Educación Emocional, …¿cómo comprender la intimidad emocional?…

¡Hola!…¡Buenos Días!…¿Qué tal?. En los blogs anteriores, hablé sobre, el miedo a «el fracaso» y la salud, y hablé sobre, el ejercicio de «el amor» y la salud, comprendiendo y explicando, la salud, como un estado de equilibrio, personal y natural, a niveles emocional y físico, vinculado y relacionado, con el desarrollo de una autoestima óptima y la construcción de una autoimagen realista. En ese sentido, cuando hablo sobre, el miedo a «el fracaso» y la salud, comprendo y explico, el miedo, como una sensación, una emoción y un sentimiento, personal y natural, vinculado y relacionado, con el fracaso, concebido y definido, como la sensación y el sentimiento de pérdida, producidos por falta de logro de los objetivos y las soluciones, personales, familiares y sociales, y, experimento y aprendo que, la salud emocional y física, como revelación de la actitud positiva hacia nosotros, y la opinión positiva sobre nosotros, se vinculan y se relacionan, con el hecho que, como personas individuales que somos, cada uno de nosotros, tenemos y mantenemos, la originalidad y la autonomía, como resultado de nuestras historias personales, emocionales y afectivas. Y, asimismo, cuando hablo sobre, el ejercicio de «el amor» y la salud, comprendo y explico, «el amor» que recibimos, como creaciones, y «el amor» que damos, como creadores, como la respuesta, personal y natural, ante nuestras condiciones internas, propias y esenciales de originalidad y de autonomía, y, experimento y aprendo que, para desarrollar una autoestima óptima, y para construir una autoimagen realista, como revelación de un estado de salud emocional y física, bueno y positivo, es necesario e importante, el ejercicio de «el amor», concebido y definido, como una vivencia y una experiencia de preparación, personal y natural, en «lo interno, lo propio y lo esencial».

En el blog actual, entonces, voy a hablar sobre, ¿cómo comprender la intimidad emocional?, explicando la relación entre, la originalidad y la autonomía, como capacidades y habilidades personales y naturales, que juntas se concretan y se hacen realidad en pensar, decir, hacer, hacer elecciones, tomar decisiones y asumir las consecuencias de las elecciones hechas y las decisiones tomadas, por uno mismo y de manera especial y valiosa, siempre reconociendo, expresando y comunicando «lo interno, lo propio y lo esencial», como un aporte de singularidad y estilo personal, motivado e inspirado, en nosotros, y la intimidad emocional, como la capacidad y la habilidad que tenemos de mostrarnos de forma personal y propia con nosotros mismos en una relación de a dos, de modo que, podamos actuar, pensar y sentir, sin miedo a la actitud y la opinión de la persona, con quien nos vinculamos y nos relacionamos, pues si bien es cierto que, por experiencia y aprendizaje socio – culturales, el desarrollo y la construcción de la comunicación y el intercambio interpersonal de a dos, se tiende y se suele, vincular y relacionar, con la intimidad física, a niveles personal, emocional y afectivo, experimento y aprendo que, el desarrollo y la construcción de la comunicación y el intercambio interpersonal de a dos, se vincula y se relaciona, con la intimidad emocional, como una vivencia y una experiencia que involucra respuestas de ida y vuelta.

De esta manera, cuando hablo sobre, ¿cómo comprender la intimidad emocional?, explicando la relación entre, la originalidad y la autonomía, como capacidades y habilidades personales y naturales, que juntas se concretan y se hacen realidad en pensar, decir, hacer, hacer elecciones, tomar decisiones y asumir las consecuencias de las elecciones hechas y las decisiones tomadas, por uno mismo y de manera especial y valiosa, siempre reconociendo, expresando y comunicando «lo interno, lo propio y lo esencial», como un aporte de singularidad y estilo personal, motivado e inspirado, en nosotros, y la intimidad emocional, como la capacidad y la habilidad que tenemos de mostrarnos de forma personal y propia con nosotros mismos en una relación de a dos, de modo que, podemos actuar, pensar y sentir, sin miedo a la actitud y la opinión de la persona, con quien nos vinculamos y nos relacionamos, comprendo y explico que, para que la intimidad emocional, se motive y se inspire, de manera personal y natural, es necesario e importante que, vivamos en el ejercicio de «el amor», como una vivencia y una experiencia de preparación, personal y natural, en «lo interno, lo propio y lo esencial».

