Educación Emocional,… “¿Cómo apoyar emocionalmente a los niños?”…

¡Hola!…¡Buenos Días!…¿Qué tal?. Hoy día martes 30 de Abril, quiero reflexionar con ustedes acerca de cómo apoyar emocionalmente a los niños en los hogares y las escuelas, con la finalidad que, siguiendo sus propios y particulares procesos de aprendizaje y desarrollo físico, mental, espiritual y social, los niños descubran dónde, cuándo y cómo satisfacer su necesidad de afrontar ‘sus estados emocionales’ y su deseo de responder y solucionar ‘su día a día’ con tranquilidad y seguridad.

El apoyo emocional es el espacio de interacción y comunicación empática y solidaria, inicialmente impulsado y movilizado por los adultos, en el cual, los niños eligen y deciden con libertad reconocer, expresar y comunicar ‘qué emoción experimentan’ y ‘cómo se sienten’ en relación a una experiencia emocional ‘cotidiana’, en respuesta a los adultos que, como dadores de ‘el apoyo emocional’, muestran su deseo de ayudar a que los niños reconozcan, expresen y comuniquen sus sensaciones y sentimientos.

En ese sentido, en los lugares y los momentos de juego y aprendizaje ‘cotidianos’ de los niños con los adultos responsables de promover la educación emocional, ‘el apoyo emocional’ requiere ser un espacio interactivo y comunicativo de cuidado y protección con tiempos de entendimiento y respuesta respetuosos y adaptados a las necesidades, las demandas y los deseos de interacción y comunicación de los niños, quienes natural y progresivamente aprenden y desarrollan la empatía y la solidaridad.

Es así como, los adultos a cargo, como somos papás y mamás, abuelos y abuelas, tíos y tías y maestros y maestros, tenemos la responsabilidad de imaginar y crear ‘espacios de apoyo emocional’ o ambientes de diálogo, en los cuales, inspiremos y motivemos las percepciones y las explicaciones de los niños sobre quiénes son, qué les gusta y cómo se sienten tranquilos y seguros siempre, regularmente compartidas durante sus juegos y en sus conversaciones ‘cotidianas’ con niños de sus familias y sus amigos.

Ahora, a propósito de la reflexión “¿Cómo apoyar emocionalmente a los niños?”, comprendo que los sectores de juego y aprendizaje de los hogares y las escuelas, como las bibliotecas infantiles, pueden ser imaginados y creados como ‘espacios de apoyo emocional’ o ambientes de diálogo que inspiran y motivan que los niños satisfagan su necesidad de afrontar ‘sus estados emocionales’ y su deseo de responder y solucionar ‘su día a día’ con tranquilidad y seguridad.

Saludos,

Lili Marlene