¡Hola!…¡Buenos Días!…¿Qué tal?. En los blogs anteriores, hablamos sobre, el uso de las palabras y el diálogo, el uso de los silencios y la meditación, y, el uso del diálogo interno positivo, como combinación de conversación y pensamiento, para la regulación emocional o la regulación de emociones, manifiesta y expresa, en el manejo y el uso de nuestras emociones, en relación con nuestros eventuales objetivos. En ese sentido, en el blog actual, entonces, vamos a hablar y vamos a explicar como, el uso equilibrado de todas las opciones y las alternativas de, comunicación asertiva, intercambio interpersonal e intercambio intrapersonal, como pueden ser, las palabras, el diálogo, los silencios, la meditación y, el diálogo interno, cada una con su propia y su particular, energía y fuerza, positivas y favorables, es necesario e importante, cuando nuestro objetivo, primario y básico, es el manejo y el uso de nuestras emociones, en la búsqueda de alcanzar nuestros eventuales objetivos, individuales y grupales, en beneficio y por el bienestar, tanto de nosotr@s mism@s, como de otras personas, en contacto e interacción, con nosotr@s mism@s, en los diferentes contextos personales, familiares y sociales, en general.
De esta manera, cuando hablamos de, equilibrio entre diálogo y meditación, estamos hablando que, una regulación emocional o una regulación de emociones, esencialmente, positiva y favorable, requiere de, un uso combinado y equilibrado de ambos recursos y medios de comunicación asertiva, por lo mismo que, ambas opciones y alternativas que, incluyen el uso combinado y equilibrado de palabras, silencios, conversaciones y pensamientos, facilitan, favorecen y promueven, el logro de beneficios personales, emocionales y afectivos, así como también, facilitan, favorecen y promueven, la práctica y el ejercicio de valores y principios de comunicación, intercambio interpersonal e intercambio intrapersonal.
Es así que, cuando hablamos de beneficios personales, emocionales y afectivos, que resultan de, uso combinado y equilibrado de, el diálogo y la meditación, que incluyen, palabras, silencios, conversaciones y pensamientos, positivos y favorables, estamos hablando de logros personales, emocionales y afectivos, necesarios e importantes, como pueden ser, gestión de emociones en uno mismo y en otros, conocimiento y comprensión de uno mismo y otros, reconocimiento, identificación e integración de puntos de vista de uno mismo y otros, elaboración de normas en grupo, desarrollo de proyectos en equipo, cuidado de salud emocional y salud física, aumento de felicidad, conciencia personal. atención, concentración, memoria, productividad, desarrollo de autoconocimiento, inteligencia emocional y empatía, alivio de estrés, ansiedad, depresión y dolor, y, reducción de tensión del corazón y presión sanguínea.
Asimismo, cuando hablamos de práctica y ejercicio de valores y principios de comunicación, intercambio interpersonal e intercambio intrapersonal, que resultan de, uso combinado y equilibrado de, el diálogo y la meditación, que incluyen, palabras, silencios, conversaciones y pensamientos, positivos y favorables, estamos hablando de valores y principios, practicados y ejercitados, en acciones y reacciones, personales, emocionales y afectivas, como pueden ser, escuchar con atención e interés, pensar antes de hablar, cuidar el tono de voz cuando hablamos, generar confianza, organizar rutinas de diálogo en grupo y equipo, reservar un espacio y un tiempo personal, respirar en forma relajada, profunda y uniforme, concentrarse, conservar una postura placentera, y, adoptar una actitud abierta, que facilitan, favorecen y promueven, un reconocimiento y una identificación, sana y saludable, de sensaciones, emociones y sentimientos, en uno mismo y otros.
Así pues, cuando hablamos de, un equilibrio entre diálogo y meditación, para la gestión de emociones en uno mismo y los otros, al igual que, cuando hablamos de usar palabras, silencios, conversaciones y pensamientos, para manejar y usar nuestras emociones, en relación con nuestros objetivos, es necesario e importante que, hablemos de la energía y la fuerza positivas o favorables, con las cuales, idealmente, debemos lograr contener nuestros diálogos y nuestras meditaciones, de modo que, naturalmente, podamos lograr y mantener, en el tiempo y el espacio, relaciones interpersonales, positivas o favorables, y, calidad de vida social, sana y saludable, en beneficio de nosotros y los otros, al interior del grupo y el equipo.
Es así como, cuando hablamos de la comprensión y la regulación de las emociones, en las niñas y los niños, desde el uso combinado y equilibrado del diálogo y la meditación, incluido el uso, combinado y equilibrado de las palabras, los silencios, las conversaciones y los pensamientos, con energía y fuerza positivas o favorables, estamos hablando de formar, educar y acompañar a las niñas y los niños, en el desarrollo y el progreso en los valores y los principios de: escuchar con atención e interés, pensar antes de hablar, cuidar el tono de voz cuando hablamos, generar confianza, organizar rutinas de diálogo en grupo y equipo, reservar un espacio y un tiempo personal, respirar en forma relajada, profunda y uniforme, concentrarse, conservar una postura placentera, y, adoptar una actitud abierta, por ejemplo, de modo que, las niñas y los niños, naturalmente, puedan lograr una vida social sana y saludable.
Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos, la necesidad y la importancia que tienen, el diálogo y la meditación, en el proceso de modelar, formar y educar, el mundo interior de los niños y las niñas, que, natural y habitualmente, manifiestan y expresan, diferentes y diversos, tiempos y momentos, de sensaciones, emociones y sentimientos, conectados entre sí y, conectados con otros, en sus roles, como pueden ser, hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, o, alumnos o alumnas. Y, en ese mismo sentido, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, trabajemos en la experiencia y el aprendizaje, personal, emocional y afectivo, de los niños y las niñas, orientado a desarrollar y progresar, en el diálogo y la meditación en las niñas y los niños, sobre todo en los momentos y los lugares de juego, en los cuales, se originan oportunidades y posibilidades, para el contacto y la interacción, natural, espontánea e innata, con el ambiente, l@s compañer@s y, los materiales de juego, por lo mismo que, diálogo y meditación, son muy necesarios e importantes, para su crecimiento, su evolución y, sus logros, personales, emocionales y, afectivos, en el trabajo en equipo y grupo de juego.
