¡Hola!…¡Buenos Días!…¿Qué tal?. Hoy día viernes de 22 de Noviembre quiero reflexionar con ustedes acerca de cómo es que la autoestima de nuestros niños se construye en los espacios y tiempos de juegos y conversaciones ‘cotidianos’ con otros niños, nosotros, e, incluso, sus mascotas de la familia y la escuela, y de cómo es que nosotros los adultos como sus papás, abuelos, tíos y maestros tenemos la posibilidad de guiar la construcción de la autoestima de nuestros niños.
La autoestima es la valoración de sí mismos, creada a partir de sus percepciones y expectativas sobre sus capacidades para alcanzar logros y sobre sus cualidades personales, como son, la comunicación, el razonamiento y el aprendizaje, las habilidades físicas, los conocimientos del entorno, la independencia, la socialización, el lenguaje y la creatividad, que favorecen que formen una autoimagen o representación mental de sí mismos y un autoconcepto o idea de sí mismos positivos y respetuosos.
En ese sentido, la construcción de su autoestima, desde el contacto y la interacción en sus entornos familiares y escolares, involucra a nuestros niños con su desempeño integral, motivando que cada uno desarrolle una disposición a actuar, a seguir adelante, y a perseguir sus objetivos, que hace que confíen en sus capacidades y cualidades, asuman sus retos y desafíos, superen sus obstáculos y dificultades, y en sus momentos difíciles, perseveren con tranquilidad y seguridad ‘emocionales’.
Es así como, el ejercicio saludable de identificar y manifestar sus emociones ‘cotidianas’ de miedo, valentía, tristeza, felicidad, molestia y agrado en sus entornos familiares y escolares, estimula la construcción de la autoestima de nuestros niños, naturalmente asociada con las experiencias naturales, personales y sociales de nuestros niños, y con las relaciones o los vínculos creados por nuestros niños con otros niños, nosotros, e, incluso, sus mascotas.
Ahora, a propósito de la reflexión “Nuestros niños, sus emociones y su autoestima” comprendo que siendo sus guías en la construcción de su autoestima o la valoración de sí mismos, es significativo que como sus papás, abuelos, tíos y maestros nos relacionemos con nuestros niños valorándonos de un modo positivo y respetuoso, creado a partir de nuestras percepciones y expectativas ‘constructivas’ sobre nuestras capacidades para alcanzar nuestros logros y sobre nuestras cualidades personales.
Saludos,
Lili Marlene