Educación Emocional,… ¿por qué sí decir “un te amo”?…

¡Hola!…¡Buenos Días!…¿Qué tal?. En el artículo anterior, hablé sobre, ¡Todos necesitamos “Un Pepe Grillo” en nuestras vidas!!!, partiendo de dos conceptos clave, como son, la Fantasía, comprendida y definida, como la totalidad de hechos o sucesos, posibles o imposibles, individualmente existentes en el mundo ideal de quien los crea o los produce, y la Realidad, comprendida y definida, como la totalidad de hechos o sucesos, verdaderos y ciertos, colectivamente existentes en el mundo real de quien los vive o los experimenta. En ese sentido, cuando hablo sobre, ¡Todos necesitamos “Un Pepe Grillo” en nuestras vidas!!!, puedo decir que, si bien es cierto que, en lo común, lo usual y lo habitual de nuestros días, los hechos o los sucesos verdaderos y ciertos de el mundo real, ocupan un mayor tiempo y un mayor espacio de nuestras vidas, en comparación con el tiempo y el espacio que ocupan los hechos o los sucesos posibles o imposibles de el mundo ideal, estoy experimentando y aprendiendo que, en la actualidad, independientemente de la edad que tengamos, hombres y mujeres, adultos y niños, necesitamos reservar tiempos y espacios, personales y naturales, para la creación o la producción de hechos o sucesos posibles o imposibles, propios y particulares, de el mundo ideal, con el propósito de entrelazar con nuestros sentimientos de valentía, felicidad y agrado, con nuestro bienestar en lo físico, lo mental, lo emocional y lo social, y con nuestra salud. Y, asimismo, cuando hablo sobre, ¡Todos necesitamos “Un Pepe Grillo” en nuestras vidas!!!, comprendo y explico que, la comprensión, la interpretación y, la recreación o la reproducción, de un animal grillo, representado como un personaje imaginario de nombre “Pepe Grillo”, hecho realidad en la fantasía, propia y particular, de los cuentos infantiles y, creado y producido, con características de el mundo real, y cualidades de el mundo ideal, como un ejercicio propio y particular de la fantasía o la capacidad, vinculada y relacionada, con la creación o la producción de hechos o sucesos, posibles o imposibles, propios y particulares, de el mundo ideal, que se entrelaza con los sentimientos de valentía, felicidad y agrado, con el bienestar, y con la salud, se va a transformar en una vivencia y una experiencia, personal y natural, que facilita y favorece, el hecho que, cada uno de nosotros, adultos y niños, podamos lograr la armonía y el equilibrio que deseamos y esperamos, para tomar decisiones y afrontar la vida, de acuerdo con aquello que naturalmente queremos y necesitamos, incluso, en condiciones, adversas o contrarias, a nuestro bienestar en lo físico, lo mental, lo emocional y lo social, y a nuestra salud.

En el artículo actual, entonces, voy a hablar sobre, ¿por qué sí decir “un te amo”?, partiendo de dos conceptos clave, como son, el Estrés, comprendido y definido, como la reacción o la respuesta en “lo interno, lo propio y lo esencial” de nuestro cuerpo, ante un desafío o una demanda en “lo personal, lo familiar y lo social” de nuestras relaciones interpersonales, y el Amor, comprendido y definido, como energía y fuerza, buena y positiva, que se activa y se actualiza, toda vez que tomamos decisiones y actuamos armónicamente de acuerdo con aquello que naturalmente queremos, y cuando afrontamos la vida y actuamos equilibradamente de acuerdo con aquello que naturalmente necesitamos, pues si bien es cierto que, toda vez que tomamos decisiones con armonía y, cuando afrontamos la vida con equilibrio, de acuerdo con aquello que naturalmente queremos y necesitamos, el amor que se activa y se actualiza, es el amor propio, estoy experimentando y aprendiendo que, manifestaciones, personales y naturales, como un te amo, son aquellas expresiones que, desde “lo interno, lo propio y lo esencial”, y en nuestras relaciones interpersonales, motivan e inspiran, nuestro amor propio, y por lo mismo, motivan e inspiran que, en “lo personal, lo familiar y lo social”, tomemos decisiones y afrontemos la vida, armónicamente y equilibradamente, de acuerdo con aquello que naturalmente queremos y necesitamos.

