¡Hola!…¡Buenas Tardes!…¿Qué tal?. En el artículo anterior, hablé sobre, ¿qué factores pueden enfermar a nuestros riñones?, partiendo de dos conceptos clave, como son, la Salud, comprendida y definida, como el estado de nuestro organismo caracterizado y evidenciado por el funcionamiento regular en lo físico, lo mental, lo emocional y lo social, y la Enfermedad, comprendida y definida, como el estado de nuestro organismo caracterizado y evidenciado por un trastorno o una alteración, leve o grave, en el funcionamiento regular en lo físico, lo mental, lo emocional y lo social. En ese sentido, cuando hablo sobre, ¿qué factores pueden enfermar a nuestros riñones?, puedo decir que, si bien es cierto que, por lo regular, el origen de la enfermedad de los riñones, se relaciona con factores de tipo físico o corporal, como son la hipertensión arterial y la diabetes mellitus, entre otros, estoy experimentando y aprendiendo que, en el caso de los riñones, como órganos encargados de mantener la sangre limpia y mantener el equilibrio químico del cuerpo, condiciones o situaciones emocionales, como el estrés emocional, que induce a una presión arterial elevada y a la alteración de los niveles de azúcar en la sangre, generando una sobre carga en los riñones, agravan los trastornos o las alteraciones, leves o graves, manifiestos en el funcionamiento regular de los riñones, con lo cual, ocurre que, factores personales y naturales de tipo emocional o afectivo, como los sentimientos de miedo, tristeza y molestia, pueden enfermar a nuestros riñones. Y, asimismo, cuando hablo sobre, ¿qué factores pueden enfermar a nuestros riñones?, comprendo y experimento que, los sentimientos de miedo, tristeza y molestia, como condiciones o situaciones emocionales, vinculadas y relacionadas, con el estrés emocional, que induce a una presión arterial elevada y a la alteración de los niveles de azúcar en la sangre, son factores personales y naturales de tipo emocional y afectivo, que pueden enfermar a nuestros riñones, por lo mismo que, el miedo, la tristeza y la molestia, como energías o fuerzas, adversas o contrarias, a la energía renal, pueden causar paralizaciones o bloqueos en los riñones que ocasionan deficiencias, leves o graves, en el trabajo regular de los riñones, como es mantener la sangre limpia y mantener el equilibrio químico del cuerpo, y que agravan eventuales trastornos o alteraciones, leves o graves, manifiestos en el funcionamiento regular de los riñones.
En el artículo actual, entonces, voy a hablar sobre, ¿cómo afectan los conflictos familiares a la salud de nuestros niños?, partiendo de dos conceptos clave, como son, la Salud, comprendida y definida, como el estado de nuestro organismo caracterizado y evidenciado por el funcionamiento regular en lo físico, lo mental, lo emocional y lo social, y la Enfermedad, comprendida y definida, como el estado de nuestro organismo caracterizado y evidenciado por un trastorno o una alteración, leve o grave, en el funcionamiento regular en lo físico, lo mental, lo emocional y lo social, pues si bien es cierto que, por lo regular, los adultos a cargo de los niños, como somos los padres y las madres, los abuelos y las abuelas, los tíos y las tías, y los maestros y las maestras, solemos pensar y sentir que, nuestros niños son invulnerables a los conflictos familiares y sus consecuentes efectos en el bienestar en lo físico, lo mental, lo emocional y lo social, y la salud, estoy experimentando y aprendiendo que, por el contrario a lo que solemos pensar y sentir, independientemente de su edad y su género, nuestros niños, como hijos e hijas, nietos y nietas, sobrinos y sobrinas, y alumnos y alumnas, son naturalmente vulnerables a los conflictos familiares y sus consecuentes efectos en el bienestar en lo físico, lo mental, lo emocional y lo social, y la salud.
