¡Hola!…¡Buenos Días!…¿Qué tal?. Hoy día viernes 17 de Mayo, quiero reflexionar con ustedes acerca de los adultos y el sentido de ‘confiar en uno mismo’, como el poder interior que inspira y motiva el diálogo, la solidaridad y ‘el confiar en el otro’ en quienes interactúan y se comunican en ‘los espacios de apoyo emocional’ o los ambientes de diálogo, generados por la idea y la iniciativa de reconocer, expresar y comunicar sensaciones y sentimientos.
Los adultos que interactuamos y nos comunicamos en ‘los espacios de apoyo emocional’ o los ambientes de diálogo, experimentamos y aprendemos que para alcanzar y hacer realidad nuestros sueños y pensamientos, lo segundo que tenemos que trabajar y lograr es el ‘confiar en uno mismo’, como un poner atención, validar y afirmar los comportamientos y actitudes sanos y saludables, relacionados con las emociones ‘cotidianas’.
En ese sentido, cuando como adultos ponemos la atención, validamos y afirmamos nuestros comportamientos y actitudes sanos y saludables, relacionados con nuestras emociones ‘cotidianas’, solemos ser capaces de emprender, avanzar y cumplir las tareas generadoras de nuestros sueños y pensamientos, contenidas de nuestras acciones, toda vez que, confiando en nosotros mismos, reconocemos, expresamos y comunicamos nuestras sensaciones y nuestros sentimientos.
Es así como, los adultos que logramos confiar en nosotros mismos, emprendemos, avanzamos y cumplimos cada una y todas las tareas contenidas de cada una de nuestras acciones dirigidas y orientadas hacia el logro de nuestros sueños y pensamientos, y con la tranquilidad y la seguridad necesarias y deseables para mantener nuestro bienestar integral, respondemos y solucionamos ‘el presente’ alcanzando y haciendo realidad nuestros sueños y pensamientos.
Ahora, a propósito de la reflexión “Los adultos y el sentido de ‘confiar en uno mismo’”, comprendo que, para nosotros los adultos, el ‘confiar en uno mismo’ tiene el sentido espiritual y social de ‘ser un estímulo’ que condiciona el segundo paso hacia el logro de nuestros sueños y pensamientos, y que por lo mismo nos capacita y habilita para dialogar, solidarizar y ‘confiar en los niños’, con el propósito de ser los guías responsables y comprometidos con el logro de sus sueños y pensamientos.
Saludos,
Lili Marlene