¡Hola!…¡Buenos Días!…¿Qué tal?. Hoy día martes 30 de Julio, quiero reflexionar con ustedes acerca de cómo los adultos al cuidado de los niños en las familias y las escuelas, entre otros, en el rol de sus mamás y sus papás, sus abuelas y sus abuelos, sus tíos y sus tías, y sus maestras y sus maestros, podemos reconocer, observar y favorecer ‘cotidianamente’ la empatía ‘en los niños’ experimentada de un modo personal y natural y a su propio ritmo de aprendizaje y desarrollo.
En la niñez, la empatía, como una habilidad práctica de la inteligencia emocional que posibilita la gestión de sus sensaciones y sentimientos, asociados y vinculados, con sus estados emocionales ‘cotidianos’, incluidas sus reacciones, expresiones y valoraciones, se da en los lugares y momentos que un niño con sus demostraciones de afecto, como son sus abrazos y sonrisas, se sitúa en las experiencias y los sentimientos ‘presentes’ en niños, adultos y mascotas de sus familias y escuelas.
En ese sentido, por el mismo hecho de tener la capacidad de gestionar sus sensaciones y sentimientos, y sus reacciones, expresiones y valoraciones, asociados y vinculados, con sus estados emocionales ‘cotidianos’ de miedo, valentía, tristeza, felicidad, molestia y agrado, los niños con sus abrazos y sonrisas sinceros y libres a un niño, un adulto o una mascota de sus familias y escuelas están demostrando que valoran y reciben con afecto el que están experimentando y el cómo se están sintiendo en ‘el presente’.
Es así como, la empatía que propicia la gestión de sus sensaciones, sentimientos, reacciones, expresiones y valoraciones ‘cotidianos’, se reconoce, observa y favorece cuando un niño con sus abrazos y sonrisas se hace uno con los niños, adultos y mascotas y sus estados emocionales ‘presentes’, y demuestra que experimenta y siente lo que ‘otros’ experimentan y sienten, pues los niños incluso lloran cuando ‘otro’ niño, adulto o mascota ‘llora’.
Ahora, a propósito de la reflexión “¿Cómo reconocer la empatía ‘en los niños’?” comprendo que el ejercicio y logro de la empatía o disposición a situarse en el qué están experimentando y en el cómo se están sintiendo los niños, adultos y mascotas de sus familias y escuelas, muestra el aprendizaje, el desarrollo y la madurez emocionales que alcanzan los niños cuando gestionan sus sensaciones, sentimientos, reacciones, expresiones y valoraciones ‘cotidianos’.
Saludos,
Lili Marlene