De esta manera, cuando hablo sobre, ¿cómo afectan los conflictos familiares a la salud de nuestros niños?, partiendo de dos conceptos clave, como son, la Salud, comprendida y definida, como el estado de nuestro organismo caracterizado y evidenciado por el funcionamiento regular en lo físico, lo mental, lo emocional y lo social, y la Enfermedad, comprendida y definida, como el estado de nuestro organismo caracterizado y evidenciado por un trastorno o una alteración, leve o grave, en el funcionamiento regular en lo físico, lo mental, lo emocional y lo social, comprendo y explico que, los conflictos familiares, como eventos personales y naturales, que derivan de la convivencia personal, familiar y social, entre los miembros de una familia, se entrelazan naturalmente con sentimientos de miedo, tristeza y molestia, como condiciones y situaciones emocionales, vinculadas y relacionadas, con el estrés emocional, que induce a una presión arterial elevada y a la alteración de los niveles de azúcar en la sangre, y genera una sobre carga en los riñones, con lo cual, los conflictos familiares, y los consecuentes sentimientos de miedo, tristeza y molestia, como factores personales y naturales de tipo emocional y afectivo, afectan su salud, y pueden enfermar a nuestros niños.
En tal sentido, experimento y aprendo que, cuando hablo sobre, ¿cómo afectan los conflictos familiares a la salud de nuestros niños?, comprendiendo y explicando que, los conflictos familiares, como eventos personales y naturales, que derivan de la convivencia personal, familiar y social, entre los miembros de una familia, se entrelazan naturalmente con sentimientos de miedo, tristeza y molestia, como condiciones y situaciones emocionales, vinculadas y relacionadas, con el estrés emocional, que induce a una presión arterial elevada y a la alteración de los niveles de azúcar en la sangre, y genera una sobre carga en los riñones, con lo cual, los conflictos familiares, y los consecuentes sentimientos de miedo, tristeza y molestia, como factores personales y naturales de tipo emocional y afectivo, afectan su salud, y pueden enfermar a nuestros niños, ocurre que, por lo regular, los niños, como miembros de un grupo familiar en conflicto, suelen ser erróneamente involucrados y ubicados en medio de los conflictos familiares, esencialmente de adultos, por lo cual, los niños, suelen transitar por periodos de estrés emocional y consecuentes sentimientos de miedo, tristeza y molestia, causados por la dificultad que eventualmente sienten y evidencian para tomar decisiones y actuar armónicamente de acuerdo con aquello que, ellos y ellas, naturalmente quieren, y que como condiciones y situaciones, adversas o contrarias, a su bienestar en lo físico, lo mental, lo emocional y lo social, afectan su salud, y pueden enfermar a nuestros niños.
En tal sentido, también, experimento y aprendo que, cuando hablo sobre, ¿cómo afectan los conflictos familiares a la salud de nuestros niños?, comprendiendo y explicando que, los conflictos familiares, como eventos personales y naturales, que derivan de la convivencia personal, familiar y social, entre los miembros de una familia, se entrelazan naturalmente con sentimientos de miedo, tristeza y molestia, como condiciones y situaciones emocionales, vinculadas y relacionadas, con el estrés emocional, que induce a una presión arterial elevada y a la alteración de los niveles de azúcar en la sangre, y genera una sobre carga en los riñones, con lo cual, los conflictos familiares, y los consecuentes sentimientos de miedo, tristeza y molestia, como factores personales y naturales de tipo emocional y afectivo, afectan su salud, y pueden enfermar a nuestros niños, ocurre que, por lo regular, los niños, como miembros de un grupo familiar en conflicto, suelen ser erróneamente involucrados y ubicados en medio de los conflictos familiares, esencialmente de adultos, por lo cual, los niños, suelen transitar por periodos de estrés emocional y consecuentes sentimientos de miedo, tristeza y molestia, causados por la dificultad que eventualmente sienten y evidencian para afrontar la vida y actuar equilibradamente de acuerdo con aquello que, ellos y ellas, naturalmente necesitan, y que como condiciones y situaciones, adversas o contrarias, a su bienestar en lo físico, lo mental, lo emocional y lo social, afectan su salud, y pueden enfermar a nuestros niños.
