Educación Emocional, …los papás y las mamás en la crianza…

¡Hola!…¿Cómo se sienten?…¿Qué tal?. Incluyendo el actual, en los próximos cuatro blogs, meditaremos y, reflexionaremos, porsupuesto, para compartir con ustedes, sobre la misión de los papás y las mamás, los abuelos y las abuelas, los tíos y las tías, y, los maestros y las maestras, en la crianza de los niños y las niñas, en el hogar, la escuela y la comunidad, en general. Empezando, por los papás y las mamás, los adultos de la sociedad y, los adultos responsables, a cargo de los niños y las niñas, como hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, y, alumnos y alumnas, tenemos una misión personal, emocional y afectiva, con los niños y las niñas de nuestro entorno socio – personal, en el cual, actuamos en diferentes roles y, nos desempeñamos en diferentes funciones, siendo la protección y el cuidado de los niños y las niñas, una acción primaria o básica, independiente del vínculo o la relación, que mantengamos, con un niño o una niña, en determinados lugar y momento. En el entorno socio – personal, en el cual, actuamos y nos desempeñamos, la sola idea de un niño o una niña, motiva e inspira, nuestras reacciones o respuestas personales, emocionales y afectivas, hacia y, por los niños y las niñas, ubicados espacio – temporalmente, alrededor de nosotros. En un sentido personal, emocional y afectivo, los adultos, naturalmente involucrados, actuamos y nos desempeñamos, como papás o mamás de corazón, de los niños y las niñas.

Entonces, cuando hablamos de los papás y las mamás y, la crianza de los niños o las niñas, estamos hablando de la crianza paterna o la crianza materna, o, ambas crianzas a la vez, como la orientación del papá y/o la mamá, a incidir o a influir en la supervivencia, el bienestar y el aprendizaje, de los niños y las niñas, en condición de hijos o hijas. La crianza, como un rol o como una función, personal, emocional y afectiva, recae en primer, momento y lugar, en el papá y/o la mamá, como los progenitores o los procreadores de los niños o las niñas, con lo cual, podemos explicar que, los estilos de crianza, del papá y/o de la mamá, inciden o influyen, en el desempeño, el comportamiento y, la educación, de los hijos y/o las hijas.

Hablando así, de los papás y las mamás, la crianza de los niños y las niñas, y, los estilos de crianza, según leo e investigo, porsupuesto, para compartir con ustedes, de acuerdo con, el modo o la forma, de contacto e interacción, entre el papá y/o la mamá, y, los niños y/o las niñas, en condición de los hijos y/o las hijas, podemos reconocer e identificar, cuatro estilos de crianza, básicos o primarios, como son: estilo de crianza autoritario, estilo caracterizado por un alto control y, unas bajas disponibilidad y reciprocidad, entre adultos y niñ@s, estilo de crianza permisivo, estilo caracterizado por un bajo control y, unas altas disponibilidad y reciprocidad, entre adultos y niñ@s, estilo de crianza democrático, estilo caracterizado por un equilibrio entre control y, disponibilidad y reciprocidad, entre adultos y niñ@s, y, estilo de crianza negligente, estilo caracterizado por un bajo control y, unas bajas disponibilidad y reciprocidad, entre adultos y niñ@s.

Es así como, hablando de, los papás y las mamás en la crianza, de los hijos y las hijas, y, los estilos de crianza, que incluyen conceptos y condiciones, como el control, la disponibilidad y la reciprocidad, ejercitados y practicados en diferentes niveles de intervención y participación, podemos definir, el control, como el ejercicio y la práctica personal, emocional y afectiva, mediante los cuales, se manifiesta y se expresa la voluntad de orientar el comportamiento y las actitudes de los niños y las niñas, según sus propios y sus particulares, valores, aspiraciones e inspiraciones; la disponibilidad, como la posibilidad de una persona, para estar presente para otra persona, cuando se le necesite, dando respuestas, que faciliten su toma de decisiones y su resolución de problemas, y, la reciprocidad, como la correspondencia o la conexión mutua de una persona con otra persona, sobre la cual, se establecen contactos, interacciones y relaciones socio – personales.

Hablando, entonces, de los papás y las mamás, la crianza de los hijos y/o las hijas, y, un vínculo y una relación, sana y saludable, entre los papás y/o las mamás, y, los hijos y/o las hijas, podemos explicar que, la existencia de un vínculo y una relación, entre los papás y/o las mamás, y, los hijos y/o las hijas, basado en el equilibrio entre, el control y, la disponibilidad y la reciprocidad, es necesario e importante, para la formación, el desarrollo y el logro de, una autoestima y un amor propio, positivos o favorables, en los niños y las niñas, por lo cual, los papás y/o las mamás, son responsables con los hijos y/o las hijas, de construir y crear, lazos interpersonales de amor, acompañamiento, comunicación, apoyo, aceptación y respeto; comprendiendo el control, como la voluntad de orientación a l@s hij@s, la disponibilidad, como la capacidad de presencia para l@s hij@s y, la reciprocidad, como la capacidad de correspondencia hacia l@s hij@s.

De esta manera, cuando hablamos de, los niños y las niñas, su desempeño, su comportamiento y su educación, los papás y las mamás, y, la crianza, sana y saludable, estamos hablando que, en el caso, propio y particular, de los niños y las niñas, y, el vínculo y la relación, con los papás y las mamás, sus necesidades y sus demandas, de control, disponibilidad y reciprocidad, se manifiestan y se expresan, exteriorizadas, naturalmente, en sus sensaciones, sus emociones y sus sentimientos, propios y particulares, contenidos en sus palabras que conectan y, en sus brazos que unen. En ese sentido, el simple juego, personal, emocional y afectivo, con los niños y las niñas, acompañado de expresiones verbales y expresiones corporales, básicas o primarias, como una oportunidad y una posibilidad, para reconocer, expresar y comunicar, libremente, su mundo interno, puede ser, una vivencia o una experiencia, para el contacto y la interacción, sanos y saludables, en los cuales, se ejerciten y se practiquen, la orientación, la presencia y la correspondencia personal, emocional y afectiva, de los papás y las mamás, hacia los niños y las niñas, en condición de los hijos y las hijas.

Es entonces que, en mi experiencia y mi conocimiento personal, profesional y laboral como tía y maestra, naturalmente consciente y responsable, por los niños y las niñas de mi entorno, hoy quiero transmitir que, como adultos responsables a cargo de los niños y las niñas, en el rol de padres y madres, abuelos y abuelas, tíos y tías, y, maestros y maestras, es necesario e importante que, tomemos conciencia, sobre el poder del amor en el desempeño, el comportamiento y la educación de cada niño o niña de nuestro entorno, como hijos o hijas, nietos o nietas, sobrinos o sobrinas, y, alumnos y alumnas. Y, en ese mismo sentido, hablando de los papás y las mamás, o, los adultos a cargo, en el rol y la función de papás o mamás, hoy quiero transmitir que, como adultos a cargo de nuestras vidas y, adultos a cargo de la vida de los niños y las niñas, primeramente, durante la niñez, tomemos conciencia sobre el hecho que, al igual que, un aroma, con esencia de papá, y, un aroma, con esencia de mamá, impresionan en nuestra piel, se liberan, en el simple contacto e interacción, y, nos caracterizan, el amor, con esencia de papá, y, el amor, con esencia de mamá, exteriorizan por nuestra piel, se liberan, en el simple contacto e interacción, y, nos caracterizan, logrando la transmisión, la evocación y el intercambio de sensaciones, emociones y sentimientos, con una crianza, contenida de palabras que conectan y, de brazos que unen.