¡Hola!…¡Buenos Días!…¿Qué tal?. Hoy día viernes 26 de Julio, quiero reflexionar con ustedes acerca de cómo los adultos en el rol de sus mamás y sus papás, sus abuelas y sus abuelos, sus tíos y sus tías, y sus maestras y sus maestros, al cuidado de los niños en las familias y las escuelas, entre otros, podemos observar, acompañar y promover ‘cotidianamente’ la automotivación ‘en los niños’ canalizada de un modo personal y natural y a su propio ritmo de aprendizaje y desarrollo.
En la niñez, el aprendizaje y desarrollo de la automotivación, como una habilidad práctica de la inteligencia emocional que posibilita el estímulo de las emociones ‘cotidianas’ de miedo, valentía, tristeza, felicidad, molestia y agrado ‘presentes’ en ‘sus día a días’, inicia, avanza y progresa de un modo personal y natural cuando cada niño impulsado y movilizado por sus experiencias y sentimientos ‘cotidianos’ acciona, realiza sus tareas y logra sus objetivos y metas personales y naturales.
En ese sentido, las acciones y las tareas adultas, dirigidas y orientadas, a observar, acompañar y promover la automotivación ‘en los niños’, según sus propios ritmos de aprendizaje y desarrollo, se deben centrar y enfocar en atender, valorar y validar sus reflexiones ‘mágicas’ sobre sus experiencias, sentimientos, pensamientos y acciones ‘cotidianos’, representados con palabras, oraciones, e, incluso, dibujos, que transmiten qué experimentan, cómo se sienten, qué piensan y cómo accionan en ‘sus día a días’.
Es así como, un observar, un acompañar y un promover la automotivación, como una habilidad práctica de la inteligencia emocional que inspira y motiva el estímulo de las propias y particulares emociones ‘presentes’ en cada niño, es una labor adulta que se dirige, se orienta y se logra en torno y en función a cuáles son los logros personales y naturales de cada niño, asociados y vinculados, con sus respuestas y soluciones físicas, mentales, espirituales y sociales, y a cómo los valora y los valida.
Ahora, a propósito de la reflexión “¿Cómo promover la automotivación ‘en los niños’?” comprendo que el estímulo de las emociones ‘cotidianas’ de miedo, valentía, tristeza, felicidad, molestia y agrado, experimentado y evidenciado por un ejercicio y logro de la automotivación, prepara y dispone de un modo propio y particular a cada niño para el ejercicio y eventual logro de la empatía o gestión de sus sensaciones y sentimientos, asociados y vinculados, con sus estados emocionales ‘cotidianos’.
Saludos,
Lili Marlene