¡Hola!…¡Buenos Días!…¿Qué tal?. Hoy día martes 12 de Setiembre, quiero contarles y compartirles que, como escritora autodidacta que soy, mi necesidad y mi interés inmediatos son, aprender a escribir escribiendo, y como en la vida misma, estar atenta a mis mundos interior y exterior, para corregir aquello que necesite ser corregido, y mejorar aquello que me interese hacer mejor, por mí misma, y por los míos, como son, mi familia y mis amigos, con quienes siento y sé que tengo un propósito, un compromiso y una responsabilidad de vida, personales y naturales, que dirigen y orientan, mi diaria convivencia, en mis cotidianos entornos personal, familiar y social.
En el proceso interior de aprender a escribir escribiendo, transito por un camino espiritual de emociones, como son, el miedo, la valentía, la tristeza, la felicidad, la molestia y el agrado, evidenciado y sentido, como un camino de crecimiento y maduración espiritual, contenido de reflexiones, descubrimientos y declaraciones, personales y naturales, acerca de mis experiencias, mis sensaciones y mis ideas, que nacidas como mis conversas internas, una vez trasladas a los cuentos infantiles que escribo, se transforman en las conversaciones imaginarias, entre los guías y los protagonistas de las historias personales, que intercambian mensajes espirituales, sobre sus sentimientos, Amor y Magia, que habitan dentro de su Corazón, y sobre sus poderes y superpoderes, que habitan dentro de su Cerebro.
Ocurre que, en el camino espiritual de emociones, evidenciado y sentido, como un camino de crecimiento y maduración espiritual, en los cuales, estoy escribiendo los cuentos infantiles, logro descubrir, validar y valorar, lo necesarios y lo importantes que son en mi vida, los roles y las funciones espirituales de papá y sus personales silencios, y, los roles y las funciones espirituales de mamá y sus naturales conversas, por lo mismo que, siendo ambos iguales en sus fondos, y siendo ambos diferentes en sus formas, papá y mamá, son esencialmente complementarios como pareja, gracias a lo cual, estando hoy en el plano espiritual, me inspiran y me motivan a transformar mis experiencias, sensaciones e ideas, en mis reflexiones, descubrimientos y declaraciones, imaginaria y creativamente, narrados y contados, en los cuentos infantiles que escribo.
Sobre los cuentos infantiles que escribo, quiero comentarles que, en el camino espiritual de emociones que experimento, como un camino de crecimiento y maduración espiritual, el tránsito de lo real de mis conversaciones internas, a lo imaginario de las conversaciones imaginarias, entre los guías y los protagonistas de los cuentos infantiles deLili, es oportuno de lograr, por obra de “un don” o “un talento”, dormido dentro de mí, personal y naturalmente, llamado: escribir, que despierta en el proceso mismo de sanación y restablecimiento de mi salud emocional y física, que inicia en el año 2019, haciendo posible, la imaginación y la creación de los guías y los protagonistas de las historias personales, y las conversaciones imaginarias, en El Establo Mágico, que narran y cuentan, las experiencias, las sensaciones y las ideas de los personajes, a manera de reflexiones, descubrimientos y declaraciones, personales y naturales, que transmiten sus mensajes espirituales, acerca de los sentimientos, el Amor y la Magia, que habitan dentro de su Corazón, y, acerca de los poderes y los superpoderes, que habitan dentro de su Cerebro.
Ahora, bien, quiero comentarles que, los cuentos infantiles deLili, son narraciones de niños, como son, María José y sus amig@s José María, Josefa, Antonio, Celina y Julio, que guiados por Rodo – el caballo y Lali – la yegua, en El Establo Mágico, nos cuentan sus experiencias de miedo, valentía, tristeza, felicidad, molestia y agrado, que nos invitan a imaginar, crear, soñar, pensar, abrazar y sonreír con Amor, y que nos ayudan a descubrir quiénes somos, qué nos gusta y cómo sentirnos tranquilos y seguros siempre, gracias a lo cual, entre silencios y conversas, cada uno, vamos conociendo y aceptando con Amor, todos nuestros sentimientos, como son, el miedo, la valentía, la tristeza, la felicidad, la molestia y el agrado, activados y actualizados, en nuestra diaria convivencia, en nuestros cotidianos entornos personal, familiar y social.
Saludos,
Lili Marlene