¡Hola!…¿Qué tal?…¿Cómo están?. En el blog anterior, cuando cumplimos el primer año, después de nuestra primera publicación, meditamos y reflexionamos, para compartir con ustedes, acerca de los valores y la amistad, comprendiendo valores, como los conceptos sociales y personales, que guían u orientan, nuestras actitudes y nuestro comportamiento socio – personal, entre los cuales, podemos reconocer e identificar, los diez valores, más significativos de la sociedad, como son, el amor, la paz, la tolerancia, el respeto, la honestidad, la lealtad, la libertad, la justicia, la equidad y, la responsabilidad. En ese sentido, en esta oportunidad, vamos a meditar y, vamos a reflexionar sobre las creencias y la amistad, comprendiendo por creencias, como aquellas ideas familiares y, consecuentemente, personales, interiorizadas en nuestra mente, desde nuestros primeros años de vida, como resultado de la formación y la educación, con nuestros padres y nuestras madres, que dirigen nuestras acciones, motivando e inspirando, a que nosotros actuemos, de una u otra manera, ante determinadas situaciones y circunstancias, incluso, sin necesariamente, conocer o saber, el porque, actuamos nosotros, como actuamos.
Hablando de, las creencias y la amistad, comprendiendo, creencias, como aquellas, ideas familiares y, consecuentemente, personales, interiorizadas en nuestra mente, desde nuestros primeros años de vida, que resultan de la formación y la educación de nuestros padres y nuestras madres, y, que dirigen nuestras acciones, y, comprendiendo, amistad, como aquel, vínculo o lazo, cercano, que se construye y se crea, entre dos personas, o, entre un grupo de personas que, en forma natural, espontánea e innata, se relacionan, reconocemos e identificamos, como creencias, formadas y educadas, en el entorno familiar, las creencias religiosas, las creencias culturales, las creencias sociales y, las creencias políticas.
Hablando de, las creencias y la amistad, sintiendo y sabiendo que, la amistad, se concreta y se proyecta, en l@s mejores amig@s, podemos explicar que, la construcción o la creación, de vínculos o lazos de amistad, eventualmente, puede ser condicionada o ser limitada, por la influencia de nuestras creencias, como pueden ser, nuestras creencias religiosas, culturales, sociales y/o políticas, según las cuales, hemos sido formados y educados, desde nuestros primeros años de vida, pues como, ideas, familiares y personales, interiorizadas en nuestra mente, que dirigen nuestras acciones, suelen actuar, bien como estímulos, o, bien como obstáculos, definiendo, lo que hacemos y, lo que no hacemos.
Hablando de, las creencias, la amistad y, los mejores amig@s, podemos explicar que, lo primero, para construir y crear, un vínculo o un lazo de amistad, verdadera y duradera, contando y compartiendo, con mejores amig@s es, el sentido de pertenencia, personal, emocional y afectiva, comprendido como, el vínculo o el lazo, que construimos y creamos, respecto a, un grupo de personas, o, un grupo de amig@s, con los cuales, vivenciamos, una identificación o una semejanza, mutua y recíproca, en cuanto a, valores y creencias, y, con los cuales, experimentamos, sentimientos, positivos y favorables, mutuos y recíprocos, como suelen ser, reconocimiento, libertad, valoración, comodidad, comunicación y, generosidad.
Hablando de, los valores, la amistad y, los mejores amig@s, podemos explicar que, lo segundo, para construir y crear, un vínculo o un lazo de amistad, verdadera y duradera, contando y compartiendo, con mejores amig@s es, el sentido de identidad, personal, emocional y, afectiva, comprendido como, el vínculo o el lazo, que construimos y creamos, respecto a, una elaboración mental grupal, contenida de los valores y las creencias, que caracterizan, definen y diferencian a, un grupo de personas, o, un grupo de amig@s, con los cuales, personalmente, vivenciamos y experimentamos, una relación de pertenencia o participación, positiva y favorable, lograda y desarrollada, en forma natural, espontánea e innata.
Así pues, sobre los conceptos iniciales… creencias y amistad… la representación o la simbolización, de José María y Rodo, echados sobre cojines, representativos o simbólicos, de emociones, como miedo, valentía, tristeza, felicidad, molestia y agrado, tiene el propósito y la finalidad de, explicar que, al igual que, José María y Rodo, se ubican, en contacto e interacción, desde sus creencias, nosotros, conforme con nuestras creencias, en el día a día y, cada día, naturalmente, conscientes de nuestras actitudes y, nuestro comportamiento socio – personal, contactamos e interactuamos, y, superamos límites, construyendo vínculos y, creando lazos, cuando ejercitamos y practicamos, nuestras creencias y amistad.
Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, reconozcamos e identifiquemos, la necesidad y la importancia que tienen, las creencias y la amistad, en el proceso de modelar, formar y educar, el mundo interior de los niños y las niñas, que, natural y habitualmente, manifiestan y expresan, diferentes y diversos, tiempos y momentos, de sensaciones, emociones y sentimientos, conectados entre sí y, conectados con otros, en sus roles, como pueden ser, hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, o, alumnos o alumnas. Y, en ese mismo sentido, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, trabajemos en la experiencia y el aprendizaje, personal, emocional y afectivo, de los niños y las niñas, orientado a desarrollar y progresar, en el ejercicio y la práctica de sus creencias, al interior del hogar, la escuela y, la comunidad, en general, como ideas, familiares y personales, necesarias e importantes, en la construcción y la creación de sus relaciones, como vínculos o lazos, espirituales y emocionales, contenidos de amor, lealtad, simpatía y empatía, mediante los cuales, los niños y las niñas, logran, desarrollan y progresan, en el sentido de pertenencia y, en el sentido de identidad, durante sus actividades de grupo, con niñ@s y/o con adultos.