De esta manera, cuando hablo sobre, ¿por qué sí decir “un te amo”?, partiendo de dos conceptos clave, como son, el Estrés, comprendido y definido, como la reacción o la respuesta en “lo interno, lo propio y lo esencial” de nuestro cuerpo, ante un desafío o una demanda en “lo personal, lo familiar y lo social” de nuestras relaciones interpersonales, y el Amor, comprendido y definido, como energía y fuerza, buena y positiva, que se activa y se actualiza, toda vez que tomamos decisiones y actuamos armónicamente de acuerdo con aquello que naturalmente queremos, y cuando afrontamos la vida y actuamos equilibradamente de acuerdo con aquello que naturalmente necesitamos, comprendo y explico que, un te amo, como manifestación, personal y natural, es una expresión desde “lo interno, lo propio y lo esencial”, que motiva e inspira que, en nuestras relaciones interpersonales, cada uno de nosotros, por el amor propio que sentimos, logremos tomar decisiones, reaccionando y afrontando eventuales sentimientos de miedo, tristeza y molestia, vivenciados y experimentados en “lo personal, lo familiar y lo social”, y por el mismo amor propio que sentimos, logremos afrontar la vida, respondiendo y desarrollando oportunos y posibles sentimientos de valentía, felicidad y agrado, por vivenciar y experimentar en “lo personal, lo familiar y lo social”.

En tal sentido, experimento y aprendo que, cuando hablo sobre, ¿por qué sí decir “un te amo”?, comprendiendo y explicando que, un te amo, como manifestación, personal y natural, es una expresión desde “lo interno, lo propio y lo esencial”, que motiva e inspira que, en nuestras relaciones interpersonales, cada uno de nosotros, por el amor propio que sentimos, logremos tomar decisiones, reaccionando y afrontando eventuales sentimientos de miedo, tristeza y molestia, vivenciados y experimentados en “lo personal, lo familiar y lo social”, y por el mismo amor propio, que sentimos, logremos afrontar la vida, respondiendo y desarrollando oportunos y posibles sentimientos de valentía, felicidad y agrado, por vivenciar y experimentar en “lo personal, lo familiar y lo social”, ocurre que, en condiciones y situaciones de estrés, que por los mismos desafíos y demandas que enfrentamos, se nos dificulta y complica, lograr tomar decisiones y afrontar la vida, es necesario e importante, recibir y escuchar “un te amo”, por lo mismo que, el amor y el amor propio, como tales, facilitan y favorecen, que desde “lo interno, lo propio y lo esencial”, nos sintamos capaces de reaccionar y afrontar con armonía, los eventuales sentimientos de miedo, tristeza y molestia, vivenciados y experimentados en “lo personal, lo familiar y lo social”, de modo que, cada uno de nosotros, logremos tomar decisiones, en armonía y de acuerdo con aquello que naturalmente queremos, en nuestras relaciones interpersonales, hechas realidad al interior de nuestros entornos personal, familiar y social.

En tal sentido, también, experimento y aprendo que, cuando hablo sobre, ¿por qué sí decir “un te amo”?, comprendiendo y explicando que, un te amo, como manifestación, personal y natural, es una expresión desde “lo interno, lo propio y lo esencial”, que motiva e inspira que, en nuestras relaciones interpersonales, cada uno de nosotros, por el amor propio que sentimos, logremos tomar decisiones, reaccionando y afrontando eventuales sentimientos de miedo, tristeza y molestia, que vivenciamos y experimentamos, en “lo personal, lo familiar y lo social”, y por el mismo amor propio que sentimos, logremos afrontar la vida, respondiendo y desarrollando oportunos y posibles sentimientos de valentía, felicidad y agrado, por vivenciar y experimentar en “lo personal, lo familiar y lo social”, ocurre que, en condiciones y situaciones de estrés, que por los mismos desafíos y demandas que enfrentamos, se nos dificulta y complica, lograr tomar decisiones y afrontar la vida, es necesario e importante, recibir y escuchar “un te amo”, por lo mismo que, el amor y el amor propio, como tales, facilitan y favorecen, que desde “lo interno, lo propio y lo esencial”, nos sintamos capaces de responder y desarrollar con equilibrio, los oportunos y posibles sentimientos de valentía, felicidad y agrado, por vivenciar y experimentar en “lo personal, lo familiar y lo social”, de modo que, cada uno de nosotros, logremos afrontar la vida, en equilibrio y de acuerdo con aquello que naturalmente necesitamos, en nuestras relaciones interpersonales, hechas realidad al interior de nuestros entornos personal, familiar y social.

