¡Hola!…¡Buenas Tardes!…¿Qué tal?. En el artículo anterior, hablé sobre, las emociones nacen y los sentimientos se forman, partiendo de dos conceptos clave, como son, emociones, comprendidas y definidas, como poderes y fuerzas neutros, que nos impulsan y nos movilizan desde “lo interno, lo propio y lo esencial” para tomar decisiones y en consecuencia actuar, con iniciativa y voluntad, y con armonía y equilibrio, según aquello que naturalmente queremos, en un momento y un lugar, y sentimientos, comprendidos y definidos, como enunciados positivos o negativos, que nos impulsan y nos movilizan desde “lo interno, lo propio y lo esencial” para afrontar la vida y en consecuencia actuar, con libertad y confianza, y con armonía y equilibrio, según aquello que naturalmente necesitamos, en un momento y un lugar. En ese sentido, cuando hablo sobre, las emociones nacen y los sentimientos se forman, puedo decir que, si bien es cierto que, por costumbre o norma social, solemos reconocer e identificar las emociones de miedo, tristeza y molestia, como poderes o fuerzas, malos y negativos, y perjudiciales para nuestros aprendizajes y desarrollos, que por lo mismo es necesario enfrentar y, de modo personal y natural, debemos eliminar de nuestra vida, estoy experimentando y aprendiendo que, las emociones de miedo, tristeza y molestia, al igual que, las emociones de valentía, felicidad y agrado, como poderes o fuerzas neutros, que nacen en “lo interno, lo propio y lo esencial”, impulsando y movilizando nuestros contactos e interacciones interpersonales en “lo personal, lo familiar y lo social”, son energías buenas y positivas, y beneficiosas para nuestros aprendizajes y desarrollos, que se activan y se actualizan, toda vez que, de modo personal y natural, vamos a tomar decisiones y en consecuencia vamos a actuar, con iniciativa y voluntad, y con armonía y equilibrio, según aquello que naturalmente queremos, en un momento y un lugar, propios y particulares, de nuestra diaria convivencia, al interior de nuestros cotidianos entornos personal, familiar y social. Y, asimismo, cuando hablo sobre, las emociones nacen y los sentimientos se forman, comprendo y explico que, todas las emociones, incluidos el miedo, la valentía, la tristeza, la felicidad, la molestia y el agrado, que como energías buenas y positivas, se originan y se dirigen desde “lo interno, lo propio y lo esencial”, activándose y actualizándose, como señales de alerta, personal y naturalmente, beneficiosas para nuestros aprendizajes y desarrollos, deben ser validadas y valoradas, pues una vez pensadas y comprendidas, en “lo interno, lo propio y lo esencial”, se forman como sentimientos o enunciados positivos o negativos, que una vez conocidos y aceptados, en “lo interno, lo propio y lo esencial”, nos impulsan y nos movilizan desde “lo interno, lo propio y lo esencial”, para afrontar la vida y en consecuencia actuar, con libertad y confianza, y con armonía y equilibrio, según aquello que naturalmente necesitamos, en un momento y un lugar, propios y particulares, de nuestra diaria convivencia, al interior de nuestros cotidianos entornos personal, familiar y social.
En el artículo actual, entonces, voy a hablar sobre, los superpoderes son reales, partiendo de dos conceptos clave, como son, Libertad, comprendida y definida, como capacidad o aptitud, personal y natural, para tomar decisiones y en consecuencia actuar con iniciativa o según la sensación que nos impulsa a “comenzar algo”, que queremos y necesitamos, por la armonía y el bienestar nuestro y de los nuestros, y Confianza, comprendida y definida, como capacidad o aptitud, personal y natural, para afrontar la vida y en consecuencia actuar con voluntad o según la sensación que nos moviliza a “hacer algo”, que queremos y necesitamos, incluida la intención de alcanzar un logro personal y natural, por el equilibrio y el bienestar nuestro y de los nuestros, pues si bien es cierto que, por costumbre o norma social, solemos reconocer e identificar que, la imaginación y la creatividad, son capacidades y habilidades reservadas para un grupo selecto de personas que tienen el don y el talento de imaginar y crear, estoy experimentando y aprendiendo que, al igual que, las emociones nacen y los sentimientos se forman en “lo interno, lo propio y lo esencial”, de todos y cada uno de nosotros, la imaginación y la creatividad, nacen y se forman, en “lo interno, lo propio y lo esencial”, de todos y cada uno de nosotros, y como capacidades y habilidades, personales y naturales, se activan y se actualizan, como superpoderes que nos impulsan y nos movilizan, en nuestra diaria convivencia, al interior de nuestros cotidianos entornos personal, familiar y social, especialmente, en los espacios y los tiempos emocionales de miedo, valentía, tristeza, felicidad, molestia y agrado, por los cuales, solemos transitar en nuestra vida.
