Educación Emocional, …¿cómo reconocer la felicidad?…

¡Hola!…¡Buenas Tardes!…¿Qué tal?. En el blog anterior, hablé sobre, ¿dónde habita la felicidad?, explicando la relación entre, la felicidad, como una emoción o un estado emocional, que manifiesta y expresa, nuestra sensación y nuestro sentimiento de bienestar, personal, emocional y afectivo, vinculado y relacionado, con el logro de nuestros sueñosdeseos y propósitos, el hábitat, como el espacio espiritual y emocional, que contiene las condiciones personales y naturales, necesarias para el logro de nuestros sueñosdeseos y propósitos. En ese sentido, cuando hablo sobre, ¿dónde habita la felicidad?, experimento y aprendo que, el hábitat o el espacio espiritual y emocional, que naturalmente contiene las condiciones personales y naturales, en «lo interno, lo propio y lo esencial», como condiciones personales, emocionales y afectivas, buenas y positivas, necesarias para el logro de la felicidad, vinculada y relacionada, con el logro de nuestros sueñosdeseos y propósitos, en los entornos personal, familiar y social, es naturalmente nuestro mundo interiorY, asimismo, comprendo y explico que, la felicidad, como sensación, emoción y sentimiento de bienestar, personal, emocional y afectivo, se siente y se evidencia, por uno mismo y de manera especial y valiosa, cuando en nuestros contactos e interacciones, personales, emocionales y afectivos, cada uno de nosotros, naturalmente, logramos estabilizar y compartir, nuestras características y cualidades, ordenadas y organizadas, en el «yo soy» y en el «yo puedo», naturalmente, desarrollados y construidos, a niveles personal, emocional y afectivo, según nuestras condiciones, personales y naturales, en «lo interno, lo propio y lo esencial», como nuestras condiciones personales, emocionales y afectivas, buenas y positivas, propias y particulares, de nuestro mundo interior, comprendido como hábitat o espacio espiritual y emocional interno.

En el blog actual, entonces, voy a hablar sobre, ¿cómo reconocer la felicidad?, explicando la relación entre, la felicidad, como una emoción o un estado emocional, que manifiesta y expresa, nuestra sensación y nuestro sentimiento de bienestar, personal, emocional y afectivo, vinculado y relacionado, con el logro de nuestros sueñosdeseos y propósitos, en los entornos personal, familiar y social, el hábitat, como el espacio espiritual y emocional, que contiene las condiciones personales y naturales, necesarias para el logro de nuestros sueñosdeseos y propósitos, en los entornos personal, familiar y social, pues si bien es cierto que, por experiencia y aprendizaje socio – culturales, se tiende y se suele, vincular y relacionar, la felicidad, como sensación, emoción y sentimiento de bienestar, personal, emocional y afectivo, con vivencias y experiencias propias y particulares de nuestro mundo exterior, experimento y aprendo que, la felicidad, que sentimos, manifestamos y expresamos, de manera especial y valiosa, en nuestros contactos e interacciones, personales, emocionales y afectivos, se puede reconocer en nuestros «yo soy» y «yo puedo», sanos y saludables, que como construcciones personales y naturales, evidencian el conocimiento y la estabilidad que logramos, acerca de nuestras características y cualidades, personales, emocionales y afectivas, según los cuales, actuamos, pensamos y sentimos con bienestar.

De esta manera, entonces, cuando hablo sobre, ¿cómo reconocer la felicidad?, explicando la relación entre, la felicidad, como una emoción o un estado emocional, que manifiesta y expresa, nuestra sensación y nuestro sentimiento de bienestar, personal, emocional y afectivo, vinculado y relacionado, con el logro de nuestros sueñosdeseos y propósitos, en los entornos personal, familiar y social, el hábitat, como el espacio espiritual y emocional, que contiene las condiciones personales y naturales, necesarias para el logro de nuestros sueñosdeseos y propósitos, en los entornos personal, familiar y social, comprendo y explico que, para que podamos sentir, manifestar y expresar nuestra felicidad, de manera especial y valiosa, y para que nuestra felicidad se pueda reconocer, en nuestros contactos e interacciones, personales, emocionales y afectivos, cada uno de nosotros, necesitamos trabajar, desde «lo interno, lo propio y lo esencial», en nuestros ser y poder, internos e individuales, de modo que, podamos lograr un descubrimiento personal y un equilibrio emocional, buenos y positivos, sentidos y evidenciados, en el conocimiento y la estabilidad que logramos, acerca de nuestras características y cualidades, personales, emocionales y afectivas, según las cuales, actuamos, pensamos y sentimos con bienestar y, manifiestos y expresos, con y sin palabras, en nuestros «yo soy» y «yo puedo», sanos y saludables.

