¡Hola!…¡Buenos Días!…¿Qué tal?. Hoy día martes 01 de Octubre, quiero reflexionar con ustedes acerca de cómo incentivar ‘la narrativa de nuestros niños’ cuando como papás, abuelos, tíos y maestros observamos, reconocemos y sabemos que nuestros hijos, nietos, sobrinos y alumnos, necesitan y demandan, aprender, explorar e incorporar información de sus entornos familiar y escolar, para imaginar y crear sus respuestas y soluciones ‘cotidianas’ con tranquilidad y seguridad ‘emocionales’.
La narrativa de nuestros niños, como son, nuestros hijos, nietos, sobrinos y alumnos, es el relato de ‘sus historias personales’, contenidas de sus experiencias ‘habituales’, sus vivencias ‘pasadas’ y sus tareas ‘diarias’, haciendo uso de sus lenguajes verbal y no verbal personales y naturales, especialmente, en espacios y tiempos de la vida misma que sus capacidades y habilidades, sus sueños y planes, y sus hábitos y costumbres, son eventualmente puestos a prueba.
En ese sentido, el modo personal y natural que como papás, abuelos, tíos y maestros comprometidos y responsables podemos incentivar ‘la narrativa de nuestros niños’ es practicando y ejercitando el relato de ‘nuestras historias personales’ en los lugares y momentos de juegos y conversaciones ‘cotidianos’ con nuestros niños, a fin que nuestros niños, como son, nuestros hijos, nietos, sobrinos y alumnos, aprendan y desarrollen el relato de ‘sus historias personales’ siguiendo nuestro modelo.
Es así como, el relato de ‘sus historias personales’ a otros niños, adultos y mascotas de su familia y su escuela, ocurre porque sus experiencias ‘habituales’, sus vivencias ‘pasadas’ y sus tareas ‘diarias’, les enseñan, les descubren y les muestran, las acciones ‘primarias y básicas’, las sensaciones ‘buenas y positivas’, y los actos ‘inspiradores y motivadores’ que cada niño necesita y demanda aprender, explorar e incorporar, para imaginar y crear sus respuestas y soluciones ‘de valentía’, ‘de felicidad’ y ‘de agrado’.
Ahora, a propósito de la reflexión “¿Cómo incentivar ‘la narrativa de nuestros niños’?” comprendo que durante ‘la narrativa de nuestros niños’, nuestro cuerpo y sus manifestaciones y expresiones no verbales, como nuestros abrazos, miradas, escuchas y voces de papás, abuelos, tíos y maestros comprometidos y responsables, transmiten nuestras valoraciones personales positivas y negativas que guían a nuestros niños mientras relatan ‘sus historias personales’.
Saludos,
Lili Marlene