De esta manera, cuando hablo sobre, los superpoderes son reales, partiendo de dos conceptos clave, como son, Libertad, comprendida y definida, como capacidad o aptitud, personal y natural, para tomar decisiones y en consecuencia actuar con iniciativa o según la sensación que nos impulsa a “comenzar algo”, que queremos y necesitamos, por la armonía y el bienestar nuestro y de los nuestros, y Confianza, comprendida y definida, como capacidad o aptitud, personal y natural, para afrontar la vida y en consecuencia actuar con voluntad o según la sensación que nos moviliza a “hacer algo”, que queremos y necesitamos, incluida la intención de alcanzar un logro personal y natural, por el equilibrio y el bienestar nuestro y de los nuestros, comprendo y explico que, la imaginación y la creatividad, son capacidades y habilidades que se activan y se actualizan como superpoderes, que como dones o talentos, personales y naturales, contenidos de magia, facilitan y favorecen, nuestro proceso, personal y natural, de validar y valorar nuestras emociones, y de conocer y aceptar nuestros sentimientos, desde “lo interno, lo propio y lo esencial”, y con empatía y simpatía, con los propósitos personales, familiares y sociales de tomar decisiones y actuar, y de afrontar la vida y actuar, desde “lo personal, familiar y social”, con iniciativa y voluntad, libertad y confianza, y armonía y equilibrio, siempre por el bienestar nuestro y de los nuestros, y según aquello que, naturalmente, queremos y necesitamos, en un tiempo y un espacio, propios y particulares, de nuestra diaria convivencia, al interior de nuestros cotidianos entornos personal, familiar y social.
En tal sentido, experimento y aprendo que, cuando hablo sobre, los superpoderes son reales, comprendiendo y explicando que, la imaginación y la creatividad, son capacidades y habilidades que se activan y se actualizan como superpoderes, que como dones o talentos, personales y naturales, contenidos de magia, facilitan y favorecen, nuestro proceso, personal y natural, de valorar y validar nuestras emociones, y de conocer y aceptar nuestros sentimientos, desde “lo interno, lo propio y lo esencial”, y con empatía y simpatía, con los propósitos personales, familiares y sociales de tomar decisiones y actuar, y de afrontar la vida y actuar, desde “lo personal, familiar y social”, con iniciativa y voluntad, libertad y confianza, y armonía y equilibrio, siempre por el bienestar nuestro y de los nuestros, y según aquello que, naturalmente, queremos y necesitamos, en un tiempo y un espacio, propios y particulares, de nuestra diaria convivencia, al interior de nuestros cotidianos entornos personal, familiar y social, ocurre que, la imaginación, como capacidad o habilidad, por la cual, evaluamos “lo que pasó” en el pasado, y, a nivel mental, producimos “lo que puede pasar” en el futuro, posibilita que mágicamente logremos realizar “ese algo que queremos”, con el propósito personal y natural de confrontar “lo que vivimos” en el presente, y eventualmente hacer frente a estados espirituales y emocionales, vinculados y relacionados, con una o más de nuestras emociones, activadas y actualizadas, en tiempo y un espacio de nuestra diaria convivencia, como suelen ser, miedo, valentía, tristeza, felicidad, molestia y agrado.
En tal sentido, también, experimento y aprendo que, cuando hablo sobre, los superpoderes son reales, comprendiendo y explicando que, la imaginación y la creatividad, son capacidades y habilidades que se activan y se actualizan como superpoderes, que como dones o talentos, personales y naturales, contenidos de magia, facilitan y favorecen, nuestro proceso, personal y natural, de valorar y validar nuestras emociones, y de conocer y aceptar nuestros sentimientos, desde “lo interno, lo propio y lo esencial”, y con empatía y simpatía, con los propósitos personales, familiares y sociales de tomar decisiones y actuar, y de afrontar la vida y actuar, desde “lo personal, familiar y social”, con iniciativa y voluntad, libertad y confianza, y armonía y equilibrio, siempre por el bienestar nuestro y de los nuestros, y según aquello que, naturalmente, queremos y necesitamos, en un espacio y un tiempo, propios y particulares, de nuestra diaria convivencia, al interior de nuestros cotidianos entornos personal, familiar y social, ocurre que, la creatividad, como capacidad o habilidad, por la cual, aprendemos y desarrollamos, “un nuevo e innovador modo de pensar”, y, a nivel mental, producimos las ideas y descubrimos las posibles soluciones, que deseamos y esperamos, posibilita que mágicamente logremos realizar “ese algo que queremos y necesitamos”, con el propósito personal y natural de confrontar “lo que vivimos” en el presente, y eventualmente hacer frente a estados espirituales y emocionales, vinculados y relacionados, con uno o más de nuestros sentimientos, activados y actualizados, en un espacio y un tiempo de nuestra diaria convivencia, como suelen ser, miedo, valentía, tristeza, felicidad, molestia y agrado.
