Educación Emocional,… “Los espacios en el acompañamiento sensorial de los niños”…

¡Hola!…¡Buenos Días!…¿Qué tal?. Hoy día martes 01 de Julio, habiendo reflexionado con ustedes sobre el hecho que el espacio y los objetos sensoriales diseñados y creados con ‘intención de motivar’ se transforman en ‘aliados clave’, pues como verdaderos ‘puentes de conexión sensorial’ posibilitan que cada uno de los niños le den sentido a lo que sienten y construyan sus propias experiencias emocionales, quiero reflexionar con ustedes sobre los espacios en el acompañamiento sensorial de los niños.

Entendemos ‘los espacios sensoriales’, como los entornos diseñados y creados con la intención de motivar a los niños a explorar, descubrir y conocer ‘su mundo alrededor’, interactuando con los estímulos sensoriales de los objetos, como vistas, texturas, sonidos, olores y sabores, que perciben a través de los sentidos de la vista, el tacto, el oído, el olfato y el gusto, y que son la primera información que el cerebro de un niño utiliza en la construcción de sus propias experiencias emocionales.

En ese sentido, hablar de los espacios sensoriales es hablar de una forma de educación emocional que reconoce el valor del acompañamiento sensorial de los niños como base para su aprendizaje y desarrollo físico, mental, espiritual y social, pues al interior de los espacios sensoriales cada uno de los niños tiene la posibilidad y la oportunidad de comprender lo que percibe con sus sentidos, integrar sus experiencias previas y su entorno, y construir sus propias experiencias emocionales.

Es así como, en una educación emocional que pone a cada niño en el centro de su aprendizaje y desarrollo, vivido y trabajado en sus juegos y conversaciones, tanto personales como colectivos, los niños experimentan sensaciones, como la energía, la calma, el optimismo, la paz, la creatividad, la imaginación, la belleza y la luz, y de un modo natural aprenden a vincular sus sensaciones con sus emociones ‘cotidianas’, como el miedo, la valentía, la tristeza, la felicidad, la molestia y el agrado.

Ahora, a propósito de la reflexión sobre “Los espacios en el acompañamiento sensorial de los niños” comprendo que estimular a los niños para que experimenten sensaciones, como: energía, calma, optimismo, paz, creatividad, imaginación, belleza y luz, y de un modo natural vinculen sus sensaciones con sus emociones ‘cotidianas’, como: miedo, valentía, tristeza, felicidad, molestia y agrado, es posible con el diseño y la creación de espacios sensoriales atractivos, seguros, flexibles y significativos.

Saludos,

Lili Marlene