En tal sentido, personalmente, experimento y aprendo que, cuando se habla sobre, ¿cómo comprender la intimidad emocional?, comprendiendo y explicando que, la intimidad emocional, se motiva y se inspira, de manera personal y natural, cuando vivimos en el ejercicio de «el amor», como una vivencia y una experiencia de preparación, personal y natural, en «lo interno, lo propio y lo esencial», es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos que, para que la intimidad emocional, se motive y se inspire, como la capacidad y la habilidad de mostrarnos de forma personal y propia con nosotros mismos en una relación de a dos, de modo que, podamos actuar, pensar y sentir, sin miedo a la actitud y la opinión de la persona, con quien nos vinculamos y nos relacionamos, cada uno de nosotros, que nos vinculamos y nos relacionamos de a dos, tenemos que participar e intervenir, con respuestas de ida y vuelta, formadas y educadas, viviendo en el ejercicio de «el amor», que se concreta y se hace realidad, en acciones personales y naturales, como el observar con atención, el escuchar con confianza, el conocer con compromiso y el seguir con convicción.

En tal sentido, personalmente, también, experimento y aprendo que, cuando se habla sobre, ¿cómo comprender la intimidad emocional?, comprendiendo y explicando que, la intimidad emocional, se motiva y se inspira, de manera personal y natural, cuando vivimos en el ejercicio de «el amor», como una vivencia y una experiencia de preparación, personal y natural, en «lo interno, lo propio y lo esencial», es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos que, para que la intimidad emocional, se motive y se inspire, como la capacidad y la habilidad de mostrarnos de forma personal y propia con nosotros mismos en una relación de a dos, de modo que, podamos actuar, pensar y sentir, sin miedo a la actitud y la opinión de la persona, con quien nos vinculamos y nos relacionamos, cada uno de nosotros, como parte de una relación de a dos, tenemos que participar e intervenir,  vivenciando, experimentando y validando «el amor», como energía buena y positiva, que se siente y se evidencia, en logros personales y naturales, como la compatibilidad, la complicidad, la estabilidad y la credibilidad, demostradas en el contacto y la interacción de a dos. 

Es así como, cuando hablamos de la comprensión y la regulación de las emociones, en las niñas y los niños, desde una toma de conciencia, sobre su realidad, personal, familiar y social, incluidos, los retos, los cambios y los logros, con el propósito de corregir, resolver, e, incluso, mejorar, un comportamiento y, una eventual actitud, como consecuencia de una adaptación a su realidad, personal, familiar y social, vivenciada y experimentada, con agrado, gusto y placer, en la cual, niños y niñas, vivencian y experimentan, una activación y una actualización, de sus sentimientos de valentía y felicidad, y amor por un@ mism@ y, por l@s demás, estamos hablando de formar, educar y acompañar a las niñas y los niños, en el aprendizaje y la comprensión sobre, la intimidad emocional, como la capacidad y la habilidad de mostrarse de forma personal y propia con ellos y ellas mismos en una relación de a dos, de modo que, puedan actuar, pensar y sentir, sin miedo a la actitud y la opinión de la persona, con quien se vinculan y se relacionan, con la finalidad que, los niños y las niñas, reconozcan e identifiquen que, para que se motive y se inspire, la intimidad emocional, cada uno de ellos y ellas, que se vinculan y se relacionan de a dos, tienen que participar e intervenir, con respuestas de ida y vuelta, formadas y educadas, viviendo en el ejercicio de «el amor», que se concreta y se hace realidad, en acciones personales y naturales, como el observar con atención, el escuchar con confianza, el conocer con compromiso y el seguir con convicción, y, cada uno de ellos y ellas, como parte de una relación de a dos, tienen que participar e intervenir, vivenciando, experimentando y validando «el amor», como energía buena y positiva, que se siente y se evidencia, en logros personales y naturales, como la compatibilidad, la complicidad, la estabilidad y la credibilidad, demostradas en el contacto y la interacción de a dos.

Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos, el significado y el sentido que tiene, la intimidad emocional, en el proceso de modelar, formar y educar, el mundo interior de los niños y las niñas, que, natural y habitualmente, manifiestan y expresan, diferentes y diversos, tiempos y momentos, de sensaciones, emociones y sentimientos, conectados entre sí y, conectados con otros, en sus roles, como pueden ser, hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, o, alumnos o alumnas. Y, en ese mismo sentido, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, trabajemos en la experiencia y el aprendizaje, personal, emocional y afectivo, de los niños y las niñas, orientado a desarrollar y progresar, en el vivir en el ejercicio de «el amor», en las niñas y los niños, sobre todo en los momentos y los lugares de juego, en los cuales, se originan oportunidades y posibilidades, para el contacto y la interacción, natural, espontánea e innata, con el ambiente, l@s compañer@s y, los materiales de juego, pues lograr motivar e inspirar la intimidad emocional, puede ser muy positivo y favorable, para su crecimiento, su evolución y, sus logros, personales, emocionales y, afectivos, en los grupos de juego.