Es así como, cuando hablamos de la comprensión y la regulación de las emociones, en las niñas y los niños, desde una toma de conciencia, sobre su realidad, personal, familiar y social, incluidos, los retos, los cambios y los logros, con el propósito de corregir, resolver, e, incluso, mejorar, un comportamiento y, una eventual actitud, como consecuencia de una adaptación a su realidad, personal, familiar y social, vivenciada y experimentada, con agrado, gusto y placer, en la cual, niños y niñas, vivencian y experimentan, una activación y una actualización, de sus sentimientos de valentía y felicidad, y amor por un@ mism@ y, por l@s demás, estamos hablando de formar, educar y acompañar a las niñas y los niños, en el aprendizaje y la comprensión sobre, el Estrés, comprendido y definido, como la reacción o la respuesta en “lo interno, lo propio y lo esencial” de nuestro cuerpo, ante un desafío o una demanda en “lo personal, lo familiar y lo social” de nuestras relaciones interpersonales, y el Amor, comprendido y definido, como energía y fuerza, buena y positiva, que se activa y se actualiza, toda vez que tomamos decisiones y actuamos armónicamente de acuerdo con aquello que naturalmente queremos, y cuando afrontamos la vida y actuamos equilibradamente de acuerdo con aquello que naturalmente necesitamos, con la finalidad que, los niños y las niñas, con el acompañamiento adulto, comprendan y expliquen que, en su presente y a lo largo de su vida, personal, familiar y social, si bien es cierto que, toda vez que toman decisiones con armonía y, cuando afrontan la vida con equilibrio, de acuerdo con aquello que naturalmente quieren y necesitan, el amor que se activa y se actualiza, es el amor propio, manifestaciones, personales y naturales, como un te amo, son aquellas expresiones que, desde “lo interno, lo propio y lo esencial”, y en sus relaciones interpersonales, motivan e inspiran, su amor propio, y por lo mismo, motivan e inspiran que, en “lo personal, lo familiar y lo social”, tomen decisiones y afronten la vida, armónicamente y equilibradamente, de acuerdo con aquello que naturalmente quieren y necesitan, y aprendan que, un te amo, como manifestación, personal y natural, es una expresión desde “lo interno, lo propio y lo esencial”, que motiva e inspira que, en sus relaciones interpersonales, cada uno de ellos y ellas, por el amor propio que sienten, logren tomar decisiones, reaccionando y afrontando eventuales sentimientos de miedo, tristeza y molestia, vivenciados y experimentados en “lo personal, lo familiar y lo social”, y por el mismo amor propio que siente, logren afrontar la vida, respondiendo y desarrollando oportunos y posibles sentimientos de valentía, felicidad y agrado, por vivenciar y experimentar en “lo personal, lo familiar y lo social”..

Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos, el significado y el sentido que tiene, “un te amo”, en el proceso de modelar, formar y educar, el mundo interior de los niños y las niñas, que, natural y habitualmente, manifiestan y expresan, diferentes y diversos, tiempos y momentos, de sensaciones, emociones y sentimientos, conectados entre sí y, conectados con otros, en sus roles, como pueden ser, hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, o, alumnos o alumnas. Y, en ese mismo sentido, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, trabajemos en la experiencia y el aprendizaje, personal, emocional y afectivo, de los niños y las niñas, orientado a desarrollar y progresar, en el amor y el amor propio, como energías y fuerzas, buenas y positivas, en las niñas y los niños, sobre todo en los momentos y los lugares de juego, en los cuales, se originan oportunidades y posibilidades, para el contacto y la interacción, natural, espontánea e innata, con el ambiente, l@scompañer@s y, los materiales de juego, pues lograr tomar decisiones y afrontar la vida, afrontando sentimientos de miedo, tristeza y molestia, y desarrollando sentimientos de valentía, felicidad y agrado, puede ser muy positivo y favorable, para su crecimiento, su evolución y, sus logros, personales, emocionales y, afectivos, en los grupos de juego.