Es así como, cuando hablamos de la comprensión y la regulación de las emociones, en las niñas y los niños, desde una toma de conciencia, sobre su realidad, personal, familiar y social, incluidos, los retos, los cambios y los logros, con el propósito de corregir, resolver, e, incluso, mejorar, un comportamiento y, una eventual actitud, como consecuencia de una adaptación a su realidad, personal, familiar y social, vivenciada y experimentada, con agrado, gusto y placer, en la cual, niños y niñas, vivencian y experimentan, una activación y una actualización, de sus sentimientos de valentía y felicidad, y amor por un@ mism@ y, por l@s demás, estamos hablando de formar, educar y acompañar a las niñas y los niños, en el aprendizaje y la comprensión sobre, Libertad, comprendida y definida, como capacidad o aptitud, personal y natural, para tomar decisiones y en consecuencia actuar con iniciativa o según la sensación que nos impulsa a “comenzar algo”, que queremos y necesitamos, por la armonía y el bienestar nuestro y de los nuestros, y Confianza, comprendida y definida, como capacidad o aptitud, personal y natural, para afrontar la vida y en consecuencia actuar con voluntad o según la sensación que nos moviliza a “hacer algo”, que queremos y necesitamos, incluida la intención de alcanzar un logro personal y natural, por el equilibrio y el bienestar nuestro y de los nuestros, con la finalidad que, los niños y las niñas, con el acompañamiento adulto, comprendan y expliquen que, en su presente y a lo largo de su vida, personal, familiar y social, la imaginación, como capacidad o habilidad, por la cual, evalúan “lo que pasó” en el pasado, y, a nivel mental, producen “lo que puede pasar” en el futuro, posibilita que mágicamente logren realizar “ese algo que quieren”, con el propósito personal y natural de confrontar “lo que viven” en el presente, y eventualmente hacer frente a estados espirituales y emocionales, vinculados y relacionados, con una o más de sus emociones, activadas y actualizadas, en un tiempo y un espacio de su diaria convivencia, como suelen ser, miedo, valentía, tristeza, felicidad, molestia y agrado, y aprendan que, la creatividad, como capacidad o habilidad, por la cual, aprenden y desarrollan “un nuevo e innovador modo de pensar”, y, a nivel mental, producen las ideas y descubren las posibles soluciones, que desean y esperan, posibilita que mágicamente logren realizar “ese algo que quieren y necesitan”, con el propósito personal y natural de confrontar “lo que viven” en el presente, y eventualmente hacer frente a estados espirituales y emocionales, vinculados y relacionados, con uno o más de sus sentimientos, activados y actualizados, en un tiempo y un espacio de su diaria convivencia, como suelen ser, miedo, valentía, tristeza, felicidad, molestia y agrado.
Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos, el significado y el sentido que tienen, la imaginación y la creatividad, en el proceso de modelar, formar y educar, el mundo interior de los niños y las niñas, que, natural y habitualmente, manifiestan y expresan, diferentes y diversos, tiempos y momentos, de sensaciones, emociones y sentimientos, conectados entre sí y, conectados con otros, en sus roles, como pueden ser, hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, o, alumnos o alumnas. Y, en ese mismo sentido, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, trabajemos en la experiencia y el aprendizaje, personal, emocional y afectivo, de los niños y las niñas, orientado a desarrollar y progresar, en la imaginación y la creatividad, como dones o talentos, personales y naturales, contenidos de magia o superpoderes, en las niñas y los niños, sobre todo en los momentos y los lugares de juego, en los cuales, se originan oportunidades y posibilidades, para el contacto y la interacción, natural, espontánea e innata, con el ambiente, l@scompañer@s y, los materiales de juego, pues lograr realizar mágicamente “ese algo que quieren” y “ese algo que quieren y necesitan”, puede ser muy positivo y favorable, para su crecimiento, su evolución y, sus logros, personales, emocionales y, afectivos, en los grupos de juego.