¡Hola!…¡Buenas Tardes!…¿Qué tal?. En los blogs anteriores, hablamos sobre, el uso de las palabras y el uso de los silencios, como recursos y medios de comunicación asertiva, que facilitan, favorecen y promueven, la gestión emocional o la gestión de emociones, de modo tal que, nos sea oportuno y nos sea posible, manejar y usar, nuestras emociones, en relación con nuestros objetivos. En ese sentido, cuando hablamos de, el uso de las palabras, hablamos de la práctica y el ejercicio del diálogo, mientras que, cuando hablamos de, el uso de los silencios, hablamos de la práctica y el ejercicio de la meditación, explicando que, palabras y diálogo, así como, silencios y meditación, necesitan y es importante que, contengan y sostengan, energía y fuerza, positivas y favorables. En el blog actual, entonces, vamos a hablar sobre, el diálogo interno y las emociones, comprendiendo y explicando, el diálogo interno, como el diálogo que, tenemos y mantenemos, con nosotr@s mism@s, en forma de conversación o en forma de pensamiento, el cual, activa y actualiza, en nosotr@s, sensaciones, emociones y sentimientos, que pueden ser, positivos o negativos, e, influyen, en nuestras actitudes y, nuestros comportamientos.
Hablando de, el diálogo interno, como recurso o medio de comunicación asertiva, para manejar y usar nuestras emociones, en relación con nuestros eventuales objetivos, podemos explicar que, los seres humanos, en general, y, las niños y las niñas, en particular, por nuestras propias experiencias emocionales, y, por propia naturaleza, solemos vivenciar y experimentar, de manera, no consciente y consciente, el diálogo interno, como una natural, espontánea e innata combinación de, conversación o diálogo personal, con nosotros mismos, y, pensamiento o meditación personal, sobre nosotros mismos, por medio del cual, intercambiamos o examinamos, nuestras ideas y nuestros afectos, desde fuera hacia dentro.
Hablando de, el diálogo interno, como conversación o pensamiento, por medio del cual, intercambiamos o examinamos ideas y afectos, haciendo uso de las palabras, el diálogo y la conversación, así como haciendo uso de los silencios, la meditación y el pensamiento, cabe señalar que, el diálogo interno positivo, facilita, favorece y promueve, la disminución del estrés, la ansiedad y la depresión, el aumento del amor propio y la autoestima, el aumento de la motivación y la inspiración, por uno mismo y por las propias acciones, ideas y afectos, y, el aumento del autocontrol y la autorregulación personales, emocionales y afectivos, entre otros, con lo cual, logramos mejoras en nuestras relaciones interpersonales y en nuestra calidad de vida social, por lo mismo que, mediante el diálogo interno positivo, solemos gestionar eventuales dificultades, complicaciones o conflictos, a nivel de grupo y equipo.
Así pues, cuando hablamos de, diálogo interno positivo, para el cuidado de la salud emocional y la salud física, al igual que, cuando hablamos de hacer uso del diálogo y la meditación, para manejar y usar nuestras emociones, en relación con nuestros objetivos, es necesario e importante que, hablemos de la energía y la fuerza positivas o favorables, con las cuales, idealmente, debemos lograr contener nuestras conversaciones y nuestros pensamientos, de modo que, naturalmente, podamos lograr y mantener, en el tiempo y el espacio, relaciones interpersonales, positivas o favorables, y, calidad de vida social, sana y saludable, en beneficio de nosotros y los otros, al interior del grupo y el equipo.
Es así como, cuando hablamos de lograr contener nuestro diálogo interno, con energía y fuerza positivas o favorables, estamos hablando de conversaciones y pensamientos, desde fuera hacia dentro, en los cuales, se ponen en práctica y se ejercitan, los valores y los principios, primarios y básicos, para la comunicación y el intercambio intrapersonal, sano y saludable, desde el manejo y el uso de nuestras emociones, en relación con nuestros objetivos, como pueden ser: el aprender a eliminar a todas las personas que son negativas o desfavorables, el aprender a ser agradecido siempre, el aprender a eliminar las comparaciones con otras personas, y, el aprender a creer en nosotr@s mism@s siempre.
De esta manera, cuando hablamos de la comprensión y la regulación de las emociones, en las niñas y los niños, desde la práctica y el ejercicio del diálogo interno positivo, como una combinación de conversaciones y pensamientos, desde fuera hacia fuera, con energía y fuerza positivas o favorables, estamos hablando de formar, educar y acompañar a las niñas y los niños, en el desarrollo y el progreso en los valores y los principios de: eliminar a todas las personas negativas o desfavorables, ser agradecido siempre, eliminar las comparaciones con otras personas, y, creer en nosotr@s mism@s siempre, por ejemplo, de modo que, las niñas y los niños, naturalmente, puedan lograr una vida social sana y saludable.
Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos, la necesidad y la importancia que tiene, el diálogo interno positivo, en el proceso de modelar, formar y educar, el mundo interior de los niños y las niñas, que, natural y habitualmente, manifiestan y expresan, diferentes y diversos, tiempos y momentos, de sensaciones, emociones y sentimientos, conectados entre sí y, conectados con otros, en sus roles, como pueden ser, hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, o, alumnos o alumnas. Y, en ese mismo sentido, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, trabajemos en la experiencia y el aprendizaje, personal, emocional y afectivo, de los niños y las niñas, orientado a desarrollar y progresar, en la práctica y el ejercicio del diálogo interno positivo, en las niñas y los niños, sobre todo en los momentos y los lugares de juego, en los cuales, se originan oportunidades y posibilidades, para el contacto y la interacción, natural, espontánea e innata, con el ambiente, l@s compañer@s y, los materiales de juego, por lo mismo que, el diálogo interno positivo, es muy necesario e importante, para su crecimiento, su evolución y, sus logros, personales, emocionales y, afectivos, en el trabajo en equipo y grupo de juego.