En tal sentido, experimento y aprendo que, cuando hablo sobre, ¿cómo reconocer la felicidad?, comprendiendo y explicando que, para que podamos sentir, manifestar y expresar nuestra felicidad, de manera especial y valiosa, y para que nuestra felicidad se pueda reconocer, en nuestros contactos e interacciones, personales, emocionales y afectivos, cada uno de nosotros, necesitamos trabajar, desde «lo interno, lo propio y lo esencial», en nuestros ser y poder, internos e individuales, de modo que, podamos lograr un descubrimiento personal y un equilibrio emocional, buenos y positivos, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos que, nuestra felicidad, está presente y se reconoce, en cada acto, pensamiento y sentimiento, en los cuales, demostramos que conocemos quiénes somos, y actuamos, pensamos y sentimos con bienestar, siendo capaces de reconocer, expresar y comunicar, nuestras características y cualidades, con nuestros «yo soy», verbales y no verbales, que exteriorizan y transmiten, el contenido sano y saludable, de nuestro mundo interior, compuesto por emociones, sentimientos, reflexiones, pensamientos, ideas, opiniones, objetivos y planes.

En tal sentido, también, experimento y aprendo que, cuando hablo sobre, ¿cómo reconocer la felicidad?, comprendiendo y explicando que, para que podamos sentir, manifestar y expresar nuestra felicidad, de manera especial y valiosa, y para que nuestra felicidad se pueda reconocer, en nuestros contactos e interacciones, personales, emocionales y afectivos, cada uno de nosotros, necesitamos trabajar, desde «lo interno, lo propio y lo esencial», en nuestros ser y poder, internos e individuales, de modo que, podamos lograr un descubrimiento personal y un equilibrio emocional, buenos y positivos, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos que, nuestra felicidad, está presente y se reconoce, en cada acto, pensamiento y sentimiento, en los cuales, demostramos que conocemos qué podemos, y actuamos, pensamos y sentimos con bienestar, siendo capaces de reconocer, expresar y comunicar, nuestras características y cualidades, con nuestros «yo puedo», verbales y no verbales, que exteriorizan y transmiten, el contenido sano y saludable, de nuestro mundo interior, compuesto por emociones, sentimientos, reflexiones, pensamientos, ideas, opiniones, objetivos y planes.

Es así como, cuando hablamos de la comprensión y la regulación de las emociones, en las niñas y los niños, desde una toma de conciencia, sobre su realidad, personal, familiar y social, incluidos, los retos, los cambios y los logros, con el propósito de corregir, resolver, e, incluso, mejorar, un comportamiento y, una eventual actitud, como consecuencia de una adaptación a su realidad, personal, familiar y social, vivenciada y experimentada, con agrado, gusto y placer, en la cual, niños y niñas, vivencian y experimentan, una activación y una actualización, de sus sentimientos de valentía y felicidad, y amor por un@ mism@ y, por l@s demás, estamos hablando de formar, educar y acompañar a las niñas y los niños, en el aprendizaje y la comprensión sobre, la felicidad, como una emoción o un estado emocional, que manifiesta y expresa, su sensación y su sentimiento de bienestar, personales, emocionales y afectivos, vinculados y relacionados, con el logro de sus sueñosdeseos y propósitos, en los entornos personal, familiar y social, con la finalidad que, los niños y las niñas, comprendan y expliquen que, para que puedan sentir, manifestar y expresar su felicidad, de manera especial y valiosa, y para que su felicidad se pueda reconocer, en sus contactos e interacciones, personales, emocionales y afectivos, cada uno de ellos y ellas, necesitan trabajar, desde «lo interno, lo propio y lo esencial», en sus ser y poder, internos e individuales, de modo que, puedan lograr un descubrimiento personal y un equilibrio emocional, buenos y positivos, reconociendo e identificando que, su felicidad, está presente y se reconoce, en cada acto, pensamiento y sentimiento, en los cuales, demuestran que conocen quiénes son y qué pueden, y actúan, piensan y sienten con bienestar, siendo capaces de reconocer, expresar y comunicar, sus características y cualidades, con sus «yo soy» y «yo puedo», verbales y no verbales, que exteriorizan y transmiten, el contenido sano y saludable, de su mundo interior, compuesto por emociones, sentimientos, reflexiones, pensamientos, ideas, opiniones, objetivos y planes.

Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos, el significado y el sentido que tiene, la felicidad, en el proceso de modelar, formar y educar, el mundo interior de los niños y las niñas, que, natural y habitualmente, manifiestan y expresan, diferentes y diversos, tiempos y momentos, de sensaciones, emociones y sentimientos, conectados entre sí y, conectados con otros, en sus roles, como pueden ser, hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, o, alumnos o alumnas. Y, en ese mismo sentido, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, trabajemos en la experiencia y el aprendizaje, personal, emocional y afectivo, de los niños y las niñas, orientado a desarrollar y progresar, en el descubrimiento personal y el equilibrio emocionalen las niñas y los niños, sobre todo en los momentos y los lugares de juego, en los cuales, se originan oportunidades y posibilidades, para el contacto y la interacción, natural, espontánea e innata, con el ambiente, l@s compañer@s y, los materiales de juego, pues lograr sentir, manifestar y expresar felicidad, puede ser muy positivo y favorable, para su crecimiento, su evolución y, sus logros, personales, emocionales y, afectivos, en los grupos de juego.