¡Hola!…¡Buenos Días!…¿Qué tal?. Hoy día martes 12 de Noviembre, quiero reflexionar con ustedes acerca de cómo manifiestan su tristeza ‘nuestros niños’, en espacios y tiempos de la vida misma que como papás, abuelos, tíos y maestros, comprometidos con su cuidado, su crianza y su educación, conversamos y jugamos con nuestros hijos, nietos, sobrinos y alumnos, e, intercambiamos nuestros abrazos, miradas, escuchas y voces de acompañamiento, asistencia y apoyo físico ‘mutuos’.
En los niños, la tristeza representa y simboliza una respuesta natural y adaptativa que estimula el aprendizaje, el desarrollo y el ejercicio de las habilidades físicas, mentales, espirituales y sociales que un niño requiere aprender, desarrollar y ejercitar para ‘por primera vez’ responder y solucionar hechos o acontecimientos ‘inesperados’ de la vida misma que son ‘significativos’ para sí mismos por su impacto emocional en la supervivencia y el bienestar integral de sí mismos y sus seres amados.
En ese sentido, si bien la tristeza como emoción ‘cotidiana’ es común a todos los niños, sucede que la tristeza como respuesta natural y adaptativa es personal y propia de cada uno de los niños, quienes según sus diferencias o cualidades individuales, sociales y culturales y sus experiencias personales responden y solucionan cada hecho o acontecimiento ‘significativo’ para sus vidas, que a manera de estímulos internos o externos inciden individualmente en sus organismos causando ‘sus tristezas’.
Es así como, sabemos que ‘nuestros niños’ manifiestan ‘sus tristezas’ con su lenguaje corporal interno, conformado por un conjunto de señales corporales características que revelan y reflejan ‘sus estados de sufrimiento’, como suelen ser: cara con cejas inclinadas, párpados superiores caídos, mirada baja o perdida, ojos vidriosos, y comisuras de los labios caídas, espalda curvada, hombros disminuidos, pecho escondido y cerrado, brazos caídos y rodillas semiflexionadas, pesadez, y lentitud.
Ahora, a propósito de la reflexión “¿Cómo manifiestan su tristeza ‘nuestros niños’?” comprendo que ‘nuestros niños’ manifiestan ‘sus tristezas’ como sus respuestas naturales y adaptativas personal y propiamente asociadas con los hechos o los acontecimientos ‘significativos’ de su vida causantes de ‘sus tristezas’, como pueden ser: ‘su mamá enfermó’, ‘su papá vendió su casa’, ‘su abuelo murió’, ‘su padrino se casó’, ‘su papá mudó su consultorio’, y ‘su mamá donó su mesa de juegos’.
Saludos,
Lili Marlene