¡Hola!…¿Cómo están?…¿Qué tal?. En los blogs anteriores, hemos hablado sobre la amistad, y, hablando sobre la amistad, hemos hablado sobre los valores, las creencias, el sentido de pertenencia y, el sentido de identidad. Hablando, entonces, sobre amistad y, sobre valores, creencias, sentido de pertenencia y sentido de identidad, naturalmente, siento y pienso, en la vivencia y la experiencia de la amistad, verdadera y duradera, y, en este, nuevo blog, me pregunto…¿es posible sentir que necesitamos salir de…un grupo de amig@s?…Es así como, ante mi pregunta, lo primero es, que la amistad, por esencia, idealmente, debiera ser, una construcción y una creación, personal, emocional y afectiva, en la cual, nuestra identidad personal, permanece como un componente constante de nuestro ser, siendo consolidada y validada, por nosotr@s mism@s, y, por tod@s y, cada un@ de l@s integrantes de nuestro grupo de amig@s. Y, lo segundo es, que la amistad, se construye y se crea, en un momento y en un lugar, de nuestra vida, con lo cual, las personas, integrantes de nuestro grupo de amig@s, idealmente, debieran crecer, evolucionar y lograr, en un sentido y, a un ritmo semejantes, a nuestros, sentido y ritmo.
Hablando de la amistad, como una construcción y una creación, personal, emocional y afectiva, en la cual, lo necesario y lo importante es, que nuestra identidad personal, se consolide y se valide, como un componente de nosotr@s mism@s, podemos explicar que, un primer indicativo, muy significativo, sobre la posibilidad que, eventualmente, estemos perdiendo el interés en un grupo de amig@s, es cuando, nosotr@s, vivenciamos y experimentamos que, nuestra necesidad de estar acompañad@s y, tener el acompañamiento de otr@s, es mayor que, nuestro interés, por el acompañamiento de una, dos o más personas, con las cuales, estamos conformando, un grupo de amig@s, en un momento y un lugar, de nuestras vidas.
En ese sentido, tomando en consideración que, nuestra vida, idealmente, se estructura como un proceso, de crecimiento, evolución y logros, en correspondencia con, nuestros valores y creencias, que condicionan, nuestro sentido de pertenencia y, nuestro sentido de identidad social, respecto de nuestros grupos sociales, podemos explicar que, un segundo indicativo, muy significativo, sobre la posibilidad que, eventualmente, estemos perdiendo el interés en un grupo de amig@s, es cuando, sentimos que, en un momento y un lugar presentes, las semejanzas que, inicialmente, nos vinculaban y nos relacionaban, porque proyectaban, necesidades e intereses, en común y actuales, se pierden y, por lo mismo, se pierde, la conexión.
Es así como, ante ambos posibles indicativos, y, encontrándonos ante eventuales, posibilidades de pérdida de interés en un grupo de amig@s, es necesario e importante, que antes que sentirnos mal con nosotr@s mism@s y/o sentirnos mal, con las personas, con quienes integramos, un grupo de amig@s, debemos sentirnos bien y, sentir bienestar, por el hecho de consolidar y validar, nuestra identidad personal, en todo momento y lugar, y, por estar atent@s, a nuestras necesidades y, nuestros intereses, siempre aceptando y respetando, el crecimiento, la evolución y los logros, propios y de otr@s, que resultan de un proceso natural, espontáneo e innato, por el cual, tod@s transitamos, en cada etapa de nuestras vidas.
El hecho es que, cuando hablamos de consolidar y validar, nuestra identidad personal, y, hablamos de estar atent@s. a nuestras necesidades y, nuestros intereses, como parte de la aceptación y el respeto, a nuestro crecimiento, evolución y logros, personales, emocionales y afectivos, estamos hablando que, si bien, los seres humanos, somos seres de grupo, por propia naturaleza, y, tenemos una disposición natural, espontánea e innata, a formar parte y conformar, diferentes, e, incluso, muchos grupos sociales, entre los cuales, ubicamos, los grupos de amig@s, es necesario e importante, reconocer e identificar que, la vivencia y la experiencia de, formar parte y, conformar, un grupo de personas, o, un grupo de amig@s, debe ser, en sí misma, una vivencia y una experiencia, sana y saludable, para nosotr@s mism@s y, para el grupo, con la cual, vivenciemos y experimentemos, el bienestar personal, emocional y afectivo, de contactar e interactuar, en un grupo.
Así pues, sobre la pregunta inicial… ¿cuándo perdemos interés en un grupo?… la representación o la simbolización, de un lápiz de color, con cobertura con diseño, sobre un grupo de lápices de colores, con cobertura sin diseño, tiene el propósito y la finalidad de, explicar que, al igual que, los lápices de colores se diferencian y, se agrupan, por sus semejanzas, nosotros, como personas, conforme con, nuestros valores y creencias, en el día a día y, cada día, naturalmente, conscientes de necesidades e intereses, en común y actuales, nos diferenciamos de otr@s, y, eventualmente, nos agrupamos con otr@s, por nuestras semejanzas, con lo cual, estamos manifestando y expresando, nuestros crecimiento, evolución y, logros individuales.
Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos, la necesidad y la importancia que tiene, el interés en un grupo, en el proceso de modelar, formar y educar, el mundo interior de los niños y las niñas, que, natural y habitualmente, manifiestan y expresan, diferentes y diversos, tiempos y momentos, de sensaciones, emociones y sentimientos, conectados entre sí y, conectados con otros, en sus roles, como pueden ser, hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, o, alumnos o alumnas. Y, en ese mismo sentido, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, trabajemos en la experiencia y el aprendizaje, personal, emocional y afectivo, de los niños y las niñas, orientado a desarrollar y progresar, en la observación de sí mism@s y, su interés en un grupo, conforme con sus valores y sus creencias, y, conforme con sus necesidades y sus intereses, en común y actuales, al interior del hogar, la escuela y, la comunidad, en general, por el significado y el sentido que, la identidad personal, y, las semejanzas, resultantes de sus necesidades y sus intereses, comunes y actuales, compartidos con el grupo de sus amig@s, tienen en su salud y, su bienestar personal, emocional y afectivo, e, incluso, tienen en su eventual sanación.