Es así como, cuando hablamos de la comprensión y la regulación de las emociones, en las niñas y los niños, desde una toma de conciencia, sobre su realidad, personal, familiar y social, incluidos, los retos, los cambios y los logros, con el propósito de corregir, resolver, e, incluso, mejorar, un comportamiento y, una eventual actitud, como consecuencia de una adaptación a su realidad, personal, familiar y social, vivenciada y experimentada, con agrado, gusto y placer, en la cual, niños y niñas, vivencian y experimentan, una activación y una actualización, de sus sentimientos de valentía y felicidad, y amor por un@ mism@ y, por l@s demás, estamos hablando de formar, educar y acompañar a las niñas y los niños, en el aprendizaje y la comprensión sobre, la Salud, comprendida y definida, como el estado de su organismo caracterizado y evidenciado por el funcionamiento regular en lo físico, lo mental, lo emocional y lo social, y la Enfermedad, comprendida y definida, como el estado de su organismo caracterizado y evidenciado por un trastorno o una alteración, leve o grave, en el funcionamiento regular en lo físico, lo mental, lo emocional y lo social, con la finalidad que, los niños y las niñas, con el acompañamiento adulto, comprendan y expliquen que, en su presente y a lo largo de su vida, personal, familiar y social, si bien es cierto que, por lo regular, los adultos a cargo de ellos y ellas, como son los padres y las madres, los abuelos y las abuelas, los tíos y las tías, y los maestros y las maestras, suelen pensar y sentir que, ellos y ellas, son invulnerables a los conflictos familiares y sus consecuentes efectos en el bienestar en lo físico, lo mental, lo emocional y lo social, y la salud, por el contrario a lo que, los adultos a su cargo, suelen pensar y sentir, independientemente de su edad y su género, ellos y ellas, como hijos e hijas, nietos y nietas, sobrinos y sobrinas, y alumnos y alumnas, son naturalmente vulnerables a los conflictos familiares y sus consecuentes efectos en el bienestar en lo físico, lo mental, lo emocional y lo social, y la salud, y aprendan que, los conflictos familiares, como eventos personales y naturales, que derivan de la convivencia personal, familiar y social, entre los miembros de una familia, se entrelazan naturalmente con sentimientos de miedo, tristeza y molestia, como condiciones y situaciones emocionales, vinculadas y relacionadas, con el estrés emocional, que induce a una presión arterial elevada y a la alteración de los niveles de azúcar en la sangre, y genera una sobre carga en los riñones, con lo cual, los conflictos familiares, y los consecuentes sentimientos de miedo, tristeza y molestia, como factores personales y naturales de tipo emocional y afectivo, afectan su salud, y pueden enfermar a ellos y ellas.
Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos, el significado y el sentido que tiene, la salud de los niños, en el proceso de modelar, formar y educar, el mundo interior de los niños y las niñas, que, natural y habitualmente, manifiestan y expresan, diferentes y diversos, tiempos y momentos, de sensaciones, emociones y sentimientos, conectados entre sí y, conectados con otros, en sus roles, como pueden ser, hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, o, alumnos o alumnas. Y, en ese mismo sentido, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, trabajemos en la experiencia y el aprendizaje, personal, emocional y afectivo, de los niños y las niñas, orientado a desarrollar y progresar, en tomar decisiones y actuar armónicamente de acuerdo con aquello que ellos y ellas, naturalmente, quieren, y afrontar la vida y actuar equilibradamente de acuerdo con aquello que ellos y ellas, naturalmente, necesitan, en las niñas y los niños, sobre todo en los momentos y los lugares de juego, en los cuales, se originan oportunidades y posibilidades, para el contacto y la interacción, natural, espontánea e innata, con el ambiente, l@scompañer@s y, los materiales de juego, pues lograr mantener la armonía y el equilibrio, incluso, en condiciones adversas o contrarias a su bienestar en lo físico, lo mental, lo emocional y lo social, y a su salud, puede ser muy positivo y favorable, para su crecimiento, su evolución y, sus logros, personales, emocionales y, afectivos, en los grupos de juego.