¡Hola!…¡Buenos Días!…¿Qué tal?. Hoy día viernes 12 de Abril, quiero reflexionar con ustedes acerca de cómo es que funciona y cuál es la importancia que suele tener ‘la solidaridad’ para la adaptación integral y el bienestar físico, mental, espiritual y social de una persona que muestra la voluntad y el ánimo de afrontar ‘un estado emocional’ en su real importancia, y siente la tranquilidad y la seguridad necesarias para aprender a responder y solucionar ‘el presente’ de una manera objetiva, efectiva y positiva.
La solidaridad como una cualidad ‘espiritual’ representa la elección y la decisión buenas y positivas de aunarnos con ‘otra persona’ en el lugar y el momento ‘presentes’, para abrazar emociones, comprender necesidades, validar puntos de vista y gestionar eventuales conflictos, orientados por la voluntad y el ánimo de ayudar a que afronte ‘sus estados emocionales’ en su real importancia y con la tranquilidad y la seguridad de responder y solucionar ‘el presente’ de una manera objetiva, efectiva y positiva.
En ese sentido, la solidaridad como un valor y una competencia ‘sociales’ que acciona ‘la alianza emocional’ entre quien da ‘un apoyo emocional’ con sinceridad y quien – guiado por su iniciativa de reconocer, expresar y comunicar ‘qué emociones experimenta’ y ‘cómo se siente’ en un lugar y un momento ‘presentes’ – recibe con libertad ‘un apoyo emocional’, facilita y favorece una toma de conciencia de las necesidades de ‘otra persona’ y un consecuente deseo de colaborar en su satisfacción.
Es así como, la toma de conciencia de las necesidades de ‘otra persona’ y el consecuente deseo de colaborar en su satisfacción, son posibles y oportunos desde un diálogo ‘sinceramente’ solidario que hace que, como dadores de ‘un apoyo emocional’, unamos nuestro ‘yo’ con el ‘yo’ de ‘otra persona’, conservando nuestra independencia emocional y confiando en ‘el otro’, en el intercambio ‘mutuo’ de sensaciones y sentimientos, y en el compartir ‘mutuamente’ los mundos interiores.
Ahora, a propósito de la reflexión “La solidaridad y el apoyo emocional”, comprendo que ‘la solidaridad’ o el elemento de protección en ‘el apoyo emocional’, experimentada como ‘un aunarse’ con ‘otra persona’, significa la posibilidad y la oportunidad que como adultos dialoguemos sinceramente y unamos nuestro ‘yo niño’ con el yo de ‘un niño’, para ayudar a que ‘el niño’ afronte ‘sus estados emocionales’, y responda y solucione ‘su presente’, con tranquilidad y seguridad.
Saludos,
Lili Marlene
