio de comunicación asertiva, que combine diálogo y meditación, incluyendo palabras, silencios, conversaciones y pensamientos, por medio del cual, logren liberar sus sensaciones, emociones y sentimientos, expresen sus ideas y afectos, y, de esta manera, tomen sus decisiones y resuelvan sus conflictos.
Así pues, cuando hablamos de, la concepción y la construcción espiritual de, un amigo imaginario o una amiga imaginaria, por los niños y las niñas, al igual que, cuando hablamos que, los niños y las niñas, usen el diálogo y la meditación, incluyendo palabras, silencios, conversaciones y pensamientos, para manejar y usar sus emociones, en relación con sus eventuales objetivos, es necesario e importante que, hablemos de la energía y la fuerza, positivas o favorables, con las cuales, los niños y las niñas, idealmente, pueden lograr percibir, las características, las cualidades, las fortalezas, las debilidades, las virtudes y los defectos, reflejados y confrontados, en contacto e interacción, con su amig@ imaginari@, de modo que, naturalmente, puedan lograr y mantener, en el tiempo y el espacio, relaciones interpersonales, positivas o favorables, y, calidad de vida social, sana y saludable, en beneficio de sí mism@s y otr@s, al interior de los grupos de juego.
Es así como, cuando hablamos de la comprensión y la regulación de las emociones, en las niñas y los niños, desde la natural, la espontánea y la innata, concepción y construcción espiritual de, un@ amig@ imaginari@, percibiendo sus características, sus cualidades, sus fortalezas, sus debilidades, sus virtudes y sus defectos, con energía y fuerza, positivas o favorables, estamos hablando de formar, educar y acompañar a las niñas y los niños, en el desarrollo y el progreso en los valores y los principios de: escuchar con atención e interés, pensar antes de hablar, cuidar el tono de voz cuando hablamos, generar confianza, organizar rutinas de diálogo en grupo y equipo, reservar un espacio y un tiempo personal, respirar en forma relajada, profunda y uniforme, concentrarse, conservar una postura placentera, y, adoptar una actitud abierta, por ejemplo, de modo que, las niñas y los niños, naturalmente, puedan lograr una vida social sana y saludable.
Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos, la necesidad y la importancia que tiene, un@ amig@ imaginari@, en el proceso de modelar, formar y educar, el mundo interior de los niños y las niñas, que, natural y habitualmente, manifiestan y expresan, diferentes y diversos, tiempos y momentos, de sensaciones, emociones y sentimientos, conectados entre sí y, conectados con otros, en sus roles, como pueden ser, hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, o, alumnos o alumnas. Y, en ese mismo sentido, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, trabajemos en la experiencia y el aprendizaje, personal, emocional y afectivo, de los niños y las niñas, orientado a desarrollar y progresar, en el diálogo y la meditación en las niñas y los niños, sobre todo en los momentos y los lugares de juego, en los cuales, se originan oportunidades y posibilidades, para el contacto y la interacción, natural, espontánea e innata, con el ambiente, l@s compañer@s y, los materiales de juego, pues, dialogar y meditar, con amig@s imaginari@s, puede ser muy positivo y favorable, para su crecimiento, su evolución y, sus logros, personales, emocionales y, afectivos, en los grupos de juego.